06 Septiembre 2013
El cuerpo de Paulina Lebbos fue hallado el 11 de marzo de 2006 a la vera de la ruta 341. A partir de allí, más de 20 policías tuvieron intervención en el lugar hasta que el cadáver fue llevado a la morgue, sin contar a la veintena de efectivos que controlaron el tránsito.
Desde que los hermanos Sergio y Marcelo Goitea lo vieron, hasta que llegó la Policía Científica el 12 de marzo a las 6.30, el cadáver fue movido. Por eso, el fiscal de Instrucción de la IV° Nominación Diego López Ávila decidió llamar a declarar a todas las personas que estuvieron esos días en el lugar. Entre ellos se encuentran el entonces secretario de Seguridad Eduardo Di Lella y los ex jefes y subjefes de Policía, Hugo Sánchez y Nicolás Barrera.
Habrá más de 50 testimonios que serán escuchados por el equipo de investigadores que armó López Ávila, integrado por Constanza Vázquez, Guillermo Taylor y Mariana Stein. Ya comenzaron a desfilar por el "búnker" instalado en el primer piso de los tribunales penales los empleados de la Dirección Provincial de Vialidad que trabajaron en la ruta 341 los días previos al hallazgo del cuerpo. Fuentes judiciales comentaron que los empleados de vialidad le contaron al fiscal que no vieron a policías rastrillar la zona entre la fecha en que desapareció Paulina y el día del hallazgo del cuerpo. Ellos estuvieron haciendo diversos trabajos en la ruta, y a pesar de que sus nombres se encontraban en el expediente, nunca habían citados a declarar en la causa, afirmaron fuentes de la investigación.
Cuando los hermanos Goitea regresaron al lugar en el que fue encontrado el cuerpo, junto al policía retirado, de apellido Rodríguez. Según consta en el expediente, este último dio aviso a la comisaría de Raco y tomó las primeras fotos del cadáver. Cerca de las 16 llegaron el entonces comisario Enrique García, el oficial Manuel Yapura y el suboficial Roberto Lencina. Estos tres deberán enfrentar en diciembre un juicio oral, acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Cerca de las 19.30 arribó al lugar quien era el jefe de la Regional Norte, Rubén Brito, y un poco más tarde lo hicieron Di Lella, Sánchez y Barrera. Esas autoridades, más unos ocho policías de distintas dependencias, estuvieron hasta las 22, cuando el fiscal Alejandro Noguera (que llegó a las 21) decidió que las peritos trabajaran a la mañana siguiente, cuando se hiciera de día.
Desde que los hermanos Sergio y Marcelo Goitea lo vieron, hasta que llegó la Policía Científica el 12 de marzo a las 6.30, el cadáver fue movido. Por eso, el fiscal de Instrucción de la IV° Nominación Diego López Ávila decidió llamar a declarar a todas las personas que estuvieron esos días en el lugar. Entre ellos se encuentran el entonces secretario de Seguridad Eduardo Di Lella y los ex jefes y subjefes de Policía, Hugo Sánchez y Nicolás Barrera.
Habrá más de 50 testimonios que serán escuchados por el equipo de investigadores que armó López Ávila, integrado por Constanza Vázquez, Guillermo Taylor y Mariana Stein. Ya comenzaron a desfilar por el "búnker" instalado en el primer piso de los tribunales penales los empleados de la Dirección Provincial de Vialidad que trabajaron en la ruta 341 los días previos al hallazgo del cuerpo. Fuentes judiciales comentaron que los empleados de vialidad le contaron al fiscal que no vieron a policías rastrillar la zona entre la fecha en que desapareció Paulina y el día del hallazgo del cuerpo. Ellos estuvieron haciendo diversos trabajos en la ruta, y a pesar de que sus nombres se encontraban en el expediente, nunca habían citados a declarar en la causa, afirmaron fuentes de la investigación.
Cuando los hermanos Goitea regresaron al lugar en el que fue encontrado el cuerpo, junto al policía retirado, de apellido Rodríguez. Según consta en el expediente, este último dio aviso a la comisaría de Raco y tomó las primeras fotos del cadáver. Cerca de las 16 llegaron el entonces comisario Enrique García, el oficial Manuel Yapura y el suboficial Roberto Lencina. Estos tres deberán enfrentar en diciembre un juicio oral, acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Cerca de las 19.30 arribó al lugar quien era el jefe de la Regional Norte, Rubén Brito, y un poco más tarde lo hicieron Di Lella, Sánchez y Barrera. Esas autoridades, más unos ocho policías de distintas dependencias, estuvieron hasta las 22, cuando el fiscal Alejandro Noguera (que llegó a las 21) decidió que las peritos trabajaran a la mañana siguiente, cuando se hiciera de día.
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