12 Enero 2014
Susana Trimarco es la madre de María de los Ángeles Verón, es la madre de “Marita”, desaparecida el 3 de abril de 2002 y a quien todavía no encontró. Trimarco es una luchadora incansable en la extraña y oscuramente surrealista misión de encontrar a su hija supuestamente secuestrada hace 11 años en el corazón mismo de San Miguel de Tucumán. Trimarco es también una mujer que cuida de su nieta Micaela y de su familia, que conversa mientras cocina en su casa de la calle Thames. Susana Trimarco es ya también la encarnación de la lucha contra la trata de personas. Susana descubrió muchas de las redes de prostitución que operan en el país. Redes que usan el secuestro, la explotación sexual de niñas y adolescentes, en función de un negocio alienatorio y cruel.
En ocasiones bajó a ese submundo del horror en busca de su hija, dejando de lado su propia seguridad y llegó a infiltrarse en ese infierno de madamas, proxenetas y narcos. Hoy lidera la Fundación María de los Ángeles, que lleva el nombre de su hija desaparecida en democracia. Es un ejemplo de tenacidad, de esperanza y de coraje.
En Trimarco (Aguilar, 2013), Soledad Vallejos cuenta la historia de Susana desde antes de su nacimiento en Bella Vista, desde los cañaverales y los ingenios donde trabajaron sus mayores, hasta este presente en que Marita Verón no apareció todavía. Abunda en citas de diversas fuentes periodísticas y judiciales, en anécdotas y curiosidades que describen en demasía la determinación férrea de una mujer ante las puertas kafkianas de despachos sordos, de laberínticas burocracias, de voluntades poco dispuestas o falaces, del volátil amiguismo. Todo ello intercalado con la cotidiana actividad de Susana, relatada por ella misma con simpleza rotunda y clara.
Sobre el estilo literario del libro: se trata de una redacción periodística, con ritmo seco, casi stacatto, muy descriptivo de acciones y diálogos. En el plano político hay un tinte oficialista en la línea editorial del libro; baste su mención, pues no atañe ello a lo central de esta reseña.
Así, este libro es la historia desgarradora de una mujer, Susana Trimarco; pero también es la descripción áspera, forjada con fuerza de un documento histórico, de aquello que Susana representa en la historia de América, porque ya no es sólo una mujer que busca a su hija, es también ese símbolo, ese blasón heroico y conmovedor de lo que ocurre en nuestra misteriosa Argentina; y que, de un modo acaso tenebroso, continúa ocurriendo.
© LA GACETA
César Di Primio -
Escritor y periodista.
En ocasiones bajó a ese submundo del horror en busca de su hija, dejando de lado su propia seguridad y llegó a infiltrarse en ese infierno de madamas, proxenetas y narcos. Hoy lidera la Fundación María de los Ángeles, que lleva el nombre de su hija desaparecida en democracia. Es un ejemplo de tenacidad, de esperanza y de coraje.
En Trimarco (Aguilar, 2013), Soledad Vallejos cuenta la historia de Susana desde antes de su nacimiento en Bella Vista, desde los cañaverales y los ingenios donde trabajaron sus mayores, hasta este presente en que Marita Verón no apareció todavía. Abunda en citas de diversas fuentes periodísticas y judiciales, en anécdotas y curiosidades que describen en demasía la determinación férrea de una mujer ante las puertas kafkianas de despachos sordos, de laberínticas burocracias, de voluntades poco dispuestas o falaces, del volátil amiguismo. Todo ello intercalado con la cotidiana actividad de Susana, relatada por ella misma con simpleza rotunda y clara.
Sobre el estilo literario del libro: se trata de una redacción periodística, con ritmo seco, casi stacatto, muy descriptivo de acciones y diálogos. En el plano político hay un tinte oficialista en la línea editorial del libro; baste su mención, pues no atañe ello a lo central de esta reseña.
Así, este libro es la historia desgarradora de una mujer, Susana Trimarco; pero también es la descripción áspera, forjada con fuerza de un documento histórico, de aquello que Susana representa en la historia de América, porque ya no es sólo una mujer que busca a su hija, es también ese símbolo, ese blasón heroico y conmovedor de lo que ocurre en nuestra misteriosa Argentina; y que, de un modo acaso tenebroso, continúa ocurriendo.
© LA GACETA
César Di Primio -
Escritor y periodista.
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