29 Julio 2013
LA VEN PASAR. San Martín no pudo con un Atlético certero y López (con la mirada en la bocha) no pudo comandar la defensa, que fue un punto flojo en el equipo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Alfonso rompe la línea y encara por el medio. Se perfila y dispara. Alto. Nada. Minuto 74, 2-0 abajo y sólo entonces San Martín prueba, sin suerte, buscar el arco de Cristian Lucchetti. Por eso lo suyo fue muy difícil de digerir. Porque perder un clásico puede pasar, pero lo que no puede permitirse el "santo" es transitar un clásico sin una chance concreta de gol.
El análisis profundo arranca desde el momento en que Carlos Roldán comenzó la pretemporada con el 90% del plantel; cuando anticipaba que afrontaría los clásicos que se avecinaban con dos equipos distintos. Quería probar y lo hizo. Pero aquella lejana apuesta, la de un plan B respecto del 11 ideal base (que terminó ganando el derby en La Ciudadela), no dio resultados y, peor aún, encendió una alarma. Atención.
Es que salvo algún espasmo de Albano Becica (se toreó con Acosta y vio la roja a los 41'), el resto del grupo no supo cómo hacer pie en el suelo del Monumental. El local lo dominó de inicio a fin, sobre todo cuando el 10 "santo" miraba el juego desde el vestuario.
Hubo puntos bajos y bajísimos en todas las líneas. Javier López pifió feo atrás y le sirvió en bandeja el gol a Lenci. ¿Mala suerte? Sí, pero al caudillo le faltó firmeza. En el medio, Leandro De Muner fue presa fácil de un Barrado inspirado y de todos los que se animaron a transitar por sus dominios. Quedó claro que al 5 aún le hace falta rodaje. Arriba, un poco por falta de conocimiento y otro por la tarea de la defensa local, la dupla Tambussi-Parisi fue casi un decorado rojo y blanco entre tanto albiceleste.
Es verdad, el clásico encontró a San Martín diferente, a media máquina (y menos) y en medio del trabajo. A Atlético no le importó. De haber estado más aceitado el "decano", la historia podría haber sido peor. Urge hacer borrón y cuenta nueva en La Ciudadela.
El análisis profundo arranca desde el momento en que Carlos Roldán comenzó la pretemporada con el 90% del plantel; cuando anticipaba que afrontaría los clásicos que se avecinaban con dos equipos distintos. Quería probar y lo hizo. Pero aquella lejana apuesta, la de un plan B respecto del 11 ideal base (que terminó ganando el derby en La Ciudadela), no dio resultados y, peor aún, encendió una alarma. Atención.
Es que salvo algún espasmo de Albano Becica (se toreó con Acosta y vio la roja a los 41'), el resto del grupo no supo cómo hacer pie en el suelo del Monumental. El local lo dominó de inicio a fin, sobre todo cuando el 10 "santo" miraba el juego desde el vestuario.
Hubo puntos bajos y bajísimos en todas las líneas. Javier López pifió feo atrás y le sirvió en bandeja el gol a Lenci. ¿Mala suerte? Sí, pero al caudillo le faltó firmeza. En el medio, Leandro De Muner fue presa fácil de un Barrado inspirado y de todos los que se animaron a transitar por sus dominios. Quedó claro que al 5 aún le hace falta rodaje. Arriba, un poco por falta de conocimiento y otro por la tarea de la defensa local, la dupla Tambussi-Parisi fue casi un decorado rojo y blanco entre tanto albiceleste.
Es verdad, el clásico encontró a San Martín diferente, a media máquina (y menos) y en medio del trabajo. A Atlético no le importó. De haber estado más aceitado el "decano", la historia podría haber sido peor. Urge hacer borrón y cuenta nueva en La Ciudadela.
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Carlos Roldán