11 Septiembre 2013
URGENCIA. La Policía ingresó anoche al country para frenar el siniestro. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARAOZ
El viento propagó las llamas en la base del cerro San Javier. Ayer al atardecer, la preocupación aumentó por la falta de luz natural para combatir el fuego. El pánico envolvió a los residentes del country "Las Yungas", en Yerba Buena. Los llamados telefónicos a los bomberos no cesaban. Con el correr de las horas, el miedo se instaló entre los vecinos, cuando la Policía no descartó la posibilidad de evacuar el country.
En medio de la oscuridad de la montaña, los bomberos Voluntarios de Yerba Buena y de la Policía lucharon contra el fuego. El miedo parecía una enfermedad contagiosa entre los vecinos, cuando vieron que las llamas estaban a tan sólo 150 metros de la cerca perimetral del country. Por sugerencia de los bomberos, algunos residentes comenzaron a regar la cerca de alambre rodeada de plantas a modo de prevención. Mientras todos trabajaban a destajo para apagar el fuego, sonó el teléfono en la sede de los bomberos de Lules.
De inmediato, salió una dotación de bomberos rumbo a Yerba Buena. Las llamas podían verse desde el camino de Sirga. Por momentos, el fuego crecía y luego aminoraba su potencia. El sonido de las brasas consumiéndolo todo a su paso era estremecedor.
Con mangueras
El momento de mayor temor se vivió entre las 22 y las 23, cuando las llamas se encontraban a unos 100 metros del country. Alarmados, los propietarios de las viviendas ubicadas cerca del vallado del barrio privado sacaron baldes, conectaron mangueras y comenzaron a mojar ese sector. Incluso ingresó al predio un tractor cargando un tanque de agua por si llegaba a ser necesaria su utilización en caso de emergencia. Según fuentes policiales, la decisión de evacuar el country estuvo a punto de tomarse, aunque finalmente se desistió de esa idea.
Una unidad móvil de "Incendios Forestales" y de la Municipalidad de Yerba Buena, además de diferentes dotaciones de bomberos, rodearon la zona con rapidez. Según explicaron algunas de las personas que trabajaron en el lugar, el viento que soplaba a esa hora avivaba aún más las llamas lo que dificultó las tareas de los bomberos.
Al cierre de esta edición la calma retornaba lentamente a "Las Yungas" debido a que los bomberos habían conseguido controlar la situación y sólo quedaban pequeños focos en la montaña, que intentaban apagar.
En medio de la oscuridad de la montaña, los bomberos Voluntarios de Yerba Buena y de la Policía lucharon contra el fuego. El miedo parecía una enfermedad contagiosa entre los vecinos, cuando vieron que las llamas estaban a tan sólo 150 metros de la cerca perimetral del country. Por sugerencia de los bomberos, algunos residentes comenzaron a regar la cerca de alambre rodeada de plantas a modo de prevención. Mientras todos trabajaban a destajo para apagar el fuego, sonó el teléfono en la sede de los bomberos de Lules.
De inmediato, salió una dotación de bomberos rumbo a Yerba Buena. Las llamas podían verse desde el camino de Sirga. Por momentos, el fuego crecía y luego aminoraba su potencia. El sonido de las brasas consumiéndolo todo a su paso era estremecedor.
Con mangueras
El momento de mayor temor se vivió entre las 22 y las 23, cuando las llamas se encontraban a unos 100 metros del country. Alarmados, los propietarios de las viviendas ubicadas cerca del vallado del barrio privado sacaron baldes, conectaron mangueras y comenzaron a mojar ese sector. Incluso ingresó al predio un tractor cargando un tanque de agua por si llegaba a ser necesaria su utilización en caso de emergencia. Según fuentes policiales, la decisión de evacuar el country estuvo a punto de tomarse, aunque finalmente se desistió de esa idea.
Una unidad móvil de "Incendios Forestales" y de la Municipalidad de Yerba Buena, además de diferentes dotaciones de bomberos, rodearon la zona con rapidez. Según explicaron algunas de las personas que trabajaron en el lugar, el viento que soplaba a esa hora avivaba aún más las llamas lo que dificultó las tareas de los bomberos.
Al cierre de esta edición la calma retornaba lentamente a "Las Yungas" debido a que los bomberos habían conseguido controlar la situación y sólo quedaban pequeños focos en la montaña, que intentaban apagar.