04 Septiembre 2013
SIN PASO. Los alumnos quedaron en la puerta. LA GACETA / FOTO DE HÉCTOR PERALTA
Un clima efervescente se vivió esta tarde en el Instituto San Antonio de Padua, ubicado en calle Fray M. Esquiú 189. Docentes del nivel primario se congregaron junto a personal de SADOP en el local educativo, con el fin de exigir una solución al reclamo salarial que realizan hace un tiempo. Las maestras aseguran que perciben $1.200 de sueldo, y en negro.
A causa de esto, las autoridades tomaron la medida de no dictar clases, lo que generó confusión también entre los padres que se acercaron a dejar a sus hijos al lugar. "No permitieron que entre nadie durante un largo tiempo, ni a los más chicos. Cerraron con llave las puertas y pusieron seguridad privada. Llamamos al Ministerio de Trabajo y llegaron los inspectores, pero, una vez má,s no dejaron ingresar a nadie. Tuvieron que labrar las actas en la vereda", comentó Teresa Hernández de Ramayo, de SADOP.
"El conflicto se generó por el reclamo de las docentes del nivel primario que cobran $ 1.200, mucho menos que una empleada doméstica. Ellas presentaron una carta documento y vinimos a hacer la inspección, pero nos topamos con esto. No es la primera vez que vemos irregularidades en el lugar. Queremos que la directora de la institución de una solución. Y esta no es la manera", cerró Teresa de Ramayo.
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