22 Noviembre 2013
Desde hace muchos años los músicos cuentan con una serie de derechos intelectuales: de autor, de intérprete y de productor fonográfico. "Sin embargo -comenta Diego Boris, titular del recientemente creado Instituto Nacional de la Música-, hay mucho desconocimiento de parte de los artistas sobre cómo aprovechar la normativa y obtener rédito de ellos".
Si un músico es compositor, debe registrar la obra en la Dirección Nacional de Derechos de Autor y posteriormente en Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic). Este doble registro permite proteger la obra en caso de plagio y, a su vez, cobrar cada vez que esa obra se interpreta. El interesado, además, debe inscribirse en Sadaic como compositor para tener un número de cuenta y presentar planilla de las canciones ejecutadas en cada presentación. Esto le permite cobrar un porcentaje de lo recaudado por la institución en estos espectáculos.
El derecho de intérprete es aquel que corresponde a los músicos que participan cantando o ejecutando algún instrumento en un disco editado profesionalmente. Estos deben asociarse a la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) y luego, cada seis meses, cobrar el salario que les corresponde por la difusión del disco.
Por último, si un músico es independiente y produce su propio álbum debe inscribirlo en la Dirección Nacional de Derechos de Autor y luego realizar los trámites en la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif) para cobrar los derechos de productor fonográfico.
"Es importante que un artista se relacione naturalmente con el registro de la obra, el pasado de planillas y sus derechos como productor -detalla Boris-. El derecho de autor es el único salario que el músico puede percibir sobre su obra ya que, según la legislación argentina, sus canciones no pueden ser vendidas".
Los derechos de productor fonográfico y de intérprete tienen el mismo ente recaudador, AADI-Capif. Este organismo recauda en todo lugar público donde se comunique música grabada (discotecas, supermercados, salón de fiestas, radios, canales de TV, etcétera). Sadaic, por su parte, es el organismo encargado de recaudar para los compositores.
Concientización
"Hay que hacer un trabajo de información y concientización muy grande respecto a estos tres tipos de derechos -reflexiona Boris-. De esa manera, los músicos vamos a contar con más herramientas económicas para poder desarrollar nuestra actividad".
Si un músico es compositor, debe registrar la obra en la Dirección Nacional de Derechos de Autor y posteriormente en Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic). Este doble registro permite proteger la obra en caso de plagio y, a su vez, cobrar cada vez que esa obra se interpreta. El interesado, además, debe inscribirse en Sadaic como compositor para tener un número de cuenta y presentar planilla de las canciones ejecutadas en cada presentación. Esto le permite cobrar un porcentaje de lo recaudado por la institución en estos espectáculos.
El derecho de intérprete es aquel que corresponde a los músicos que participan cantando o ejecutando algún instrumento en un disco editado profesionalmente. Estos deben asociarse a la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) y luego, cada seis meses, cobrar el salario que les corresponde por la difusión del disco.
Por último, si un músico es independiente y produce su propio álbum debe inscribirlo en la Dirección Nacional de Derechos de Autor y luego realizar los trámites en la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif) para cobrar los derechos de productor fonográfico.
"Es importante que un artista se relacione naturalmente con el registro de la obra, el pasado de planillas y sus derechos como productor -detalla Boris-. El derecho de autor es el único salario que el músico puede percibir sobre su obra ya que, según la legislación argentina, sus canciones no pueden ser vendidas".
Los derechos de productor fonográfico y de intérprete tienen el mismo ente recaudador, AADI-Capif. Este organismo recauda en todo lugar público donde se comunique música grabada (discotecas, supermercados, salón de fiestas, radios, canales de TV, etcétera). Sadaic, por su parte, es el organismo encargado de recaudar para los compositores.
Concientización
"Hay que hacer un trabajo de información y concientización muy grande respecto a estos tres tipos de derechos -reflexiona Boris-. De esa manera, los músicos vamos a contar con más herramientas económicas para poder desarrollar nuestra actividad".