Iorio: "Vamos a tirar abajo todo lo que se nos cruce"

El líder de Almafuerte, que toca mañana a las 20 en Floresta, habla de música y del país. Único recital en el norte.

Iorio: Vamos a tirar abajo todo lo que se nos cruce

Tómalo o déjalo. Con Ricardo Iorio no puede haber medias tintas. El prócer del metal argento no sabe de diplomacia. "No me preocupa lo que piensen de mi. Nunca me preocupó. Hay que aprender a vivir la vida propia", dice luego del saludo característico: "¿Cómo anda amigo? ¡Qué placer el escucharlo!".


Pasaron tres años desde que el fundador de V8, Hermética y Almafuerte visitara Tucumán. Demasiado para quienes aún atesoran en casetes "Luchando por el metal" o "Un paso más en la batalla". Con "Trillando la fina" bajo el brazo, el tipo que le sacaba chispas al bajo y ahora escupe sus letras pisará fuerte mañana por la noche en Floresta (Colón 471), desde las 20. "Vamos a tirar abajo todo lo que se cruce", promete.

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Un día Iorio se cansó de las grandes ciudades y se fue a vivir a Sierra de la Ventana, 600 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires. Pasaron 13 años. "Mi lugar en el mundo", reflexiona. "Puedo pasarme el día viendo a los animales. No es un lugar barato, pero no lo cambio por nada", asegura mientras cuenta que, en el momento de la entrevista, "sufre" 6 grados bajo cero. "Espero que en Tucumán haga un poco más de calor", se ríe con voz aguardentosa. "Hay que calentar el garguero en estos lares. Pero no mucho. Me voy a cuidar para el recital del sábado", dice.

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Iorio no sería Iorio si no "atiende" al que le pasa cerca. "Parece que no nos independizamos hace 200 años, amigo. Uno prende la radio y ¿qué pasan? Música tropical, música española. ¿Quién es Juan Manuel Serrat? ¿Quién es Sabina? ¿Sanz? ¿Qué hicieron por nuestro país? Yo me rebelo ante estas cosas. Hay muchos que quieren matar a la música argentina. Pero somos fuertes. No les va a ser tan fácil", aclara.


Le gusta recorrer el país. "No me preparo especialmente para ningún recital. Llego y hago lo mismo. Entrego todo. Capaz que media hora antes de subir el escenario no me acuerdo nada. Pero subo y hago lo mío. Lo verán el sábado", promete.


"No puedo hacer las cosas a medias. Se que me voy a morir. Me va a dar un HCV (sic) o una pancreatitis, o lo que sea. Pero hasta entonces, nada me va a parar. El sábado vamos a luchar contra el techo, contra el sonido. No importa nada"..... Y arranca de nuevo. "Tuve muchas satisfacciones. Pero una de las mejores es haber podido llegar a la edad que tengo, con la vida que he llevado…. No es para cualquiera", dice. Y recién tiene 51…


En 2012, "Trillando la fina" vio la luz. Y Iorio está satisfecho. "Me gusta mucho el disco. Me gustaría que lo pasaran más, pero eso es otra lucha. Hacemos lo que queremos", dice. Y luego anuncia: "ahora estoy haciendo un disco solista. Lo acabo de terminar. Es de milongas con guitarras acústicas, temas prohibidos, que no los pasan nunca. No hay bandoneón, ni piano, solo guitarras. Es un homenaje".


En 2008, Iorio sorprendió con "Ayer deseo, hoy realidad", un disco de temas que, dice, lo marcaron a fuego. Allí Ricardo le entra con placer a Luis Alberto Spinetta, Roque Narvaja o Miguel Abuelo. Y hace un repaso por las letras de Pappo, uno de los músicos que más lo marcaron. "Me parece un disco excelente. Otra vez creo que no tuvo la difusión que merecía, pero a mi me dio mucho placer. Son canciones diferentes, que a mi me encantaba escuchar", rememora, al mismo tiempo que destaca "Peso argento", el disco que hizo en 1997 con Flavio Cianciarulo, de los Fabulosos Cadillacs.


Si hay algo a lo que no se lo relaciona a Iorio es a la infancia. Y menos a la ternura. Pero el más duro entre los duros tiene un costado, al menos desconocido. Y asombra. "Me ofrecieron hacer un disco con los Heavysaurios. Y me parece que está bueno. Lo voy a hacer. Me gusta la idea", cuenta. ¿Vas a agitar a chiquillos con remeras negras? "Siempre lo hice -dice, orgulloso- Siempre fueron pibes con las remeras negras a los recitales. Desde hace años. Se van sumando al metal. Ahora es más problemático ir con chicos, por las cosas que pasan en este país. Yo ya tengo hijos grandes (uno de 24 y otro de 17), pero tengo mas ahijados que Perón. Y me encanta que vengan pibes a los recitales". ¿Iorio y los Heavysaurios? Increíble… pero real.


El hombre no tiene filtro. Nunca le hizo falta. "Admiro mucho a Larralde, a Omar Moreno Palacios, que fue mi primera influencia musical, el hombre que me hizo dar cuenta de lo que quería ser. Después, Facundo Cabral, Rubén Patagonia, Abel Ivroud, El Pampa Cruz… Pero son tipos a los que no se los pasa en la radio. No los conoce nadie", toma carrera el líder de Almafuerte. Y despega: "aquí preferimos escuchar mierdas como Calle 13, que me vienen a hablar de independencia. Son panameños, donde todos lavan guita. ¡Pasan al Paz Martínez! ¿Quién es el Paz Martínez? ¿A quién le ganó? Todos esos grupos de ahora no son nada. No sirven para nada. ¡Tan Biónica!, por favor….", retruca… Y se descuelga con otra frase: "admiré y respeté mucho a Mercedes Sosa. Una voz muy bonita. Compartimos algunos reportajes. Pero se murió. ¿Y que pasa ahora? En la radio la pasan cada vez que cumple años y después se olvidan. Estamos mal de la cabeza, amigo", reflexiona.


"No entiendo las cosas que se hacen en Argentina. Tenemos grandes músicos. Pero nadie los pasa. Nadie pasa a Pappo, amigo. No. Ponemos música española….Así no va, Me da mucha bronca"..."No soy muy amigo de los músicos. Por eso no podría ser productor. No me llevo bien con ellos. Prefiero andar con las vacas, con las gallinas. Hago lo que me gusta, pero cuando no tenga más ganas, me rajo. No lo voy a dudar", advierte.


Se sorprende cuando se le pregunta si es realmente él quien tiene la cuenta de twitter @RicardoIorioOk con más de 19.000 seguidores. "Amigo, en mi vida mandé un mensaje de texto. Mire si voy a tener cuenta en twitter. Para hablar con usted hice 30 kilómetros hasta la casa de un vecino que tiene teléfono. Jamás mandé un mail. Vivo sin tecnología, y estoy vivo. Si hay un tipo que dice ser yo en twitter debe ser un pobre pelotudo que no tiene vida. Pero, por favor, aclare que no soy yo. No hago esas cosas", dice, casi, con furia.


Se pone serio cuando habla del futuro de la música en Argentina. "Como metal pesado tenemos futuro. Escucho buenas bandas. Los pibes me acercan sus discos, hechos a pulmón ya que a las discográficas no les interesa. Pero si apuntamos al Heavy Metal, como Metallica, o al Rock and Roll, estamos fritos. Esa no es nuestra música. Prefiero apostar a lo que se hace aquí. Es mucho y bueno, pero nadie le da bola", asegura. Y recuerda. "Cuando vino AC/DC pusieron de teloneros a Las Pelotas… Y los cagaron a botellazos… El negocio lo maneja gente que no entiende nada. Respeto a León Gieco, pero ¿cómo puede haber tanta gente en un recital de Catupecu…?


Iorio se despide. Saluda al público de Tucumán y asegura que el recital va a ser duro. "Que vayan con ganas de saltar y de gritar. Vamos a salir machacados. Vamos a tener mucho metal. Vamos a hacer música. De eso, no tengan dudas". Y a esta altura del partido, a Iorio hay que creerle.


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