26 Noviembre 2013
ADIÓS A LA VIEJA FÓRMULA UNO. El gran premio de Brasil, conquistado por Vettel el domingo pasado, cerró un ciclo en la categoría madre del automovilismo.
Cuando dentro de 63 días arranque la temporada 2014 de Fórmula 1 con los entrenamientos en el circuito de Jerez de la Frontera, los bólidos se parecerán muy poco a los que cruzaron la meta el domingo pasado en el Gran Premio de Brasil. Para el alemán Sebastian Vettel será el inicio de la lucha por su quinto título consecutivo, y para la categoría, una era completamente nueva. Tras una reforma radical, la clase reina del deporte del motor viajará el año que viene con nuevo sonido y nueva óptica.
"Es un gran desafío", manifestó el jefe de Red Bull, Christian Horner, refiriéndose al principal cambio del reglamento: el regreso de los motores turbo ocho años después. "Es imposible predecir lo que seremos y veremos en Melbourne y la influencia que tendrán los motores", señaló Horner en San Pablo (Brasil) con vistas a la temporada 2014 en marzo.
Desde hace ya tiempo, tanto Red Bull como el resto de equipos punteros trabajan febrilmente a puertas cerradas en el coche de 2014. El 28 de enero se sabrá en Jerez, en el sur de España, si las novedades aerodinámicas contribuyeron a alegrar la vista y el rugido del motor al oído. "El motor desempeñará un papel decisivo", profetizó el jefe de deportes de Red Bull, Helmut Marko. "Simplemente el hecho de asegurar que las unidades de impulso trabajan de modo fiable es ya un desafío", consideró.
Los propulsores V8 de 2,4 litros pasaron a mejor vida con la bandera a cuadros del Gran Premio de Brasil. A partir de la próxima temporada, los bólidos serán impulsados por turbomotores V6 de 1,6 litros. Y a los cerca de 640 CV que tendrán los coches, habrá que añadirles la potencia adicional del KERS (Kinetic Energy Recovery System), que será de 160 CV para un máximo de 33 segundos.
"Lo utilizaremos para las clasificación, para las carreras, para adelantar, para defender la posición y para lograr la mejor vuelta al circuito", declaró Ron White, director de desarrollo de motores de Fórmula 1 de Renault.
Mercedes y Ferrari cuentan a priori con cierta ventaja por desarrollar ellos mismos su coche y su motor. "Esto tiene una utilidad significativa", explicó el jefe de equipo de las "flechas de plata", Ross Brawn, antes de la última carrera en Brasil.
El motor no será la única característica decisiva en la próxima temporada, pero sí tendrá más influencia que en los últimos años.
"El gran desafío será construir un auto que sea fiable y rápido a la vez", opinó la jefa de Sauber, Monisha Kaltenborn. "Para ello será también decisivo cómo compaginar varios factores, como por ejemplo los neumáticos y el consumo de gasolina".
Kalterborn cuenta con que los mismos equipos ocuparán los primeros lugares de la parrilla debido a los "muy grandes recursos" que tienen. "Aprovecharán esa ventaja. Por ello no veo motivo alguno para que de pronto no sean más superiores", opinó la jefa de Sauber.
En lo referente al carburante también habrá cambios: cada coche dispondrá de 100 kilogramos de gasolina para cada carrera, 35 menos que en la temporada 2013.
Otra de las incógnitas está en los neumáticos: el fabricante Pirelli apenas dispone de datos valiosos y a los equipos les falta a su vez experiencia con las gomas de 2014.
El viernes pasado en Sao Paulo se iban a rodar varias vueltas con los prototipos de la próxima temporada, pero la lluvia arruinó los ensayos. Vettel fue el único que se atrevió a correr con neumáticos sin perfil en la pista mojada. Y lo hizo por muy poco tiempo.
"Tenemos todos los datos que necesitamos. Vuelve al box", le pidieron después de apenas dos vueltas al campeón, que no habrá podido sacar ninguna ventaja sobre sus rivales para un 2014 que se antoja incierto.
El jefe de deportes de motor de Mercedes, Toto Wolff, también está expectante ante la poca certeza de cara al próximo año: "No es ninguna exageración decir que el 2014 traerá consigo el mayor cambio técnico en la historia de este deporte".
"Es un gran desafío", manifestó el jefe de Red Bull, Christian Horner, refiriéndose al principal cambio del reglamento: el regreso de los motores turbo ocho años después. "Es imposible predecir lo que seremos y veremos en Melbourne y la influencia que tendrán los motores", señaló Horner en San Pablo (Brasil) con vistas a la temporada 2014 en marzo.
Desde hace ya tiempo, tanto Red Bull como el resto de equipos punteros trabajan febrilmente a puertas cerradas en el coche de 2014. El 28 de enero se sabrá en Jerez, en el sur de España, si las novedades aerodinámicas contribuyeron a alegrar la vista y el rugido del motor al oído. "El motor desempeñará un papel decisivo", profetizó el jefe de deportes de Red Bull, Helmut Marko. "Simplemente el hecho de asegurar que las unidades de impulso trabajan de modo fiable es ya un desafío", consideró.
Los propulsores V8 de 2,4 litros pasaron a mejor vida con la bandera a cuadros del Gran Premio de Brasil. A partir de la próxima temporada, los bólidos serán impulsados por turbomotores V6 de 1,6 litros. Y a los cerca de 640 CV que tendrán los coches, habrá que añadirles la potencia adicional del KERS (Kinetic Energy Recovery System), que será de 160 CV para un máximo de 33 segundos.
"Lo utilizaremos para las clasificación, para las carreras, para adelantar, para defender la posición y para lograr la mejor vuelta al circuito", declaró Ron White, director de desarrollo de motores de Fórmula 1 de Renault.
Mercedes y Ferrari cuentan a priori con cierta ventaja por desarrollar ellos mismos su coche y su motor. "Esto tiene una utilidad significativa", explicó el jefe de equipo de las "flechas de plata", Ross Brawn, antes de la última carrera en Brasil.
El motor no será la única característica decisiva en la próxima temporada, pero sí tendrá más influencia que en los últimos años.
"El gran desafío será construir un auto que sea fiable y rápido a la vez", opinó la jefa de Sauber, Monisha Kaltenborn. "Para ello será también decisivo cómo compaginar varios factores, como por ejemplo los neumáticos y el consumo de gasolina".
Kalterborn cuenta con que los mismos equipos ocuparán los primeros lugares de la parrilla debido a los "muy grandes recursos" que tienen. "Aprovecharán esa ventaja. Por ello no veo motivo alguno para que de pronto no sean más superiores", opinó la jefa de Sauber.
En lo referente al carburante también habrá cambios: cada coche dispondrá de 100 kilogramos de gasolina para cada carrera, 35 menos que en la temporada 2013.
Otra de las incógnitas está en los neumáticos: el fabricante Pirelli apenas dispone de datos valiosos y a los equipos les falta a su vez experiencia con las gomas de 2014.
El viernes pasado en Sao Paulo se iban a rodar varias vueltas con los prototipos de la próxima temporada, pero la lluvia arruinó los ensayos. Vettel fue el único que se atrevió a correr con neumáticos sin perfil en la pista mojada. Y lo hizo por muy poco tiempo.
"Tenemos todos los datos que necesitamos. Vuelve al box", le pidieron después de apenas dos vueltas al campeón, que no habrá podido sacar ninguna ventaja sobre sus rivales para un 2014 que se antoja incierto.
El jefe de deportes de motor de Mercedes, Toto Wolff, también está expectante ante la poca certeza de cara al próximo año: "No es ninguna exageración decir que el 2014 traerá consigo el mayor cambio técnico en la historia de este deporte".