28 Noviembre 2013
BUENOS AIRES.- El Senado debatía anoche, al cierre de esta edición, el proyecto de reforma y unificación de los Códigos Civil y Comercial, con más de 170 modificaciones impuestas por el oficialismo al texto original, redactado por una comisión especial que encabezó el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti.
La sesión especial se inició con una discusión entre el oficialismo y el radicalismo por el modo en que se iba a tratar y votar la reforma.
Al respecto, el radical Ernesto Sanz planteó la necesidad de aclarar las reglas de juego. El mendocino recordó que había seis dictámenes en minoría y preguntó al bloque mayoritario si pensaba "votar la interpretación del artículo 205 (del Reglamento del Senado), no van a aceptar ninguna modificación (del dictamen de la mayoría) y van a votar a libro cerrado (la reforma)".
El jefe de la bancada del FpV, Miguel Pichetto, dijo entonces que el oficialismo tiene "otra visión del artículo 205, porque se refiere al sistema de votación, si es electrónica o de mano alzada" y no se relaciona con las mayorías necesarias para aprobar un proyecto complejo como el Código. "No existe precedente parlamentario en el mundo de debate artículo por artículo porque el Código es una estructura, un conjunto", añadió Pichetto, adelantando de esa manera que la votación sería "a libro cerrado".
Antes, el peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá había coincidido con Sanz. El puntado había recordado que la reforma tuvo un tratamiento ágil hasta "el 7D de 2012" (cuando la Corte no se pronunció sobre la Ley de Medios), tras lo cual se paralizó, pese a que la bicameral tenía tiempo hasta el 9 de noviembre de ese año para emitir dictamen.
El presidente de la comisión bicameral de seguimiento de la reforma y unificación, Marcelo Fuentes, defendió el proyecto y reconoció que un punto central de conflicto es "el tema de la responsabilidad del Estado dentro o fuera del Código Civil".
Argumentó: "el derecho administrativo es un derecho público local, no se puede, a través de una legislación general como el Código Civil de la Nación, imponer normas a los Estados provinciales". Aníbal Fernández respaldó la propuesta del oficialismo al apuntar que el "Código Civil del Vélez Sarsfield expresaba una filosofía individualista que responde a la clases dominantes de la época" y afirmó que "los más marginales van a encontrar respuesta con esta reforma".
Fue Sanz, el primero orador por la oposición, quien dijo que la reforma propuesta por el oficialismo "va a abrir las puertas a la judicialización" por no haber encontrado consenso y haber realizado cambios inconsultos al texto de la comisión redactora.
"No quiero escuchar, después, a las bancas del oficialismo, que dice combatir al Poder Judicial que quiere estar por encima de la política, quejarse porque los jueces hacen nuestro trabajo", sostuvo el opositor.
Las modificaciones
Entre los cambios propiciadas por el Frente para la Victoria se encuentran el reconocimiento de la vida desde la concepción, que va contra la posibilidad de legislar sobre el aborto, así como la eliminación de todo lo referido a la fecundación asistida post mortem y la gestación por sustitución. Estas modificaciones generaron las quejas airadas de las parlamentarias de posición feminista. (DyN)
La sesión especial se inició con una discusión entre el oficialismo y el radicalismo por el modo en que se iba a tratar y votar la reforma.
Al respecto, el radical Ernesto Sanz planteó la necesidad de aclarar las reglas de juego. El mendocino recordó que había seis dictámenes en minoría y preguntó al bloque mayoritario si pensaba "votar la interpretación del artículo 205 (del Reglamento del Senado), no van a aceptar ninguna modificación (del dictamen de la mayoría) y van a votar a libro cerrado (la reforma)".
El jefe de la bancada del FpV, Miguel Pichetto, dijo entonces que el oficialismo tiene "otra visión del artículo 205, porque se refiere al sistema de votación, si es electrónica o de mano alzada" y no se relaciona con las mayorías necesarias para aprobar un proyecto complejo como el Código. "No existe precedente parlamentario en el mundo de debate artículo por artículo porque el Código es una estructura, un conjunto", añadió Pichetto, adelantando de esa manera que la votación sería "a libro cerrado".
Antes, el peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá había coincidido con Sanz. El puntado había recordado que la reforma tuvo un tratamiento ágil hasta "el 7D de 2012" (cuando la Corte no se pronunció sobre la Ley de Medios), tras lo cual se paralizó, pese a que la bicameral tenía tiempo hasta el 9 de noviembre de ese año para emitir dictamen.
El presidente de la comisión bicameral de seguimiento de la reforma y unificación, Marcelo Fuentes, defendió el proyecto y reconoció que un punto central de conflicto es "el tema de la responsabilidad del Estado dentro o fuera del Código Civil".
Argumentó: "el derecho administrativo es un derecho público local, no se puede, a través de una legislación general como el Código Civil de la Nación, imponer normas a los Estados provinciales". Aníbal Fernández respaldó la propuesta del oficialismo al apuntar que el "Código Civil del Vélez Sarsfield expresaba una filosofía individualista que responde a la clases dominantes de la época" y afirmó que "los más marginales van a encontrar respuesta con esta reforma".
Fue Sanz, el primero orador por la oposición, quien dijo que la reforma propuesta por el oficialismo "va a abrir las puertas a la judicialización" por no haber encontrado consenso y haber realizado cambios inconsultos al texto de la comisión redactora.
"No quiero escuchar, después, a las bancas del oficialismo, que dice combatir al Poder Judicial que quiere estar por encima de la política, quejarse porque los jueces hacen nuestro trabajo", sostuvo el opositor.
Las modificaciones
Entre los cambios propiciadas por el Frente para la Victoria se encuentran el reconocimiento de la vida desde la concepción, que va contra la posibilidad de legislar sobre el aborto, así como la eliminación de todo lo referido a la fecundación asistida post mortem y la gestación por sustitución. Estas modificaciones generaron las quejas airadas de las parlamentarias de posición feminista. (DyN)