22 Agosto 2013
CONDUCCION. Desde que sucedió a Jobs le imprimió otro estilo a la compañía. REUTERS
SAN FRANCISCO, Estados Unidos.- Poco después de fichar como directora de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg buscó contactar con alguien en una posición similar como número dos, brillante y apasionado. Llamó a Tim Cook.
"Básicamente me explicó amablemente que mi trabajo era hacer las cosas en las que Mark (Zuckerberg) no quería centrarse", dijo Sandberg de la reunión del 2007 que duró varias horas con el entonces director de operaciones de Apple.
"Ése era su trabajo con Steve (Jobs). Y me explicó que el trabajo cambiaría con el tiempo y que debería estar preparada para ello", añadió.
Mientras que Sandberg ha disfrutado de la estabilidad en Facebook, el trabajo de Cook ha cambiado radicalmente desde entonces. Ahora el hombre que realizaba una de las tareas más difíciles del negocio - ponerse en la piel del último Steve Jobs y mantener a Apple en lo alto - podría necesitar de consejos.
Bajo el mando de dos años de Cook, se espera que Apple revele un iPhone rediseñado el mes que viene. Será un momento crucial para Cook. La compañía que hereda se ha convertido en una criatura muy diferente: una enorme empresa madura más que un pionero, que acumula una caída del 5% en sus acciones este año pese a una reciente escalda. El índice S&P 500 ha subido alrededor de un 15 % este año.
La transición era quizás inevitable tras un espectacular crecimiento de cinco años en los que la planilla de Apple se triplicó, sus ingresos se multiplicaron por seis, sus beneficios por 12 y su cotización pasó de 150 a 705 dólares el pasado otoño. Pero ha sido doloroso para algunos.
No está claro si el estable Cook, que siempre busca consensos, puede perfilar de nuevo la cultura de culto que construyó Jobs. Aunque Cook ha gestionado hábilmente las líneas de producto del iPhone y el iPad, que siguen dando enormes beneficios, Apple todavía tiene que sacar un nuevo gran producto con Cook al frente; los rumores sobre relojes y televisiones siguen siendo rumores.
Algunos se preocupan de que los cambios de Cook en la cultura de la empresa han apagado el fuego - y quizá el miedo - que llevaba a sus empleados a tratar de conseguir lo imposible.
¿Quién es Cook?
A Cook se le conoce por ser un adicto al trabajo que protege celosamente su intimidad. La gente que lo conoce lo retrata como un ejecutivo considerado y reflexivo, que se deja guiar por los datos y que sabe escuchar y ser encantador y divertido en las pequeñas reuniones.
En el día a día en Apple, Cook ha implantado un estilo metódico, diferente al que podría ser el de su predecesor.
La reunión bimensual de Jobs sobre el software del iPhone, en las que repasaba cada nueva característica para el producto estrella de la compañía, ya no se hace.
Pero tiene un lado duro. En las reuniones, Cook está tan tranquilo como para ser casi insondable, sentado en silencio con las manos cruzadas por delante. Cualquier cambio en el balanceo constante de su silla es una señal para sus subordinados: cuando solamente escucha, sino hay cambio en el ritmo del balanceo, les infunde ánimos.
Los seguidores de Cook dicen que su estilo metódico no se interpone en sus decisiones. Recordaron el fiasco de los mapas de Apple, en el que la firma sustituyó el producto de su rival Google con uno propio para el iPhone y quedó rápidamente claro que sus mapas no estaban listos.
Cook tenía muchas preguntas y el episodio también le llevó a pensar rápido la futura dirección del crucial software iOS, dijo una persona cercana a Apple.
Otra cara
Parece que con Cook existe una nueva voluntad de reconocer errores y una manera más abierta para afrontar problemas como las pobres condiciones de trabajo en los contratos con las manufactureras chinas.
"En el aspecto social, la única manera para que Apple marque la diferencia en el mundo es ser - o creo fervientemente - totalmente transparentes", dijo Cook este año en lo que, paradójicamente, fue una charla a puerta cerrada en una reunión de su escuela de negocios.
"Cuando se hace eso, se toma la decisión de contar lo bueno y lo malo, y esperamos que haciéndolo, se presione para que todo el mundo lo haga", dijo.
Bajo presión de los inversores, Cook no sólo accedió a compartir una mayor parte de los 150.000 millones de dólares de efectivo en reservas con sus accionistas, sino que voluntariamente vinculó más su propia retribución a la evolución de la acción.
Apple también está bajo la lupa por su estructura fiscal, con la que ha logrado miles de dólares en beneficios en sus filiales irlandesas. Cook defendió su política fiscal, que es legal, en mayo.
Pero los accionistas se fijan en el beneficios neto y en el siguiente lanzamiento de un gran producto. La caída en los ingresos de China en el segundo trimestre subraya la necesidad de Apple en su segundo mercado donde se estrecha la brecha tecnológica con sus rivales locales y mientras Samsung Electronics sigue sacando nuevos modelos en todas las franjas de precios. (Reuters)
"Básicamente me explicó amablemente que mi trabajo era hacer las cosas en las que Mark (Zuckerberg) no quería centrarse", dijo Sandberg de la reunión del 2007 que duró varias horas con el entonces director de operaciones de Apple.
"Ése era su trabajo con Steve (Jobs). Y me explicó que el trabajo cambiaría con el tiempo y que debería estar preparada para ello", añadió.
Mientras que Sandberg ha disfrutado de la estabilidad en Facebook, el trabajo de Cook ha cambiado radicalmente desde entonces. Ahora el hombre que realizaba una de las tareas más difíciles del negocio - ponerse en la piel del último Steve Jobs y mantener a Apple en lo alto - podría necesitar de consejos.
Bajo el mando de dos años de Cook, se espera que Apple revele un iPhone rediseñado el mes que viene. Será un momento crucial para Cook. La compañía que hereda se ha convertido en una criatura muy diferente: una enorme empresa madura más que un pionero, que acumula una caída del 5% en sus acciones este año pese a una reciente escalda. El índice S&P 500 ha subido alrededor de un 15 % este año.
La transición era quizás inevitable tras un espectacular crecimiento de cinco años en los que la planilla de Apple se triplicó, sus ingresos se multiplicaron por seis, sus beneficios por 12 y su cotización pasó de 150 a 705 dólares el pasado otoño. Pero ha sido doloroso para algunos.
No está claro si el estable Cook, que siempre busca consensos, puede perfilar de nuevo la cultura de culto que construyó Jobs. Aunque Cook ha gestionado hábilmente las líneas de producto del iPhone y el iPad, que siguen dando enormes beneficios, Apple todavía tiene que sacar un nuevo gran producto con Cook al frente; los rumores sobre relojes y televisiones siguen siendo rumores.
Algunos se preocupan de que los cambios de Cook en la cultura de la empresa han apagado el fuego - y quizá el miedo - que llevaba a sus empleados a tratar de conseguir lo imposible.
¿Quién es Cook?
A Cook se le conoce por ser un adicto al trabajo que protege celosamente su intimidad. La gente que lo conoce lo retrata como un ejecutivo considerado y reflexivo, que se deja guiar por los datos y que sabe escuchar y ser encantador y divertido en las pequeñas reuniones.
En el día a día en Apple, Cook ha implantado un estilo metódico, diferente al que podría ser el de su predecesor.
La reunión bimensual de Jobs sobre el software del iPhone, en las que repasaba cada nueva característica para el producto estrella de la compañía, ya no se hace.
Pero tiene un lado duro. En las reuniones, Cook está tan tranquilo como para ser casi insondable, sentado en silencio con las manos cruzadas por delante. Cualquier cambio en el balanceo constante de su silla es una señal para sus subordinados: cuando solamente escucha, sino hay cambio en el ritmo del balanceo, les infunde ánimos.
Los seguidores de Cook dicen que su estilo metódico no se interpone en sus decisiones. Recordaron el fiasco de los mapas de Apple, en el que la firma sustituyó el producto de su rival Google con uno propio para el iPhone y quedó rápidamente claro que sus mapas no estaban listos.
Cook tenía muchas preguntas y el episodio también le llevó a pensar rápido la futura dirección del crucial software iOS, dijo una persona cercana a Apple.
Otra cara
Parece que con Cook existe una nueva voluntad de reconocer errores y una manera más abierta para afrontar problemas como las pobres condiciones de trabajo en los contratos con las manufactureras chinas.
"En el aspecto social, la única manera para que Apple marque la diferencia en el mundo es ser - o creo fervientemente - totalmente transparentes", dijo Cook este año en lo que, paradójicamente, fue una charla a puerta cerrada en una reunión de su escuela de negocios.
"Cuando se hace eso, se toma la decisión de contar lo bueno y lo malo, y esperamos que haciéndolo, se presione para que todo el mundo lo haga", dijo.
Bajo presión de los inversores, Cook no sólo accedió a compartir una mayor parte de los 150.000 millones de dólares de efectivo en reservas con sus accionistas, sino que voluntariamente vinculó más su propia retribución a la evolución de la acción.
Apple también está bajo la lupa por su estructura fiscal, con la que ha logrado miles de dólares en beneficios en sus filiales irlandesas. Cook defendió su política fiscal, que es legal, en mayo.
Pero los accionistas se fijan en el beneficios neto y en el siguiente lanzamiento de un gran producto. La caída en los ingresos de China en el segundo trimestre subraya la necesidad de Apple en su segundo mercado donde se estrecha la brecha tecnológica con sus rivales locales y mientras Samsung Electronics sigue sacando nuevos modelos en todas las franjas de precios. (Reuters)
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