Empate en la tribuna

Las hinchadas festejaron muy cerca unos de otros y no hubo incidentes.

TENSIÓN. Los hinchas vivieron con nerviosismo el partido. TENSIÓN. Los hinchas vivieron con nerviosismo el partido.
01 Septiembre 2013
Lo que se vivió ayer en el Parque de la Joven Argentina será difícil de repetir en una cancha de rugby. Las emociones que se palparon desde la previa en las calles hasta el momento del partido en las tribunas fueron incontrolables por momentos y casi tan dramáticas como en el juego y el marcador. ¿Lo mejor? Todo eso sucedió con ambas hinchadas a la par.

Entusiasmado por una más que concreta posibilidad de festejar la obtención de la corona en su tierra, Huirapuca se preparó para recibir el aluvión humano que partió en caravana hacia Concepción. Mientras Los Tarcos y Tucumán Rugby se sacaban los ojos en un partido preliminar de antología, llegó la hinchada de Cardenales, a puro bombo y platillo, envuelta en una bandera gigante.

La de Huirapuca esperaba en versión miniatura detrás de una de las haches: decenas de infantiles cantaban y saltaban desde temprano, en representación de la "titular", que llegaría más cerca del partido decisivo, en medio de un estruendo verde y rojo.

El ingreso de los equipos casi que anunció el desenlace: como el año pasado, Cardenales se robó el show con una entrada a toda orquesta a través de un pasillo humano y escoltado por el humo de las bengalas negras, rojas y amarillas. "Huira" entró después, acompañado por una marea de aplausos, pero sin tanto circo como su huésped.

Toda Concepción se unió para empujar a su equipo desde afuera de la cancha. Cuando "nales" se puso al frente, parte de la barra concepcionense comenzó a peregrinar alrededor de la cancha para levantar al pueblo "gaucho". El final no fue el que esperaban, pero la vitrina igualmente se abrirá para otra copa. Al fin y al cabo, eso es lo que importa.

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