04 Septiembre 2013
PREMIADOS. Juan Esteban Palferro Jerez (primer premio del 2° nivel) y Luciano Sollazzo (segundo premio). LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Creen que es pura mala fama. "Si los adolescentes rechazan las ciencias duras, como la física, la matemática y la química es sólo por prejuicio", reconocen dos alumnos de la Escuela Normal "Juan Bautista Alberdi" de capital, que ganaron la instancia nacional de la Olimpíada Argentina de Ciencia Junior. "Lo que pasa es que muchos chicos apenas ven palabras raras dicen no, esto es muy difícil, y ya no estudian", se lamentan Juan Esteban Palferro Jerez y Luciano Sollazzo, primero y segundo premio (2° nivel), ambos de 14 años. "Pero si persisten un poco más se dan cuenta de que está bueno conocer porqué suceden las cosas de todos los días", concluyen con entusiasmo.
Volvieron felices de Mendoza donde se realizó el certamen organizado por la Universidad de Cuyo, con el auspicio de la Unesco, la Asociación de Profesores de Física de la Argentina y el Centro de Desarrollo del Pensamiento Científico en Niños y Adolescentes (Recreo). "Muchos compañeros piensan que tuvimos que resolver problemas todo el tiempo, pero ¡nada que ver!".
"Fue una experiencia muy linda, conocimos muchos chicos de nuestra edad y con ellos nos mantenemos en contacto por face. Tuvimos tres pruebas pero el resto de los cinco días que estuvimos paseamos, conocimos nuevos lugares, tuvimos una fiesta, hicimos una excursión a la alta montaña y jugamos con nieve", relata Juan Esteban. "Yo ya conocía la nieve en Tafí del Valle ¡pero esta vez hice mi primera guerrita con bolas de nieve!", sonríe Luciano. "El viaje incluyó el pasaje, el hotel y la comida", agrega la profesora Gabriela Orillo, coordinadora de la olimpíada en la Normal y responsable de la preparación de los chicos.
De Tucumán participó una decena de alumnos de distintos establecimientos. Los estudiantes del Colegio del Sol participaron en dos categorías por edades: en el nivel 1, Franco Werner y Milagros Ramos Olivera obtuvieron el primer puesto, y en el nivel 2, Camila Ramos Olivera y Lisandro Müller Yane lograron el segundo y tercer puesto. En todos los casos, los alumnos recibieron apoyo en horario extracurricular en Química, Biología y Física. El entrenamiento consistía tanto en teoría como en práctica, es decir, trabajo de laboratorio. Para ser seleccionados rindieron las instancias colegial e intercolegial en Tucumán y luego la nacional en Mendoza. La próxima etapa será el mes que viene, la panamericana, pero solamente podrán intervenir los alumnos que obtuvieron el primer puesto en el nivel 2, ya que son los más grandes de edad. El encuentro volverá a ser en Mendoza.
La pata muslo
Fueron 300 chicos de todo el país los que participaron del certamen, pero también se divirtieron y compartieron momentos inolvidables. "Uno de los ejercicios de la prueba de experimentación (del nivel 2) consistía en analizar una pata muslo con la ayuda de un bisturí. Se la estudiaba desde los puntos de vista físico, químico y biológico. Por ejemplo, se veían las articulaciones, los músculos... Esa misma noche ¿sabés que pasó en la cena? ¡Nos sirvieron pata muslo! ¡Fue muy chistoso, hicimos bromas de todo tipo y nos reímos mucho!", recuerdan.
Esteban y Luciano están convencidos: si todos los chicos lograran atravesar ese "prejuicio" inicial de las "palabras difíciles" podrían divertirse como ellos y pasarla bien con las ciencias y los experimentos.
Volvieron felices de Mendoza donde se realizó el certamen organizado por la Universidad de Cuyo, con el auspicio de la Unesco, la Asociación de Profesores de Física de la Argentina y el Centro de Desarrollo del Pensamiento Científico en Niños y Adolescentes (Recreo). "Muchos compañeros piensan que tuvimos que resolver problemas todo el tiempo, pero ¡nada que ver!".
"Fue una experiencia muy linda, conocimos muchos chicos de nuestra edad y con ellos nos mantenemos en contacto por face. Tuvimos tres pruebas pero el resto de los cinco días que estuvimos paseamos, conocimos nuevos lugares, tuvimos una fiesta, hicimos una excursión a la alta montaña y jugamos con nieve", relata Juan Esteban. "Yo ya conocía la nieve en Tafí del Valle ¡pero esta vez hice mi primera guerrita con bolas de nieve!", sonríe Luciano. "El viaje incluyó el pasaje, el hotel y la comida", agrega la profesora Gabriela Orillo, coordinadora de la olimpíada en la Normal y responsable de la preparación de los chicos.
De Tucumán participó una decena de alumnos de distintos establecimientos. Los estudiantes del Colegio del Sol participaron en dos categorías por edades: en el nivel 1, Franco Werner y Milagros Ramos Olivera obtuvieron el primer puesto, y en el nivel 2, Camila Ramos Olivera y Lisandro Müller Yane lograron el segundo y tercer puesto. En todos los casos, los alumnos recibieron apoyo en horario extracurricular en Química, Biología y Física. El entrenamiento consistía tanto en teoría como en práctica, es decir, trabajo de laboratorio. Para ser seleccionados rindieron las instancias colegial e intercolegial en Tucumán y luego la nacional en Mendoza. La próxima etapa será el mes que viene, la panamericana, pero solamente podrán intervenir los alumnos que obtuvieron el primer puesto en el nivel 2, ya que son los más grandes de edad. El encuentro volverá a ser en Mendoza.
La pata muslo
Fueron 300 chicos de todo el país los que participaron del certamen, pero también se divirtieron y compartieron momentos inolvidables. "Uno de los ejercicios de la prueba de experimentación (del nivel 2) consistía en analizar una pata muslo con la ayuda de un bisturí. Se la estudiaba desde los puntos de vista físico, químico y biológico. Por ejemplo, se veían las articulaciones, los músculos... Esa misma noche ¿sabés que pasó en la cena? ¡Nos sirvieron pata muslo! ¡Fue muy chistoso, hicimos bromas de todo tipo y nos reímos mucho!", recuerdan.
Esteban y Luciano están convencidos: si todos los chicos lograran atravesar ese "prejuicio" inicial de las "palabras difíciles" podrían divertirse como ellos y pasarla bien con las ciencias y los experimentos.