16 Noviembre 2013
EN CARACAS. Un policía lleva su compra desde una tienda fiscalizada. REUTERS
CARACAS.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anticipo que las autoridades han arrestado a más de 100 empresarios "burgueses" desde en su campaña de fiscalización contra una supuesta manipulación de precios. "Tenemos a más de 100 burgueses tras las rejas", dijo Maduro en un discurso a la nación. Las autoridades aseguran que compañías inescrupulosas han estado elevando los precios de artículos electrónicos y otros bienes en más de 1.000 %.
El líder socialista, quien ganó una elección para reemplazar al fallecido Hugo Chávez en abril, dijo que su Gobierno está preparando nuevas leyes para limitar las ganancias de los negocios a entre un 15 y un 30 %. Las nuevas normas formarían parte del paquete de proyectos de una llamada "ley habilitante" para que Maduro gobierne por decreto, que fue aprobada el jueves en su primera discusión por la Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo. La sanción definitiva se prevé para el próximo martes. "Yo tengo casi lista una ley, que es la ley de costos, ganancias, precios y otros eventos económicos, en esa ley vamos a regular las ganancias", sostuvo.
"No es momento de aflojar, es momento de apretar la ofensiva y vamos a fondo, tenemos que llegarle al hueso, a la guerra económica en esta batalla por Venezuela, a fondo", agregó.
El presidente también ordenó la fiscalización a la empresa Goodyear para verificar los precios, tras afirmar que es insuficiente la reducción de un 15 % que acordó la firma. "La Goodyear tiene que bajar los precios más aún, no nos dejemos echar tierra en los ojos por nadie", expresó Maduro que calificó que la inflación es "inducida". El Gobierno socialista lucha por domar la inflación -la más alta de América-, la escasez y el débil crecimiento económico, mientras acusa a sus adversarios políticos por ello.
Miles de venezolanos hacen largas filas para aprovechar los descuentos en comercios, ordenados por Maduro como parte de una "ofensiva económica" para combatir la galopante inflación. Cargados con televisores, pesadas lavadoras y hasta ropa y zapatillas deportivas, muchos se agolpan en tiendas y centros comerciales del país, que desde el fin de semana pasado han sido visitados por inspectores y el Ejército para forzarlos a rebajar sus productos. Para los seguidores del mandatario la movida es un acto de honestidad de quien han bautizado como "el presidente justiciero". Pero para los opositores es una medida populista a sólo tres semanas de unas elecciones municipales, que serán su primer termómetro de popularidad. A fines de la semana pasada, el Gobierno ordenó la ocupación de una cadena de tiendas de electrodomésticos acusada de vender con precios exorbitantes y los obligó a rebajar los márgenes de ganancia a lo que considera "justo".
En los días siguientes la ofensiva alcanzó a un fabricante de baterías y distribuidoras de repuestos para automóviles, ropa y calzado, algo que hizo recordar el estilo de su antecesor y mentor, el fallecido Hugo Chávez.
La medida llevó a algunos a saquear tiendas, sobre todo en el interior del país. Una treintena de personas fue arrestada, entre comerciantes y gente que saqueaba. Según el Gobierno, sólo cinco de los 1.400 comercios inspeccionados hasta el miércoles vendían sus productos a "precios justos". Pero muchos comerciantes se han quejado de que los han obligado a rebajar sus precios aunque la escasez de divisas controladas por el Gobierno los ha forzado a adquirir sus productos con dólares paralelos; nueve veces más caros que el dólar oficial de 6,3 bolívares.
Analistas creen que las medidas tendrán un efecto político más no económico: la inflación anualizada llegó al 54,3 % a octubre y la escasez tocó máximos en más de tres años. (Reuters)
El líder socialista, quien ganó una elección para reemplazar al fallecido Hugo Chávez en abril, dijo que su Gobierno está preparando nuevas leyes para limitar las ganancias de los negocios a entre un 15 y un 30 %. Las nuevas normas formarían parte del paquete de proyectos de una llamada "ley habilitante" para que Maduro gobierne por decreto, que fue aprobada el jueves en su primera discusión por la Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo. La sanción definitiva se prevé para el próximo martes. "Yo tengo casi lista una ley, que es la ley de costos, ganancias, precios y otros eventos económicos, en esa ley vamos a regular las ganancias", sostuvo.
"No es momento de aflojar, es momento de apretar la ofensiva y vamos a fondo, tenemos que llegarle al hueso, a la guerra económica en esta batalla por Venezuela, a fondo", agregó.
El presidente también ordenó la fiscalización a la empresa Goodyear para verificar los precios, tras afirmar que es insuficiente la reducción de un 15 % que acordó la firma. "La Goodyear tiene que bajar los precios más aún, no nos dejemos echar tierra en los ojos por nadie", expresó Maduro que calificó que la inflación es "inducida". El Gobierno socialista lucha por domar la inflación -la más alta de América-, la escasez y el débil crecimiento económico, mientras acusa a sus adversarios políticos por ello.
Miles de venezolanos hacen largas filas para aprovechar los descuentos en comercios, ordenados por Maduro como parte de una "ofensiva económica" para combatir la galopante inflación. Cargados con televisores, pesadas lavadoras y hasta ropa y zapatillas deportivas, muchos se agolpan en tiendas y centros comerciales del país, que desde el fin de semana pasado han sido visitados por inspectores y el Ejército para forzarlos a rebajar sus productos. Para los seguidores del mandatario la movida es un acto de honestidad de quien han bautizado como "el presidente justiciero". Pero para los opositores es una medida populista a sólo tres semanas de unas elecciones municipales, que serán su primer termómetro de popularidad. A fines de la semana pasada, el Gobierno ordenó la ocupación de una cadena de tiendas de electrodomésticos acusada de vender con precios exorbitantes y los obligó a rebajar los márgenes de ganancia a lo que considera "justo".
En los días siguientes la ofensiva alcanzó a un fabricante de baterías y distribuidoras de repuestos para automóviles, ropa y calzado, algo que hizo recordar el estilo de su antecesor y mentor, el fallecido Hugo Chávez.
La medida llevó a algunos a saquear tiendas, sobre todo en el interior del país. Una treintena de personas fue arrestada, entre comerciantes y gente que saqueaba. Según el Gobierno, sólo cinco de los 1.400 comercios inspeccionados hasta el miércoles vendían sus productos a "precios justos". Pero muchos comerciantes se han quejado de que los han obligado a rebajar sus precios aunque la escasez de divisas controladas por el Gobierno los ha forzado a adquirir sus productos con dólares paralelos; nueve veces más caros que el dólar oficial de 6,3 bolívares.
Analistas creen que las medidas tendrán un efecto político más no económico: la inflación anualizada llegó al 54,3 % a octubre y la escasez tocó máximos en más de tres años. (Reuters)
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