La voz que hay que escuchar

Para fortuna de los tucumanos, la de ayer fue una jornada sin los sobresaltos ni los miedos de los últimos días. La tranquilidad ganó las calles, aunque la conmoción y el temor ciudadano tardarán un largo tiempo en desaparecer. En ese marco, empezaron a ganar espacio las reflexiones un poco más tranquilas sobre la crisis policial y los saqueos que enturbiaron la vida en los vecindarios. La Iglesia, por ejemplo, dio su visión en un duro documento en el que, además de pedir que se restablezca la paz social, aludió en tono crítico a la existencia de dos Argentinas, la que bailaba en Plaza de Mayo y la que gemía en Tucumán. Ni falta hacía que le pusiera apellidos. Y a la hora de buscar culpables detuvo la mirada en los gobiernos: “son los mayores responsables de lo sucedido”. No hubo dudas, la opinión política de la Pastoral Social merecía el titulo principal de la portada. El documento es de tremendo valor, palabra por palabra.

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