26 Julio 2013
La sala de prensa de la Casa de Gobierno fue el escenario elegido por el jefe de Policía, Jorge Racedo, para exponer los detalles del escandaloso caso. Ayer, a las 18, detalló que el comisario Mario Rojas, jefe interino de la Unidad Regional Norte, lo llamó por teléfono para notificarle que un individuo, oriundo de Chaco, identificado como Juan José Vallejo, estaba en la sede del Correo Argentino dispuesto a retirar un depósito de $ 30.000. Dijo que ese dinero era el monto que le habían pedido por "coima" los policías de la Brigada de Investigaciones Norte, con sede en Yerba Buena.
Racedo le ordenó a Rojas que se trasladara de inmediato a la Brigada Norte para constatar si allí se encontraban la hija de Vallejo y un amigo, de nacionalidad paraguaya.
Rojas confirmó esa versión y, peor aún, constató que habían pasado la noche retenidos hasta que consiguieran la plata y así poder continuar el viaje.
El jefe de Policía detalló que se procedió a inspeccionar la sede de la Brigada Norte, mientras notificaba del caso al fiscal de turno Washington Navarro Dávila. Este, a su vez, se presentó en esa dependencia policial y dispuso la aprehensión de todo el personal que estaba en ese momento: 27 en total.
Esa medida incluía al comisario Jorge Pereyra, jefe de la Brigada Norte, hasta el último de los agentes que estaban de guardia.
Desplazamientos
Ante los periodistas, Racedo remarcó que la decisión política del gobernador, José Alperovich, es no tolerar a los policías que cometen irregularidades. "Tengo que hacer cambios, porque la Brigada quedó sin jefe y sin personal y momentáneamente será cubierto por integrantes de Infantería", precisó.
"El denunciante -explicó Racedo- es agricultor, vive en Resistencia, la capital chaqueña, y llegó a Tucumán por un trámite en la ciudad de Famaillá".
Además confirmó que ni el conductor de la camioneta (Vallejo) ni su hija y tampoco su amigo estaban registrados en el libro de ingresos de la Brigada Norte. Esa grave irregularidad comprometió al personal policial. Racedo dijo que se detuvo a 27 policías, pero aclaró que el fiscal determinará las responsabilidades de cada uno. Tampoco se descarta que pueda haber otros policías involucrados.
Racedo le ordenó a Rojas que se trasladara de inmediato a la Brigada Norte para constatar si allí se encontraban la hija de Vallejo y un amigo, de nacionalidad paraguaya.
Rojas confirmó esa versión y, peor aún, constató que habían pasado la noche retenidos hasta que consiguieran la plata y así poder continuar el viaje.
El jefe de Policía detalló que se procedió a inspeccionar la sede de la Brigada Norte, mientras notificaba del caso al fiscal de turno Washington Navarro Dávila. Este, a su vez, se presentó en esa dependencia policial y dispuso la aprehensión de todo el personal que estaba en ese momento: 27 en total.
Esa medida incluía al comisario Jorge Pereyra, jefe de la Brigada Norte, hasta el último de los agentes que estaban de guardia.
Desplazamientos
Ante los periodistas, Racedo remarcó que la decisión política del gobernador, José Alperovich, es no tolerar a los policías que cometen irregularidades. "Tengo que hacer cambios, porque la Brigada quedó sin jefe y sin personal y momentáneamente será cubierto por integrantes de Infantería", precisó.
"El denunciante -explicó Racedo- es agricultor, vive en Resistencia, la capital chaqueña, y llegó a Tucumán por un trámite en la ciudad de Famaillá".
Además confirmó que ni el conductor de la camioneta (Vallejo) ni su hija y tampoco su amigo estaban registrados en el libro de ingresos de la Brigada Norte. Esa grave irregularidad comprometió al personal policial. Racedo dijo que se detuvo a 27 policías, pero aclaró que el fiscal determinará las responsabilidades de cada uno. Tampoco se descarta que pueda haber otros policías involucrados.