Por Federico Espósito
24 Agosto 2013
PRESIÓN. El tucumano Julio Farías disputa la obtención de la pelota con Leonardo Senatore. Ambos serán titulares hoy.
MENDOZA (De nuestro enviado especial, Federico Espósito). Dos hombres sostienen una charla de café frente a la plaza Independencia, la principal de la capital mendocina. "¿Vas a ir a ver a Los Pumas?", pregunta el más joven. "Sí, voy con el más chico, que es al único de los tres al que le gusta el rugby", responde el otro, para envidia del primero, que no podrá asistir por razones laborales.
En las adyacencias del estadio Malvinas Argentinas, un taxista cuenta que los sábados trabaja a la mañana, pero que su compañero del turno vespertino le pidió cambiar de turno por esta vez. Ahora, estacionado frente a un escudo de la UAR, entiende por qué.
No muy lejos de allí, un tipo camina por una vereda cualquiera, desafiando a la ola polar (que al lado de la Cordillera es aún más cruenta) solo con una vieja camiseta de Los Pumas manga larga.
Así se expresa la fiebre Puma en Mendoza: sin estridencia celeste y blanca, ni exceso de carteles con slogans triunfalistas. No se la advierte a simple vista, pero está ahí, en las conversaciones de calle, en las rondas de mate al sol en la plaza, en las tapas de los diarios. "Los Pumas, con todo el afecto mendocino", tituló "Los Andes". "Dueños de la mística", define el suplemento deportivo "Más".
Quizás sea una provincia de segundo orden frente a templos rugbísticos como Tucumán, Córdoba o Buenos Aires, pero Mendoza también tiene su identidad ovalada, representada por clubes como Liceo, Teqüé, Marista o Los Tordos. Y si los tucumanos preguntamos primero por Julio Farías, Nicolás Sánchez y Benjamín Macome, a los cuyanos les interesan Juan Pablo Orlandi, Matías Díaz y Eusebio Guiñazú.
Por eso, más de 3.000 personas acudieron al Polideportivo "Juan Domingo Ribosqui" el jueves por la tarde, primer ítem del itinerario Puma tras su arribo a Mendoza. Allí se realizó el evento "Pumas Solidarios", en el que los jugadores hicieron entrega de camisetas y pelotas autografiadas. "El recibimiento de la gente fue espectacular. Cosas así te llenan de ganas para jugar", sostuvo "Nico" Sánchez.
Por otro lado, Graham Henry, asesor del staff técnico, brindó una charla a la que asistieron 180 técnicos locales y de todo el país. Henry expuso que a Los Pumas "les falta más competencia profesional" y anheló que "a partir de 2016 la UAR consiga una franquicia en el Súper Rugby para que los jugadores puedan competir con los mejores a nivel mundial".
Según la experimentada visión del entrenador que llevó a los All Blacks a ser campeones del mundo tras 24 años en 2011, el juego en el rugby "comienza cuando se tiene la pelota" y los equipos que trascienden "son los que hacen las cosas simples".
En las adyacencias del estadio Malvinas Argentinas, un taxista cuenta que los sábados trabaja a la mañana, pero que su compañero del turno vespertino le pidió cambiar de turno por esta vez. Ahora, estacionado frente a un escudo de la UAR, entiende por qué.
No muy lejos de allí, un tipo camina por una vereda cualquiera, desafiando a la ola polar (que al lado de la Cordillera es aún más cruenta) solo con una vieja camiseta de Los Pumas manga larga.
Así se expresa la fiebre Puma en Mendoza: sin estridencia celeste y blanca, ni exceso de carteles con slogans triunfalistas. No se la advierte a simple vista, pero está ahí, en las conversaciones de calle, en las rondas de mate al sol en la plaza, en las tapas de los diarios. "Los Pumas, con todo el afecto mendocino", tituló "Los Andes". "Dueños de la mística", define el suplemento deportivo "Más".
Quizás sea una provincia de segundo orden frente a templos rugbísticos como Tucumán, Córdoba o Buenos Aires, pero Mendoza también tiene su identidad ovalada, representada por clubes como Liceo, Teqüé, Marista o Los Tordos. Y si los tucumanos preguntamos primero por Julio Farías, Nicolás Sánchez y Benjamín Macome, a los cuyanos les interesan Juan Pablo Orlandi, Matías Díaz y Eusebio Guiñazú.
Por eso, más de 3.000 personas acudieron al Polideportivo "Juan Domingo Ribosqui" el jueves por la tarde, primer ítem del itinerario Puma tras su arribo a Mendoza. Allí se realizó el evento "Pumas Solidarios", en el que los jugadores hicieron entrega de camisetas y pelotas autografiadas. "El recibimiento de la gente fue espectacular. Cosas así te llenan de ganas para jugar", sostuvo "Nico" Sánchez.
Por otro lado, Graham Henry, asesor del staff técnico, brindó una charla a la que asistieron 180 técnicos locales y de todo el país. Henry expuso que a Los Pumas "les falta más competencia profesional" y anheló que "a partir de 2016 la UAR consiga una franquicia en el Súper Rugby para que los jugadores puedan competir con los mejores a nivel mundial".
Según la experimentada visión del entrenador que llevó a los All Blacks a ser campeones del mundo tras 24 años en 2011, el juego en el rugby "comienza cuando se tiene la pelota" y los equipos que trascienden "son los que hacen las cosas simples".
NOTICIAS RELACIONADAS