Las variables de la economía que se viene en el país

15 Diciembre 2013
La inflación subyace como un fantasma cada vez que hay problemas sociales como los registrados en los últimos días en distintos puntos de la Argentina. Algunos ataques fueron más virulentos que otros, en el que predominaron más los actos de vandalismo que las necesidades de la población por mercaderías. Es la gran diferencia que tuvo respecto de la debacle de fines de 2001.

De este escenario surgen algunas cuestiones que tienden a focalizarse en el incremento de los precios. Por caso, ante tanta incertidumbre, los mayores costos salariales suelen trasladarse directamente a precios. Por lo tanto, los principales productos de la canasta familiar tienden a subir por efecto de la inflación. Así, la pérdida del poder adquisitivo es constante, en torno de un 20% a un 25% anual, de acuerdo con los últimos reportes de las consultoras privadas.

La cuestión pasa por develar, entonces, qué sucederá con la economía que viene. Y, aquellos mayores costos salariales son también una nueva encrucijada en la que están los gobiernos provinciales y el nacional. Claro que los primeros tienen menores márgenes de maniobra que la administración federal, que puede emitir pesos para salir del paso. No obstante, la salida planteada hasta ahora en las provincias ha sido la de incrementar los impuestos porque ya no pueden imprimir moneda, como tampoco salir a buscar financiamiento para gastos corrientes.

Ahora bien, ¿qué puede esperarse de la política económica? Estos son los probables escenarios planteados por el economista Eduardo Robinson:

• No habrá cambios significativos. El gobierno no atribuye los conflictos sociales a causas económicas.

• Según el Poder Ejecutivo Nacional la emisión de moneda no es inflacionaria, por lo tanto, no hay correcciones que realizar a la política monetaria.

• Bajar gradualmente los subsidios en las tarifas de electricidad, de gas y de otros servicios públicos privatizados. Esto contribuirá a reducir el gasto público, pero los efectos no serán inmediatos.

• Será difícil, como en los últimos años, establecer pautas de negociación salarial por debajo del 25%. Los gremios ya están previendo un escenario en que el reajuste salarial para 2014 plantea un porcentaje superior a aquella pauta inflacionaria.

• Subir las tasas de interés no luce muy atractivo para el gobierno, por el posible efecto contractivo en el nivel de actividad económica.

• La gestión de la presidenta Cristina Fernández continuará atribuyendo los desequilibrios macroeconómicos y sociales a factores exógenos al modelo.

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