28 Agosto 2013
Amado u odiado. Fuera de Boca (a veces dentro), Juan Román Riquelme no tiene, y jamás tuvo, un justo medio. El ídolo, por el cual los hinchas hicieron un banderazo único, nacional y masivo en su apoyo (en 2012 pedían su vuelta), se hizo acreedor de los mejores halagos. Apodos como "Mago" o "El último 10" dieron vuelta al mundo del fútbol como ese jugador distinto, exquisito y mágico, que hasta hoy es considerado el mejor enganche del planeta por muchos reconocidos -no sólo del ambiente-. Pero el mismo Román fue (y es) el blanco de duras críticas. Claro está, los que le dieron la espalda no pudieron bombardear su juego (los que lo hicieron ahora deben cargar con que sus críticas futbolísticas hayan ido a parar al olvido). Es la personalidad a lo que apuntan sus detractores. También su manejo de vestuario.

El hecho de que Riquelme conteste polémicas, porque cuando creció también fuera de la cancha se le animó a los micrófonos que lo intimidaban en sus comienzos, siempre aviva la llama. Hoy su nombre pesa mucho y él, pícaro, sabe lo que provoca. Más de una vez fue centro de discusiones.

Para muchos DT fue el mejor jugador que dirigieron y para otros, el más conflictivo. Muchos ex compañeros lo quieren de vuelta, pero más de uno le hizo la cruz dejándolo mal parado. En el último tiempo, unos le tiraron flores y otros, dardos. Recopilación.

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