05 Agosto 2013
EL DISCURSO. El presidente del directorio, Alberto García Hamilton, habla ante directores, accionistas, directivos y empleados del diario. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
Si hay algo que caracteriza al oficio periodístico es dar a la gente información que le ayude a entender qué sucede y a ejercer su ciudadanía en busca de una sociedad mejor. Así ha sido desde el comienzo de LA GACETA, hace ya 101 años, cuando se propuso "poner al tanto, minuto por minuto, de lo que ocurre de uno a otro extremo del universo", y al mismo tiempo ejercer "la gran fuerza del periodismo: el juicio sobre los hombres y sobre las cosas que aparecen ante su ojo escrutador", tal como se planteó en el editorial de nuestro primer número, el 4 de agosto de 1912.
Hoy, el primer año de su nuevo siglo encuentra a LA GACETA sumida en pleno trajín, con las mismas expectativas de los comienzos y con la experiencia de un diario consolidado en su actividad y en sus profundos vínculos con la sociedad tucumana. Esta tarea no ha sido nunca fácil. La busqueda y la transmisión de informaciones de la actualidad, prominentes y útiles para la comunidad, siempre ha supuesto conflictos, porque cada sector tiende a defender su propio interés, por encima de su pertenencia a la sociedad.
Mayor es el conflicto cuando más influyente es el sector. En este sentido, el rol ineludible de la prensa de fiscalizar al poder en todos los asuntos de interés, para contribuir a formar la opinión pública, ha supuesto choques y presiones de toda índole, ya sean advertencias y amenazas a periodistas, o trabas económicas de diverso tipo a las empresas periodísticas. Nuestro país ha vivido, en los últimos años, fuertes tensiones entre la prensa y el poder político, focalizadas en la identificación que hace éste de muchos medios como si fueran parte de la oposición, en lugar de asumir la importancia básica que tiene la tarea crítica del periodismo.
Alexis de Tocqueville creía que la prensa es una incubadora de la civilización en una sociedad, que los periódicos compensan las debilidades del individuo frente a los gobiernos y potencian el poder de la comunidad. Como la gente no puede supervisar de modo directo las acciones del gobierno, el periodismo funciona como los ojos y oídos de los ciudadanos. Muchas cosas no se conocerían si la prensa no las pusiera en la faz pública. Y al mismo tiempo, también los medios ofrecen a la gente un foro para que los gobernantes conozcan las inquietudes y preocupaciones de los ciudadanos.
LA GACETA, en los 101 años de vínculo con los tucumanos, ha llegado a consustanciarse con los temas de interés de todos los sectores de esta heterogénea provincia, en la cual nuestro diario ha sentado bases tan profundas que han hecho que se identifique al diario como gaceta y al canillita como gacetero. El orgullo que nos da expresar esa identificación refuerza nuestra responsabilidad como una tribuna para que la comunidad pueda expresar sus inquietudes, fiscalizar lo que hacen sus representantes y saber lo que ocurre con la economía, la política, la educación, la cultura y el entretenimiento.
Los 101 años han sido de constantes modificaciones. Tucumán ha dejado de ser la aldea de comienzos del siglo XX para evolucionar hacia una provincia que mira al mundo, con fuertes contrastes, por ejemplo entre sus ciudades y su interior, pero con una identidad de historia y tradiciones que LA GACETA ha interpretado en los diferentes momentos de su devenir.
Cada sector se refleja en las páginas de nuestro diario y tiene la posibilidad expresar sus visiones y de ponerlas en consideración con otras, en un fomento del debate crítico y racional, fundamental para ejercer la ciudadanía. Así las cosas, corresponde destacar el momento especial que vive Tucumán en la transición entre el bicentenario del 25 de mayo de 1810 y el bicentenario del 9 de julio de 1816. A tres años de la celebración de una fecha emblemática para la provincia en el concierto del país, conviene fomentar la reflexión sobre nuestra identidad de tucumanos, de los requerimientos de nuestra gente y de los desafíos provincianos para el futuro.
La renovación tecnológica ha sido constante en LA GACETA a lo largo del tiempo. Cuando la premisa fundamental de la comunicación fue la prensa gráfica, nuestra empresa adquirió las más modernas maquinarias para la impresión, y en estos tiempos de comunicación digital LA GACETA.com se ha equipado con los elementos necesarios para la comunicación multimedia y se ha puesto a la vanguardia de los diarios digitales del país y de Latinoamérica.
Hoy la tecnología ha posibilitado hacer las comunicaciones casi instantáneas y ha borrado las fronteras físicas. A través de las redes sociales es posible transmitir lo que pasa en cualquier parte del planeta, y a menudo desde la misma fuente productora de la información. Esto ha generado una crisis y un desafío de los medios de comunicación para adaptarse a las nuevas plataformas. Nuestro diario digital ya tiene 16 años de vida y más de seis millones de visitas mensuales. Acaba de hacer un gran salto en su diseño, que ha sido modernizado para ser más rápido, seguro y acorde con las tecnologías más usadas en la comunicación, es decir tablets y móviles. Nuestro sitio es, para definirlo en términos de hoy, amigable y participativo.
Esto, sin descuidar a su numerosa audiencia del diario en papel, que sigue esperando cada mañana su ejemplar y mantiene el gusto por una lectura tradicional de las informaciones.
Al mismo tiempo, las nuevas formas de la comunicación han generado otros desafíos, como es el de entender lo que ocurre en una sociedad en la que la abundancia de información puede llegar a generar caos y cansancio en lectores abrumados. No es menor el rol de "curadores de contenidos" de los medios, en el sentido de ejercer con plenitud su tarea de revisión del origen de las informaciones y de determinar la importancia de éstas, separando lo superficial de lo que realmente tiene consecuencias y trascendencia en la comunidad. A ello se agrega la capacidad de narrar buenas historias, en las distintas plataformas, que dan al lector la posibilidad de apreciar el relato de los acontecimientos, así como una voz que le ayude a reflexionar y sacar conclusiones.
Es una costumbre de LA GACETA innovar y apostar a emprendimientos nuevos. El Club La Gaceta, a sólo dos meses de su lanzamiento, ya cuenta con 40.000 lectores que se han asociado y disfrutan de los atractivos beneficios que el club ofrece. Asimismo el acompañamiento de los comercios adheridos ha superado todas la expectativas y sigue creciendo.
El año 101 nos encuentra, de este modo, fuertemente anclados en nuestra relación tradicional con la provincia, y preparados para el porvenir, tal como señalamos en nuestro primer número, "para que el lector sepa a qué venimos y por qué venimos".
También nos encuentra este nuevo año con un gran dolor: la partida de Guillermo García Hamilton, vicepresidente de la empresa, que ha enlutado a nuestro medio y que resultará difícil de sobrellevar entre quienes hacemos LA GACETA. Acaso sólo se atenúe con la conciencia de la ineludible responsabilidad de nuestra tarea, consustanciada con el quehacer tucumano.
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