De la Olivetti al candy crush

Para los periodistas del tiempo de la Olivetti y de la Remington, para los que nacimos y crecimos leyendo el diario "de papel", la noticia de que el Washington Post se había vendido fue ni mas ni menos que un sacudón. Imagínese el lector, el diario de la familia Graham, el que en 1972 se animó a publicar el caso Watergate -que le costó la cabeza al entonces presidente Richard Nixon-, el que compartía con el New York Times, The Guardian y Le Monde el sitial de honor del oficio; algo así como una "Sorbona" del periodismo, una utopía no a la mano para periodistas imberbes. Pues bien, ese hito de la prensa de papel se acaba de vender por 250 millones de dólares nada más ni nada menos que al dueño de Amazon.com, la "mega mega" tienda de comercio electrónico de bienes culturales. Si de diarios hablamos, bienes que ya no podemos doblar como antes; que ya no huelen a papel. La noticia de esta venta se conoció este lunes. El mismo día en que se dio a conocer que biotecnólogos holandeses fabricaron a partir de las células madre de la vaca la "primera hamburguesa de laboratorio"¿Adivinen quién patrocinó esta nueva investigación? pues, ¡nada menos que Sergey Brin, cofundador de Google! Una no puede dejar de pensar que estamos rodeados, definitivamente, por el mundo 2 o 3.0. ¡Y de esta aseveración nos llegan señales de a miles! Veamos: aquellos que ya hace años habíamos archivado en el desván y en el corazón la saludable manía de jugar, hoy dejamos por un rato la novela o el ensayo que estamos leyendo en la tablet (y que probablemente hemos bajado gratis, sin piratear), y nos trenzamos con nuestros "amigos virtuales" en ver quién empareja mejor los caramelos en la saga del Candy Crush. Así estamos.

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