Por Federico Türpe
21 Septiembre 2013
"Tres policías fueron a cobrar $ 200 de una presunta coima y terminaron detenidos" (14/10/2009).
"Denuncian que la Policía les cobra coimas a dealers de la Costanera" (30/6/2009).
"Acusan a otros dos policías de corrupción" (5/9/2009).
"Arrestaron a una mujer policía acusada de haber recibido una coima" (6/11/2009).
"Detienen a un policía por el robo en la Secretaría de Derechos Humanos" (2/1/2010).
"Denunció a un policía por abuso y la secuestraron" (16/10/2011).
"Un policía quedó preso por una presunta estafa por venta de autos" (29/5/2012).
"Investigan a policías por un supuesto pedido de coimas a prostitutas para dejarlas trabajar" (24/6/2012).
"Allanan dos comisarías luego de que una mujer denunciara torturas" (29/8/2012).
"Acusan a policías tucumanos de pedir coimas en la ruta 9" (3/10/1012).
"Un matrimonio denunció que fueron abusados por policías" (7/2/2013).
"Investigan a 18 policías por el millonario robo a una casa del country del "Jockey Club" (14/4/2013).
"Enviaron a Villa Urquiza a dos policías por violar a una menor en el parque 9 de Julio" (21/4/2013).
"Un fiscal pidió enjuiciar a un comisario por abuso sexual" (22/5/2013, sobre una causa del 21/3/2011).
"Detienen a cinco policías por el robo a la hermana de Mercedes Paz" (5/7/2013).
"Por un pedido de coima de $ 30.000 detuvieron a todo el personal policial de la Brigada Norte" (26/7/2013).
"Tres policías son juzgados por privación ilegítima de la libertad" (5/8/2013).
"Condenan a dos policías por un pedido de coima" (8/8/2013, sobre un caso ocurrido el 26/2/2004).
"Denunció un pedido de coima de un policía en Tucumán en una revista de autos" (6/9/2013).
"Detuvieron a un comisario tras el accidente ocurrido en "La cuesta del 25" (17/9/2013).
"Tras la fuga de presos cambiarán tres jefaturas" (20/9/2013).
Por una cuestión de espacio, se citan aquí sólo 21 de las causas más emblemáticas de corrupción policial ocurridas durante el gobierno de José Alperovich. Faltan aquí más del doble de casos que tomaron estado público a través de la prensa. Sólo Dios sabe -quizás- cuántos hechos de corrupción habrán protagonizado las fuerzas de seguridad de la provincia en la última década.
Una máxima histórica del periodismo, sin rigor científico, sostiene que se publica menos del 1% de lo que verdaderamente ocurre. Pero la razón de listar con fecha de publicación algunos de los casos más resonantes no es descubrir que hay corrupción en la Policía, algo tan endémico que ya no sorprende a nadie, sino subrayar un hecho llamativo: más de la mitad de las causas se destaparon o se resolvieron en los últimos ocho meses. La otra mitad, en los otros nueve años de alperovichismo. Lo único que cambió en este tiempo se llama Paul Hofer.
Es evidente que el nuevo secretario de Seguridad metió el cuchillo donde otros no lo hicieron. La corrupción policial es sólo un eslabón en la compleja cadena delictiva, que comienza en el ladrón de gallinas y termina en los sillones más mullidos de los tres poderes del Estado. Hay que ver cuánto dura Hofer y hasta dónde hunde el cuchillo, es lo que varios se preguntan. No vaya a ser que se termine cortando un dedo.
"Denuncian que la Policía les cobra coimas a dealers de la Costanera" (30/6/2009).
"Acusan a otros dos policías de corrupción" (5/9/2009).
"Arrestaron a una mujer policía acusada de haber recibido una coima" (6/11/2009).
"Detienen a un policía por el robo en la Secretaría de Derechos Humanos" (2/1/2010).
"Denunció a un policía por abuso y la secuestraron" (16/10/2011).
"Un policía quedó preso por una presunta estafa por venta de autos" (29/5/2012).
"Investigan a policías por un supuesto pedido de coimas a prostitutas para dejarlas trabajar" (24/6/2012).
"Allanan dos comisarías luego de que una mujer denunciara torturas" (29/8/2012).
"Acusan a policías tucumanos de pedir coimas en la ruta 9" (3/10/1012).
"Un matrimonio denunció que fueron abusados por policías" (7/2/2013).
"Investigan a 18 policías por el millonario robo a una casa del country del "Jockey Club" (14/4/2013).
"Enviaron a Villa Urquiza a dos policías por violar a una menor en el parque 9 de Julio" (21/4/2013).
"Un fiscal pidió enjuiciar a un comisario por abuso sexual" (22/5/2013, sobre una causa del 21/3/2011).
"Detienen a cinco policías por el robo a la hermana de Mercedes Paz" (5/7/2013).
"Por un pedido de coima de $ 30.000 detuvieron a todo el personal policial de la Brigada Norte" (26/7/2013).
"Tres policías son juzgados por privación ilegítima de la libertad" (5/8/2013).
"Condenan a dos policías por un pedido de coima" (8/8/2013, sobre un caso ocurrido el 26/2/2004).
"Denunció un pedido de coima de un policía en Tucumán en una revista de autos" (6/9/2013).
"Detuvieron a un comisario tras el accidente ocurrido en "La cuesta del 25" (17/9/2013).
"Tras la fuga de presos cambiarán tres jefaturas" (20/9/2013).
Por una cuestión de espacio, se citan aquí sólo 21 de las causas más emblemáticas de corrupción policial ocurridas durante el gobierno de José Alperovich. Faltan aquí más del doble de casos que tomaron estado público a través de la prensa. Sólo Dios sabe -quizás- cuántos hechos de corrupción habrán protagonizado las fuerzas de seguridad de la provincia en la última década.
Una máxima histórica del periodismo, sin rigor científico, sostiene que se publica menos del 1% de lo que verdaderamente ocurre. Pero la razón de listar con fecha de publicación algunos de los casos más resonantes no es descubrir que hay corrupción en la Policía, algo tan endémico que ya no sorprende a nadie, sino subrayar un hecho llamativo: más de la mitad de las causas se destaparon o se resolvieron en los últimos ocho meses. La otra mitad, en los otros nueve años de alperovichismo. Lo único que cambió en este tiempo se llama Paul Hofer.
Es evidente que el nuevo secretario de Seguridad metió el cuchillo donde otros no lo hicieron. La corrupción policial es sólo un eslabón en la compleja cadena delictiva, que comienza en el ladrón de gallinas y termina en los sillones más mullidos de los tres poderes del Estado. Hay que ver cuánto dura Hofer y hasta dónde hunde el cuchillo, es lo que varios se preguntan. No vaya a ser que se termine cortando un dedo.
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