Aplauden la democracia, pero piden más calidad

Autoridades del Derecho Constitucional criticaron el hiperpresidencialismo y reclamaron más división de poderes en la apertura del foro. La jornada inaugural desnudó numerosas inquietudes relativas al funcionamiento de las instituciones. Los constitucionalistas recordaron al tucumano Alberdi y al mexicano Carpizo.

AUTORIDADES. Midón se dirige a los asistentes al foro; en segundo plano escuchan Díaz Ricci, Valadés y Amado. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA AUTORIDADES. Midón se dirige a los asistentes al foro; en segundo plano escuchan Díaz Ricci, Valadés y Amado. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA
18 Septiembre 2013

Argentinos y mexicanos pusieron las bases del constitucionalismo regional en 1974, con la fundación del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional. En esa época merodeaban a sus anchas la dictadura y la militarización: en 1973, el suicidio del presidente Salvador Allende había sido el alarido triunfal del golpe de Estado en Chile.

Tales antecedentes obligan a celebrar la vigencia de la democracia en la mayoría de los países iberoamericanos. Mario Midón, presidente de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional, y Diego Valadés, titular del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional, reconocieron y saludaron esa estabilidad en la apertura del XI Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional "Jorge Carpizo". Pero ambos también advirtieron déficits estructurales e hicieron votos para proseguir en la búsqueda del "néctar de la primavera institucional", como denominó Midón al estado constitucional deseado.

Antes de exponer sus perspectivas críticas, los oradores felicitaron a Sergio Díaz Ricci, profesor de la Universidad Nacional de Tucumán y vocal del Tribunal de Cuentas, por la organización del congreso, que comenzó ayer en el teatro San Martín y concluye mañana por la tarde (ver agenda). Díaz Ricci estaba en la mesa de autoridades, pero no pronunció discurso alguno: sólo se acercó al atril para presentar a Luis Raúl González Pérez, abogado general de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sí tomó la palabra Regino Amado, presidente subrogante de la Legislatura, que, después de elogiar a Díaz Ricci, dijo: "estamos contentos de que comience este congreso al que asisten destacados constitucionalistas. Eso significa expandir nuestros matices turísticos. En síntesis, esta convocatoria singular colocará a Tucumán en el centro de la atención del país, América Latina y Europa".

Académicos, letrados, funcionarios y jueces asistieron a la inauguración, donde hubo audiovisuales, un número del cuarteto de cuerdas Aquelarre, y un homenaje a Jorge Carpizo, ex rector de la UNAM, y prestigioso político y abogado mexicano fallecido en 2012.

Más audacia, menos pudor

"No es noticia que vivimos en democracia pero sí lo es tomar nota de algunas de sus distorsiones", propuso Midón, que abordó la tendencia a reducir el sistema a una competencia electoral. "Como en ese mundo 'democrático' entre comillas la elección lo es todo o casi todo, crecen el clientelismo, se afianza el nepotismo y el transfuguismo juega sus mejores cartas. Esto ocurre en escenarios donde basta con tener legitimidad de origen en las elecciones, reelecciones, re-reelecciones y, en algún caso, también en la reelección indefinida", añadió.

Y dijo que quizá las sociedades siguen creyendo mucho en el providencialismo de los hombres, y que el resultado de ese personalismo e hiperpresidencialismo es más poder para el poderoso y más desposesión para el desposeído. "Tampoco es noticia la retracción de los legislativos, pero algunos han llegando a un grado de sumisión (al ejecutivo) que devalúan el cometido de hacer la ley. En esos ambientes se torna inviable, cuando no impracticable, todo tipo de control", postuló. Agregó que un ambiente de esta clase permite que el gobernante que debe ser controlado se sienta en condiciones de ensayar, con mayor audacia y menor pudor, novísimos avances contrarios a la legalidad que suelen terminar archivados en el catálogo de la impunidad. Luego pidió no abandonar el principio de la división de poderes: "porque sin división, no hay control".

Contento por abrir un "auténtico torneo de sapiencia jurídica" en la tierra del ilustrísimo Juan B. Alberdi, el mexicano Valadés acotó que la democracia, en la mayor parte de sus versiones continentales, es de baja calidad porque no ha sido capaz de atenuar la pobreza, la injusticia y la corrupción, y, en algunos casos, se advierte incluso una deriva contrademocrática.

"Hay avances, pero subsisten desafíos vinculados a la concentración de la riqueza", matizó, y fustigó a los lobbies o grupos de presión que actúan por cuenta y orden de los intereses corporativos; especulan con recursos naturales esenciales y avasallan los derechos del consumidor. Con tino señaló: "el sitio más apropiado para discutir este y otros problemas es Tucumán, el lugar donde Alberdi nació. El impulso alberdiano es el que conviene adoptar como orientador de nuestros trabajos en el congreso que comienza".

En palcos y en plateas

La representación legislativa.- Junto a Regino Amado, presidente subrogante de la Legislatura, ingresaron al teatro San Martín el secretario de la Cámara, Antonio Ruiz Olivares, y los parlamentarios oficialistas Roque Álvarez, Ramiro González Navarro, Marta Zurita, Camila Khoder, Gregorio García Biagosch, José Orellana y Rolando Alfaro. También estuvo presente el legislador Roberto Sánchez (UCR).

Gente de la Justicia.- La Corte Suprema de Justicia de Tucumán fue representada por su presidente, Antonio Estofán, y los vocales Daniel Posse y Claudia Sbdar (entró al coliseo acompañada del catedrático español Raúl Canosa Usera). También asistieron a la inauguración Marina Cossio de Mercau, integrante de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, y Rodolfo Novillo, vocal de la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo.

Más funcionarios públicos.- La inauguración del congreso convocó a Jorge Posse Ponessa, fiscal de Estado; Hugo Cabral, defensor del Pueblo de la provincia (dijo que se inscribió en el congreso); Marcelo Vidal, vocal del Tribunal de Cuentas, y a Lorenna Cuba, subsecretaria de Representación y Coordinación Ejecutiva.

Grandes ausencias.- Llamó la atención la minúscula participación de autoridades de la Universidad Nacional de Tucumán, una de las tres instituciones organizadoras del foro. En un palco del primer piso se ubicó, en soledad, el secretario de Extensión, Mario Leal. En una de las últimas filas se sentó Miguel Marcotullio, vicedecano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.

Cóctel dividido.- El nuevo edificio de la Legislatura hizo las veces de sede del cóctel programado a posteriori de la apertura del foro. En la planta baja, los mozos sirvieron bocaditos, sándwiches y empanadas. Fuentes de la Cámara comentaron a LA GACETA que, en el tercer piso, las autoridades legislativas ofrecieron un almuerzo a integrantes de la comisión organizadora e invitados especiales.

Participante activo.- El legislador Orellana estrenará su título de abogado -recibió el diploma anteayer- inscribiéndose como participante del congreso. "Los panelistas saben muchísimo y yo vengo a aprender", explicó a este matutino.

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