30 Julio 2013
Brutal y oscura. La historia original de "La bella y la bestia", esa que nació en el medievo y que Straparola (foto) le dio forma de cuento, es muy diferente a la hermosa "historia oficial" de Disney. Para empezar, el inventor no existe. No hay padre, ni madre. Sólo hay tres hermanas; dos de ellas son hechiceras que obligan a la menor (Bella) a servirles como mucama y a realizar tareas que la prudencia exige omitir. La joven es atada todas las noches para que contemple aquello que nunca tendrá: libertad. Cierto día, un pordiosero leproso se asoma por la ventana y ve a la joven envuelta por cadenas. Tembloroso, le pide algo de comer. Sabiendo que sus hermanas la castigarán, Bella igualmente le ofrece su ayuda. El hombre ingresa por la ventana, come un gran pedazo de queso y se retira sin decir nada. Cuando las hermanas regresan y ven que falta parte del queso, encadenan a Bella en el sótano y la azotan con brutalidad hasta matarla. Al día siguiente, el leproso vuelve, se asoma por la ventana, y le pide a las hermanas de Bella si pueden darle algo para comer. Sin embargo, sólo recibe insultos. Entonces el leproso, de rostro deformado, les revela que es hijo de un acaudalado noble. Desesperadas, las hermanas le ofrecen entonces pan, y el hombre ingresa a la casa. Una vez saciado su apetito, les confiesa que su padre no es rico, y que él mismo no es otra cosa que la Muerte encarnada en el cadáver de un leproso, ya que al inframundo llegó la noticia de una mujer tan desdichada que su muerte resultó ser una bendición. La Parca entonces desgarra los jirones putrefactos de sus ropas, toma a las hermanas del cabello y frota sus rostros horrorizados sobre su pecho cubierto de pústulas. Luego lleva a las hermanas al sótano y las ata para que contemplen aquello que no tendrán: una muerte pacífica. Finalmente, el hombre cae muerto junto al cadáver de Bella y las hermanas quedan condenadas a un final brutal. Como se ve, el romance está ausente en la historia original. Sin embargo, hay temas primordiales como la hospitalidad, la trata de personas y la reducción de la mujer al servilismo. Temas que hoy también nos desvelan y nos cuestionan. Tampoco hay un príncipe ni una doncella. Sólo hay un hombre disfrazado de bestia que ofrece una muerte piadosa y una mujer cuya única belleza es el amor al prójimo.
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