23 Enero 2014
“SELFIE” DEL PAPA. A la izquierda, se saca fotos con unos de chicos; a la derecha, la imagen, tal como quedó. infobae.com
Antes de llegar al Vaticano, era un outsider de la tecnología. Sin embargo, desde que se encuentra en la Cátedra de Pedro se volvió uno de los twitteros con más repercusión en el mundo. Y aunque el papa Francisco posee una mirada crítica hacía las redes sociales, aseguró que internet es un don de Dios.
“El mundo de las redes sociales digitales, que suele ir a gran velocidad y es a menudo superficial, necesita una inyección de calma, de reflexión y de ternura para que no sea una red de cables, sino de personas”, dijo el Pontífice argentino.
En su mensaje por el Día Mundial de la Comunicación Social de la Iglesia Católica, Francisco dijo también que aunque los católicos deben apreciar y defender sus ideas y tradiciones, nunca deben ser tan orgullosos como para creer que sólo ellas son válidas o absolutas.
Además, denunció nuevamente la escandalosa distancia entre ricos y pobres, y dijo que es frecuente ver a gente sin hogar que duerme en la calle a la luz de vidrieras resplandecientes.
Cerca, pero lejos
En su mensaje. Francisco dijo que los medios e internet son algo bueno y los calificó como un don de Dios. Agregó que pueden ayudar a las personas a encontrarse, pero que las comunicaciones digitales a menudo impiden conocerse realmente.
“La velocidad con la que se suceden las informaciones supera nuestra capacidad de reflexión y de juicio, y no permite una expresión mesurada y correcta de uno mismo”, expresó. “El mundo de la comunicación puede ayudarnos a crecer o, por el contrario, a desorientarnos”, agregó, según la agencia Reuters.
“La variedad de las opiniones expresadas puede ser percibida como una riqueza, pero también es posible encerrarse en una esfera hecha de informaciones que sólo correspondan a nuestras expectativas e ideas, o incluso a determinados intereses políticos y económicos”, advirtió.
Francisco desafió al público a que sea más cordial en el entorno digital no sólo tolerando a los otros, sino también escuchando e intentando entender sus puntos de vista. “Tenemos que recuperar un cierto sentido de lentitud y de calma. Esto requiere tiempo y capacidad de guardar silencio para escuchar”, agregó.
Mensajes agresivos
Francisco también dirigió su mirada critica hacia los medios de comunicación que, hasta ahora, lo han tratado con bastante benevolencia, a diferencia de lo que ocurrió con su antecesor, Benedicto XVI.
El pontífice de 77 años denunció que a menudo los medios realizan agresiones violentas que tienen como objetivo fundamental inducir al consumo o a la manipulación de las personas. “Necesitamos ternura. Las estrategias comunicativas no garantizan la belleza, la bondad y la verdad de la comunicación. El mundo de los medios de comunicación no puede ser ajeno a la preocupación por la humanidad, sino que está llamado a expresar también ternura”, afirmó.
“La red digital puede ser un lugar rico en humanidad: no una red de cables, sino de personas humanas”, añadió. Y dijo que los católicos deberían dialogar con otros creyentes, pero no de una forma condescendiente. “Dialogar significa estar convencidos de que el otro tiene algo bueno que decir, acoger su punto de vista, sus propuestas”, dijo. “Dialogar no significa renunciar a las propias ideas y tradiciones, sino a la pretensión de que sean únicas y absolutas”, argumentó.
Tras la publicación del mensaje, el arzobispo Claudio María Celli, jefe del Consejo del Vaticano para las Comunicaciones Sociales, aclaró que no se trata de un texto dogmático, sino que sólo busca generar una reflexión.
“El mundo de las redes sociales digitales, que suele ir a gran velocidad y es a menudo superficial, necesita una inyección de calma, de reflexión y de ternura para que no sea una red de cables, sino de personas”, dijo el Pontífice argentino.
En su mensaje por el Día Mundial de la Comunicación Social de la Iglesia Católica, Francisco dijo también que aunque los católicos deben apreciar y defender sus ideas y tradiciones, nunca deben ser tan orgullosos como para creer que sólo ellas son válidas o absolutas.
Además, denunció nuevamente la escandalosa distancia entre ricos y pobres, y dijo que es frecuente ver a gente sin hogar que duerme en la calle a la luz de vidrieras resplandecientes.
Cerca, pero lejos
En su mensaje. Francisco dijo que los medios e internet son algo bueno y los calificó como un don de Dios. Agregó que pueden ayudar a las personas a encontrarse, pero que las comunicaciones digitales a menudo impiden conocerse realmente.
“La velocidad con la que se suceden las informaciones supera nuestra capacidad de reflexión y de juicio, y no permite una expresión mesurada y correcta de uno mismo”, expresó. “El mundo de la comunicación puede ayudarnos a crecer o, por el contrario, a desorientarnos”, agregó, según la agencia Reuters.
“La variedad de las opiniones expresadas puede ser percibida como una riqueza, pero también es posible encerrarse en una esfera hecha de informaciones que sólo correspondan a nuestras expectativas e ideas, o incluso a determinados intereses políticos y económicos”, advirtió.
Francisco desafió al público a que sea más cordial en el entorno digital no sólo tolerando a los otros, sino también escuchando e intentando entender sus puntos de vista. “Tenemos que recuperar un cierto sentido de lentitud y de calma. Esto requiere tiempo y capacidad de guardar silencio para escuchar”, agregó.
Mensajes agresivos
Francisco también dirigió su mirada critica hacia los medios de comunicación que, hasta ahora, lo han tratado con bastante benevolencia, a diferencia de lo que ocurrió con su antecesor, Benedicto XVI.
El pontífice de 77 años denunció que a menudo los medios realizan agresiones violentas que tienen como objetivo fundamental inducir al consumo o a la manipulación de las personas. “Necesitamos ternura. Las estrategias comunicativas no garantizan la belleza, la bondad y la verdad de la comunicación. El mundo de los medios de comunicación no puede ser ajeno a la preocupación por la humanidad, sino que está llamado a expresar también ternura”, afirmó.
“La red digital puede ser un lugar rico en humanidad: no una red de cables, sino de personas humanas”, añadió. Y dijo que los católicos deberían dialogar con otros creyentes, pero no de una forma condescendiente. “Dialogar significa estar convencidos de que el otro tiene algo bueno que decir, acoger su punto de vista, sus propuestas”, dijo. “Dialogar no significa renunciar a las propias ideas y tradiciones, sino a la pretensión de que sean únicas y absolutas”, argumentó.
Tras la publicación del mensaje, el arzobispo Claudio María Celli, jefe del Consejo del Vaticano para las Comunicaciones Sociales, aclaró que no se trata de un texto dogmático, sino que sólo busca generar una reflexión.
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