Se vienen tormentas con más viento que agua, un fenómeno al que habrá que acostumbrarse

La sequía arrastra temporales como el que se vivió el domingo por la noche, cuando, en cuestión de minutos, volaron techos y cayeron árboles. Yerba Buena volvió a ser la ciudad más afectada. Un incendio en Lomas de movilizó a los vecinos.

LA GACETA LA GACETA
26 Noviembre 2013

Con la precisión de un cirujano, la furia de una bestia y la velocidad de un suspiro. Así fue la tormenta que el domingo desplomó más de medio centenar de árboles en la provincia (al menos 43 sólo en San Miguel de Tucumán), produjo la voladura de más de 40 techos, autos aplastados por ramas, decenas de miles de viviendas sin luz, una muerte y mucho miedo. A comparación del último temporal (ocurrido los primeros días de noviembre), éste fue más corto, pero igual de intenso.

Poca agua y mucho, pero mucho viento. Esta fue la característica de la tormenta y parece ser que nos tendremos que acostumbrar a fenómenos de este tipo. Porque, según los meteorólogos, los temporales que nos depara la naturaleza para los próximos meses y años tendrán este tipo de características.
Según Leonidas Minetti, director del Laboratorio Climatológico Sudamericano, los vientos arremolinados del domingo pueden haber alcanzado hasta 100 km/h, en virtud de los daños ocasionados. El director de Defensa Civil de la provincia, Fernando Torres, explicó que el fenómeno se centró en la zona norte y oeste de San Miguel de Tucumán, en Yerba Buena y en Tafí Viejo, aunque también hubo daños en Lules y San Pablo. La zona del Camino de Sirga fue otra de las más afectadas, con ráfagas de viento y caída de granizo. En minutos, el camino parecía que acababa de ser bombardeado y quedó instransitable tras la caída de un enorme eucaliptus.

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Debido a la gran cantidad de árboles y postes caídos y del violento viento, más de 80.000 usuarios se quedaron sin luz en toda la provincia, informó Carlos Roldán, vocero de EDET.  En Casal, el viento derrumbó una gigantografía de los candidatos del alperovichismo de las últimas elecciones.

Ayer al mediodía todavía quedaban por restablecer los servicios de 8.000 usuarios (6.000 en Yerba Buena y 2.000 en la capital). Además, un  presunto cortocircuito provocó un incendio en Lomas de Tafí y una casa en Yerba Buena quedó con toda la reja electrificada. "La tormenta de agua, viento y piedra y el tornado con descargas atmosféricas produjo importantes daños en nuestra red de distribución, sobre todo en algunos transformadores. En algunas viviendas no sólo le volaron las chapas sino también los portones de los garages", concluyó el representante de la compañía.

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