Estofán no cierra la puerta a su re-reelección en la Corte

"Si me eligen para continuar, como es una carga pública, debo aceptar", destacó. El magistrado llegó al alto tribunal tucumano en 2007. Los vocales Gandur y Sbdar también son posibles "candidatos".

Antonio Estofán. LA GACETA / ARCHIVO Antonio Estofán. LA GACETA / ARCHIVO
01 Septiembre 2013
Quien hace dos, ¿hace tres? "Sí, si así lo quieren mis compañeros", dijo este jueves Antonio Estofán, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT) elegido por primera vez en 2009 y reelecto en 2011. El ex fiscal de Estado del Gobierno de José Alperovich dejó así abierta la posibilidad de retener durante dos años más el máximo cargo de los Tribunales locales.

"En realidad, en mi fuero íntimo quisiera descansar. Pero a eso lo van a resolver mis pares. No hemos conversado aún sobre las próximas elecciones", matizó Estofán, al término de un acto en el Colegio de Abogados de la Capital por el Día del Abogado. En esa oportunidad, Francisco García Posse, presidente de la entidad, dijo que nadie podía desconocer que ningún fuero judicial funcionaba como debería.

El agotamiento y el rosario de quejas sobre el rendimiento de los Tribunales no serían razones de peso para declinar una eventual tercera presidencia. "Al principio yo tenía ganas de hacer todo. A esta altura de mi vida veo que, si me eligen (como titular del alto tribunal), como es una carga pública, debo aceptarlo. Es un trabajo que no tiene una remuneración particular, por eso le llamo carga pública", precisó Estofán.

El magistrado llegó a la CSJT en 2007 por la renuncia de Alfredo Dato, cuando el entonces titular del alto tribunal dejó la Justicia para encabezar la lista de diputados nacionales del Frente para la Victoria.

Un plus

La renovación de las autoridades de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán se produce tradicionalmente en octubre, en una reunión a puertas cerradas en la que participan sus cinco miembros.

Esta votación, además, incide sobre la elección del representante titular de ese estrado en el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM), quien -por ley- ejerce la presidencia del órgano creado en 2009. Desde entonces, el sillón en el CAM entra en el reparto de espacios de poder reservados para los vocales de la Corte.

Serían candidatos a esos cargos Estofán, Antonio Gandur -en su entorno dicen que este quiere jubilarse como presidente de la CSJT- y Claudia Sbdar.

La magistrada, desde diciembre, es titular del CAM por la designación de su anterior presidente, el vocal Daniel Posse, como miembro del Jurado de Enjuiciamiento (la Constitución establece que un integrante del CAM no puede participar en el órgano de remoción de los jueces). Posse también podría volver al Consejo o reemplazar a Estofán.

Más lejos de ambas posibilidades está el vocal decano René Goane, que este año tomó una prolongada licencia por enfermedad. Pero su sufragio será decisivo para definir la elección: en principio, Goane sería proclive a armar una mayoría con Estofán y Gandur -y, quizá, Posse- que, autovoto mediante, se quede con las dos presidencias en juego.

La votación de este año tiene un plus: el presidente del alto tribunal integrará la Junta Electoral Provincial que fiscalizará los comicios de 2015. Además de esa responsabilidad clave, la Ley Orgánica del Poder Judicial atribuye al titular de la Corte las siguientes facultades: representar a la Justicia; ejercer las atribuciones de superintendencia delegadas por la Corte Suprema y proveer en las no delegadas, en caso de urgencia, con cargo de dar cuenta; dictar las providencias de mero trámite; ordenar y distribuir el despacho del Tribunal, y cuidar de su disciplina y economía interior, y ejercer las demás funciones que le confieran las leyes provinciales y reglamentos internos.

Ideal distante

Estofán fue el primero de los tres vocales de la Corte que nombró Alperovich, que en 2008 designó a Claudia Sbdar (por la dimisión de Héctor Area Maidana) y, en 2010, a Daniel Posse (por la renuncia de Alberto Brito). Al momento de asumir su cargo judicial, el ex fiscal de Estado explicitó que era amigo personal del mandatario y que iba a apartarse de todos los pleitos en que este fuese parte. En 2009, cuando debutó como presidente del alto tribunal, Estofán dijo: "vamos a consensuar todas las decisiones de la Corte. Anticipé a mis colegas que seré un poco cargoso provocando más reuniones de lo normal y consultando las decisiones aunque luego yo ponga la firma".

Ese ideal de armonía y trabajo en equipo distaría mucho de la actualidad del alto tribunal, pese a que los nombramientos de tres de sus integrantes tienen el mismo origen. LA GACETA consultó este jueves a Estofán si era cierto que el clima interno era tan malo como parecía desde afuera. El magistrado respondió: "no, no sé a qué llaman clima interno. Yo soy amigo de algunos vocales y de otros no. El hecho de que estemos trabajando juntos no nos obliga a tener amistad. Como todo cuerpo colegiado, hay diferentes opiniones. En el trabajo se ven algunas resoluciones y acordadas con disidencias, que es lo de siempre: pasa ahora y pasaba antes de esta Corte también".

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