Por Guillermo Monti
29 Diciembre 2013
Hagamos un pequeño y feliz ejercicio imaginativo. Es julio de 2016 y el Bicentenario de la Independencia ha transfigurado Tucumán. Son múltiples las actividades organizadas y el papa Francisco lidera el prestigioso aluvión de personalidades que nos visitan. Mientras tanto, por el escenario desfila una curiosa e irresistible simbiosis de artistas:
- Charly García toca el Himno, acompañado por una coreografía en la que participan Julio Bocca, Maximiliano Guerra, Eleonaro Cassano, Iñaki Urlezaga, Paloma Herrera...
- Las manos de Martha Argerich vuelan sobre el piano, mietras Daniel Barenboim conduce la orquesta.
- Los Chalchaleros regalan su versión de “Luna Tucumana”.
- León Gieco, Raúl Porchetto, Charly y Nito Mestre reviven la magia de Porsuigieco. Y al toque, Divididos y Las Pelotas invitan a Roberto Petinatto a rendirle tributo a Sumo. “¿Y te imaginás si se juntaran el Indio Solari y Skay”, se pregunta el productor Gabriel Fulgado, quien viene incubando la idea desde hace tiempo.
- Antonio Gasalla, Carlos Perciavalle y Enrique Pinti animan un contrapunto humorístico brillante. Y Les Luthiers invitan a Ernesto Acher a interpretar algún incombustible éxito de los 70 u 80.
No alcanzaría una noche, lógico. ¿Podrá ser el Festival del Bicentenario, de una semana de duración? Tal vez. El hilo conductor de la propuesta es la unión. Un mensaje de grandeza, una lección para el futuro, una especie de piedra basal para que la Argentina sea mucho menos mezquina. Más grande.
Pensar en el 9 de julio de 2016 implica pensar en grande. Para eso hay que dar los primeros pasos. Animarse. ¿Por qué no?
- Charly García toca el Himno, acompañado por una coreografía en la que participan Julio Bocca, Maximiliano Guerra, Eleonaro Cassano, Iñaki Urlezaga, Paloma Herrera...
- Las manos de Martha Argerich vuelan sobre el piano, mietras Daniel Barenboim conduce la orquesta.
- Los Chalchaleros regalan su versión de “Luna Tucumana”.
- León Gieco, Raúl Porchetto, Charly y Nito Mestre reviven la magia de Porsuigieco. Y al toque, Divididos y Las Pelotas invitan a Roberto Petinatto a rendirle tributo a Sumo. “¿Y te imaginás si se juntaran el Indio Solari y Skay”, se pregunta el productor Gabriel Fulgado, quien viene incubando la idea desde hace tiempo.
- Antonio Gasalla, Carlos Perciavalle y Enrique Pinti animan un contrapunto humorístico brillante. Y Les Luthiers invitan a Ernesto Acher a interpretar algún incombustible éxito de los 70 u 80.
No alcanzaría una noche, lógico. ¿Podrá ser el Festival del Bicentenario, de una semana de duración? Tal vez. El hilo conductor de la propuesta es la unión. Un mensaje de grandeza, una lección para el futuro, una especie de piedra basal para que la Argentina sea mucho menos mezquina. Más grande.
Pensar en el 9 de julio de 2016 implica pensar en grande. Para eso hay que dar los primeros pasos. Animarse. ¿Por qué no?