No hay nada más placentero que un sábado con ritmo tropical en la redacción. Los chicos de La Banda del Río Salí vinieron de visita; entraron, tocaron y cambiaron -por unos instantes- tensión por sonrisas y movimiento, como el de algunas peluquerías, según el informe de TUcumanos. El mismo baile que le imprimió anoche Atlético a Independiente, cada vez más rojo de vergüenza. Y tan colorado fue el escenario como la inflación que le pone presión al peso y resta poder adquisitivo a las familias argentinas. Una vergüenza tan grande como revelar la conducta de niños que delinquen en las escuelas. Así se fue apagando la jornada, con la alegría del triunfo futbolero y también del rubgy. Alguien en esta redacción preguntó: "¿cómo es posible que se celebren las derrotas?". Los Pumas arañaron la victoria, pero les faltaron cinco para el peso.

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