17 Septiembre 2013
CLAVE. Hay que lograr que las personas en riesgo puedan pedir ayuda.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) instaron "a terminar con el estigma que sufren las personas con trastornos mentales o comportamiento suicida, una de las principales barreras para prevenir que se quiten la vida". También se informó que en las Américas, más de 60.000 personas terminan con su vida cada año. Las organizaciones realizaron tal llamado con motivo de haberse conmemorado el martes 10 el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
"El suicidio constituye un serio problema de salud pública en las Américas. Debemos cambiar las actitudes de la sociedad hacia las enfermedades mentales y el comportamiento suicida para que las personas en riesgo o sus familias no sientan temor, vergüenza o discriminación a la hora de pedir o buscar ayuda", señaló la directora de la OPS/OMS, Carissa F. Etienne, y agregó que este cambio "podría salvar miles de vidas". Por eso el lema elegido este año es: "El estigma: una barrera importante para la prevención del suicidio". La OMS apunta a mejorar la educación en el tema y aumentar la conciencia de que el suicidio es prevenible. Más del 90% de los casos de suicidio se asocian con trastornos psiquiátricos, aunque también existen otros factores sociales, económicos y culturales que influyen en este comportamiento. Sin embargo, muchas de estas personas no entran en contacto con los servicios de salud o sociales. Por otro lado, en muchos casos no hay servicios disponibles para ayudarlos en momentos de crisis.
Faltan acceso y educación
Esta falta de acceso a la atención adecuada es uno de los factores que aumentan el estigma asociado con la enfermedad mental y con el comportamiento suicida. El estigma puede surgir por diversas razones, entre ellas, la falta de conocimiento sobre el tema. Una de las formas de abordarlo es mediante programas educativos basados en la comunidad y dirigidos a subgrupos específicos de riesgo.
"El suicidio constituye un serio problema de salud pública en las Américas. Debemos cambiar las actitudes de la sociedad hacia las enfermedades mentales y el comportamiento suicida para que las personas en riesgo o sus familias no sientan temor, vergüenza o discriminación a la hora de pedir o buscar ayuda", señaló la directora de la OPS/OMS, Carissa F. Etienne, y agregó que este cambio "podría salvar miles de vidas". Por eso el lema elegido este año es: "El estigma: una barrera importante para la prevención del suicidio". La OMS apunta a mejorar la educación en el tema y aumentar la conciencia de que el suicidio es prevenible. Más del 90% de los casos de suicidio se asocian con trastornos psiquiátricos, aunque también existen otros factores sociales, económicos y culturales que influyen en este comportamiento. Sin embargo, muchas de estas personas no entran en contacto con los servicios de salud o sociales. Por otro lado, en muchos casos no hay servicios disponibles para ayudarlos en momentos de crisis.
Faltan acceso y educación
Esta falta de acceso a la atención adecuada es uno de los factores que aumentan el estigma asociado con la enfermedad mental y con el comportamiento suicida. El estigma puede surgir por diversas razones, entre ellas, la falta de conocimiento sobre el tema. Una de las formas de abordarlo es mediante programas educativos basados en la comunidad y dirigidos a subgrupos específicos de riesgo.