29 Julio 2013
Todo indica que el fuego los despertó, quisieron escapar y no pudieron. Los cuerpos carbonizados de dos niños fueron hallados debajo de la cama, donde se habrían metido para intentar cubrirse de las llamas.
El trágico incendio ocurrió en una humilde vivienda del asentamiento 11 de Marzo, en la ciudad de Aguilares, y se cobró la vida de dos hermanos. La Policía los identificó como Daiana Nicole, de seis años, y Alan Benjamín, de dos.
Las víctimas pertenecen a una familia de 13 hermanos, que viven con sus padres en una casa de dos habitaciones. Según fuentes policiales, todos habían concurrido al cumpleaños de un tío que se realizaba a media cuadra de la vivienda, el sábado a la noche. Pero los dos hermanos más chicos tuvieron sueño y pasada la medianoche los llevaron a dormir.
De acuerdo al relato de la Policía, un hermano mayor los llevó a la vivienda, los acostó y dejó una vela encendida porque el día anterior les habían cortado el servicio de energía eléctrica por falta de pago. Luego regresó a la fiesta con el resto de sus familiares.
Aparentemente, la llama de la vela hizo contacto con alguna prenda de vestir y las llamas no tardaron en expandirse por las paredes de madera. Los policías estimaron que el fuego despertó a los niños, quienes intentaron huir pero la puerta de ingreso a la habitación estaba en llamas y no había ventanas en ese cuarto. Los dos cuerpos carbonizados fueron encontrados por los bomberos debajo de una de las camas.
Si bien los vecinos advirtieron el incendio, nada pudieron hacer para salvar a los chicos debido a que el fuego arrasó a gran velocidad con todo en la casilla.
El trágico incendio ocurrió en una humilde vivienda del asentamiento 11 de Marzo, en la ciudad de Aguilares, y se cobró la vida de dos hermanos. La Policía los identificó como Daiana Nicole, de seis años, y Alan Benjamín, de dos.
Las víctimas pertenecen a una familia de 13 hermanos, que viven con sus padres en una casa de dos habitaciones. Según fuentes policiales, todos habían concurrido al cumpleaños de un tío que se realizaba a media cuadra de la vivienda, el sábado a la noche. Pero los dos hermanos más chicos tuvieron sueño y pasada la medianoche los llevaron a dormir.
De acuerdo al relato de la Policía, un hermano mayor los llevó a la vivienda, los acostó y dejó una vela encendida porque el día anterior les habían cortado el servicio de energía eléctrica por falta de pago. Luego regresó a la fiesta con el resto de sus familiares.
Aparentemente, la llama de la vela hizo contacto con alguna prenda de vestir y las llamas no tardaron en expandirse por las paredes de madera. Los policías estimaron que el fuego despertó a los niños, quienes intentaron huir pero la puerta de ingreso a la habitación estaba en llamas y no había ventanas en ese cuarto. Los dos cuerpos carbonizados fueron encontrados por los bomberos debajo de una de las camas.
Si bien los vecinos advirtieron el incendio, nada pudieron hacer para salvar a los chicos debido a que el fuego arrasó a gran velocidad con todo en la casilla.