Positiva recuperación del Museo Folclórico

25 Agosto 2013
El conjunto de los edificios y los objetos de valor histórico o artístico pertenecientes a un país conforman el patrimonio arquitectónico. Estos están íntimamente relacionados con la identidad de una comunidad porque forman parte de su pasado. Conscientes de su importancia, muchos pueblos han desarrollado políticas específicas para su protección y conservación y le han dado una proyección turística. El intenso caudal de visitantes que recibe Europa o Asia va en busca no solo de paisajes bonitos, sino de museos, monumentos, obras de arte, edificios con valor histórico y arquitectónico. Por eso siempre es una buena noticia, cuando se recupera una pieza de ese acervo preciado.

Reabrió sus puertas ayer el Museo Folclórico de la provincia, posiblemente la vivienda más antigua de la ciudad. El cierre del inmueble, ubicado en 24 de Septiembre 565, se produjo como consecuencia de haberse inclinado la pared del frente. Según la información oficial, ese muro se construyó alrededor de 1750 con ladrillos cocidos. "Lo que sucede es que el muro de fachada se ha inclinado. Se ha hecho un estudio exhaustivo por parte de expertos de la UNT -tanto de patrimonio como de estructuras- del muro de la fachada. Es una pared de adobe y ya tenía otras intervenciones anteriores que habían sido perjudiciales; hubo que hacer un estudio muy especial para tratar de volverla a plomo", dijo la representante de la Unsta ante la Comisión de Patrimonio de la Provincia en marzo de 2011 cuando se instaló una pasarela en la vereda para evitar accidentes, pese a ello, la casa podía aún ser visitada por los turistas.

La idea de la restauración había comenzado a gestarse en mayo de 2008, cuando la Legislatura aprobó un proyecto por el cual se declaraba el estado de emergencia edilicia de todos los museos de la provincia. Se señalaba el carácter urgente de su recuperación y la iniciativa acompañaba la decisión del Poder Ejecutivo ya en marcha de restaurar los museos Navarro, Avellaneda, Folclórico y la Casa Padilla.

Se inició luego un proceso en el cual intervino la Comisión Nacional de Sitios y Monumentos Históricos. "El revoque exterior posiblemente fue de arena, polvo de ladrillo y cal. En el interior se usaba tierra arcillosa, pelos y paja con estiércol", afirmó en agosto de 2011 un experto de ese organismo, que vino invitado por el Ente de Cultura. "Los monumentos transmiten mensajes; eso permite reconstruir y devolverles la memoria a los tucumanos, la cual no comienza en 1816", agregó Carlos Moreno.

La recuperación de la casona aún no ha concluido: restan recuperarse dos salas restantes y el segundo patio donde tendrán lugar espectáculos. El museo cuenta con alrededor de 1.000 objetos, y una sala en homenaje a Mercedes Sosa, inaugurada en diciembre de 2010, que podría ser enriquecida con el aporte de objetos, fotos o cartas de amigos que recordaran a la gran cantora tucumana.

Nos parece sumamente positiva la recuperación y revalorización de este inmueble que integra nuestro patrimonio histórico, donde murió José Eusebio Colombres, congresista de la Independencia, considerado el padre de la industria azucarera. Sería importante que se diseñara una política de protección y mantenimiento de otros edificios valiosos, así como un presupuesto adecuado a tal fin. De ese modo, no habría inmuebles preciados en situación de riesgo, como la ex sede de Rentas, en San Martín y Maipú, que está cerrada y su deterioro avanza impiadosamente.

La herencia arquitectónica constituye una parte importante de nuestro pasado. "No es necesario matar a los abuelos para que vivan mejor los nietos", solía decir Atahualpa Yupanqui.

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