Por Marcelo Aguaysol
25 Agosto 2013
No hay nada más placentero que un sábado con ritmo tropical en la redacción. Los chicos de La Banda del Río Salí vinieron de visita; entraron, tocaron y cambiaron -por unos instantes- tensión por sonrisas y movimiento, como el de algunas peluquerías, según el informe de TUcumanos. El mismo baile que le imprimió anoche Atlético a Independiente, cada vez más rojo de vergüenza. Y tan colorado fue el escenario como la inflación que le pone presión al peso y resta poder adquisitivo a las familias argentinas. Una vergüenza tan grande como revelar la conducta de niños que delinquen en las escuelas. Así se fue apagando la jornada, con la alegría del triunfo futbolero y también del rubgy. Alguien en esta redacción preguntó: "¿cómo es posible que se celebren las derrotas?". Los Pumas arañaron la victoria, pero les faltaron cinco para el peso.