04 Diciembre 2013
BANGKOK.- Las protestas en Tailandia entraron súbitamente en una meseta, luego de que el Gobierno ordenara no reprimir a manifestantes que ayer ocuparon las sedes del Ejecutivo y de la Policía, aunque el líder opositor, Suthep Thaugsuban, insistió en que el conflicto no cesara hasta que renuncie la primera ministra Yingluck Shinawatra, a la que acusan de ser una marioneta de su hermano, el depuesto Thaksin Shinawatra, y sea disuelto el parlamento. “Los manifestantes decían que querían entrar en los edificios gubernamentales y el Gobierno no quiere ver ninguna batalla ni confrontación, así que hemos ordenado a la Policía retirarse”, fue la explicación oficial. Tras la orden, la Policía en Bangkok abrió las puertas a los manifestantes en ambas instalaciones estatales, cuyas tomas habían sido anunciadas. Ante la inesperada pasividad policial, varios manifestantes intercambiaron rosas y abrazos con la policía y hasta se sacaron fotos con los agentes. “Hoy podemos celebrar nuestra victoria, aunque sólo sea parcial”, proclamó Thaugsuban.
Tras la ocupación temporal de la sede del Ejecutivo y la central de la Policía, los manifestantes se retiraron pacíficamente a sus bases, establecidas en torno al Monumento a la Democracia y en la avenida Ratchadamnoen. (DPA)
Tras la ocupación temporal de la sede del Ejecutivo y la central de la Policía, los manifestantes se retiraron pacíficamente a sus bases, establecidas en torno al Monumento a la Democracia y en la avenida Ratchadamnoen. (DPA)