El edificio quemado en 24 de Septiembre podría tener las horas contadas

Personal de Defensa Civil y Catastro aguarda un informe técnico para tomar decisiones. Pérdidas millonarias.

LA ESCENA DEL INCENDIO. Personal de Defensa Civil y de Catastro inspeccionó, junto con peritos particulares, los locales siniestrados. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI LA ESCENA DEL INCENDIO. Personal de Defensa Civil y de Catastro inspeccionó, junto con peritos particulares, los locales siniestrados. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
13 Noviembre 2013
Cada puerta se volvió a abrir y, junto con el olor a cenizas, afloraron también los recuerdos de la noche del incendio. "Yo estaba cuando todo se inició; en principio, no era más que humo. Con un matafuegos alcanzaba para sofocarlo. Después ya fue tarde", reflexionaba el encargado de uno de los negocios. "¡Pero era imposible que los bomberos subieran a los pisos altos! No tenían ni máscaras, apenas unos guantes", le contestaba otro. Más allá, un tercero se lamentaba por las pérdidas materiales que debe afrontar ahora. "El fuego consumió todo", repetía, visiblemente abatido.

Encargados y dueños de los locales de 24 de Septiembre al 600 que resultaron afectados por el siniestro del jueves a la noche se reunieron allí ayer al mediodía con motivo de una inspección ocular que realizaron en el inmueble funcionarios de Defensa Civil y de Catastro. Acompañados de peritos que representaban a los propietarios (estos no pudieron pasar por razones de seguridad), los inspectores entraron a tres locales: una juguetería y una mercería -ambas ubicadas bajo los pisos que ardieron-, y un negocio de venta de aparatos de gimnasia, vecino a la juguetería, que aunque no resultó con daños considerables, no podía abrir al público hasta que Catastro determinara el estado de los locales.

Harán un informe Oscar Leal, coordinador de Defensa Civil de la capital, encabezó el operativo junto con Rubén Álvarez, subdirector de Catastro. El primer negocio en el que entraron fue la juguetería. Según un hombre que se identificó como el encargado, aunque no dio su nombre, el incendio convirtió en cenizas el depósito, ubicado en el primer piso. "Todo lo que había allí era de plástico. Ardió en poco tiempo", señaló. Desde la puerta, se podía ver además cómo el peso del agua usada para sofocar las llamas había vencido el techo.

Más perjudicados resultaron Leo y Luis, los dueños de la mercería. Antes de abrir las pesadas puertas de vidrio para que se realizara la inspección, Leo -que prefirió no decir su apellido- había estado mostrando fotos tomadas con su celular en las que se podía ver el estado en que quedó el salón. "El techo se cayó a lo largo de todo el local. La pared del fondo, donde guardamos la mercadería, ya está toda resquebrajada. Si se hubiera caído durante el incendio, nos habríamos quedado sin depósito", detalló el joven, que calculó las pérdidas económicas en al menos un millón de pesos. Aparentemente, ambos negocios ya habían hecho las compras de mercancía para las Fiestas de fin de año.

"Poco antes de las 21 del jueves no había fuego, sólo humo. Los Bomberos llegaron cuando todavía la cuestión era controlable, pero como no tenían agua ni máscaras, y una de las mangueras estaba pinchada, su trabajo se demoró bastante. Hasta que pudieron hacerlo, el fuego ya se había extendido por todo el segundo piso y pasado al primero", se lamentó Leo.

Al salir de la mercería, y tras una rápida inspección al local de aparatos de gimnasia, Leal indicó a LA GACETA que esta inspección constituye el primer paso para determinar los pasos a seguir respecto del destino del inmueble. "Ahora nos reuniremos con cada una de las partes (Catastro y los peritos particulares) para consensuar cómo proceder. Es probable que mañana (por hoy) ya tengamos un informe técnico a partir del cual tomar decisiones. En cualquier caso la prioridad será garantizar la seguridad de la ciudadanía", destacó el funcionario, que no se aventuró a dimensionar la magnitud del daño que había visto en el interior del edificio. "Antes se debería hacer un trabajo de limpieza". Aunque las fuentes no lo confirmaron, la demolición era hasta ayer una de las opciones más probables.

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