"Francisco es justo y, a la vez, misericordioso"

En su primera visita pastoral, monseñor Habib Chamieh habla de la Iglesia oriental católica y de sus encuentros con el Papa argentino.

LOS SÍMBOLOS. En el pecho, el Buen pastor, protegido por el Espíritu Santo en forma de paloma. LA GACETA / FOTOS DE ANALíA JARAMILLO LOS SÍMBOLOS. En el pecho, el Buen pastor, protegido por el Espíritu Santo en forma de paloma. LA GACETA / FOTOS DE ANALíA JARAMILLO
17 Noviembre 2013

"En Buenos Aires los maronitas están un poco dispersos, pero acá tenemos una parroquia y una comunidad activa". Monseñor Habib Chamieh recibió a LA GACETA apenas llegó a Tucumán, en su primera visita pastoral como nuevo obispo maronita en Argentina.

"La Iglesia Maronita es una iglesia oriental, no una secta (a veces se confunde con menonitas). Cuando decimos oriental la gente piensa en ortodoxos. Nosotros somos orientales pero no ortodoxos. Y somos una iglesia católica porque seguimos al Papa", aclaró.

"En Líbano tenemos 18 confesiones religiosas, entre cristianos, musulmanes, y una comunidad judía", dijo, y detalló la complejidad de culto en su país advirtiendo que los maronitas quedaron siempre fieles a Roma, por lo cual sólo hay maronitas católicos.

"Como los libaneses hablamos árabe o libanés creen que somos musulmanes. Pero no hay que confundir: celebramos misa, tenemos la Virgen, los santos...", resaltó.

Libertad de culto
El obispo señaló que Líbano es el lugar de Oriente donde hay libertad de culto porque allí los musulmanes y los cristianos se pusieron de acuerdo para vivir juntos, lo cual no ocurre en Medio Oriente. "En Líbano tenemos un régimen igualitario: el presidente es cristiano maronita; el primer ministro debe ser musulmán sunnita; el presidente de Diputados debe ser chiíta -detalló-. Líbano pasó a ser un refugio para los cristianos de todo Medio Oriente".

Con el Papa
Habib Chamieh ya se reunió tres veces con el papa Francisco. "La primera vez, en razón de mi ordenación episcopal. Luego fue muy emotivo cuando nos citó a una reunión con todos los nuevos obispos en Roma. Éramos 14 maronitas, y junto al patriarca, y con otros obispos, celebramos la misa con el Santo Padre; luego hablé con él -recuerda-. Él conoce muy bien a los maronitas porque, cuando era arzobispo, todas los iglesias orientales del Río de la Plata estaban bajo su jurisdicción; él conoció a muchos libaneses maronitas y, sobre todo al obispo, ahora emérito, monseñor Charbel Mehri (a quien sucede Chamieh). Por eso siempre me pregunta sobre él y su salud".

"Hay mucho entusiasmo con el Papa -asevera-. En Roma dicen que ahora la plaza de San Pedro se llena siempre. Eso significa que la gente lo ama. Lo importante es que él representa a América Latina, la Iglesia que ama a los pobres, que busca estar a su lado, busca la sencillez; no quiere obispos-príncipes sino servidores. Es jesuita. Habla sobre todo de la misericordia de Dios. Hay cosas a las que debe decir que no. Me parece que reúne las virtudes de ser al mismo tiempo justo y misericordioso con los pecadores y con los arrepentidos. Por eso, que Dios lo proteja de todo mal".


› Un obispo joven

Monseñor Habib Chamieh nació en Beirut (Líbano) en 1966 y fue ordenado sacerdote en 1992. Es licenciado en Teología Dogmática; fue secretario general de la Orden Maronita Mariamita (a la que pertenece) y superior de la Misión Maronita en Uruguay, entre otros cargos.

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