El Sitas denunció que hay obras en hospitales que “hacen agua”

Médicos difundieron videos de las consecuencias de la última lluvia.

A SECAR. El viernes, el agua se coló en los pasillos del Hospital Padilla. la gaceta / foto de maría silvia granara A SECAR. El viernes, el agua se coló en los pasillos del Hospital Padilla. la gaceta / foto de maría silvia granara
28 Enero 2014
Charcos entre las camas. Goteras copiosas en pasillos, rampas y salas de espera. Filtraciones en ventanales. En las fotos y videos tomados por empleados del Hospital del Niño Jesús el agua parece haber entrado por todos lados. El Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas) denunció con ese material que durante la tormenta del viernes obras de remodelación “hicieron agua”, según ironizaron.

“Esto habla de las faltas estructurales que tiene el Siprosa. Las estructuras más viejas no se llovieron, fueron las partes nuevas de los hospitales Padilla y de Niños. Y sólo llovieron 30 milímetros. Tendrían que analizar quiénes y cómo se hacen las obras”, fustigó la secretaria del gremio, Adriana Bueno. La médica consignó que también hubo inconvenientes por filtraciones en el hospital de Aguilares (inaugurado en 2008). “Por supuesto que estamos contentos de los transplantes que se lograron y que se haga una nueva Maternidad, pero falta tanto por hacer; no pueden hacer declaraciones con logros como jactándose porque las mejoras no llegaron a todos los pacientes y empleados”, opinó. Instó a las autoridades a rever los trabajos para evitar nuevos inconvenientes. Por otro lado, recordó las denuncias que habían efectuado en relación al estado del Hospital, al CIC (Centro de Integración Comunitaria) y CAPS (Centro de Asistencia Primaria de la Salud) de Ranchillos. Empleados de esas dependencias del área operativa Este habían manifestado al Sitas que no contaban con el servicio de agua potable. También se habían quejado por el deterioro de los edificios, la falta de mantenimiento, de climatización y de desinfección. “La medida más importante en salud pública, que es el acceso al agua potable, no se logró. En Ranchillos ni en el CIC de Aguilares, por ejemplo”, concluyó. Bueno, sin embargo, reconoció que desde que difundieron las falencias, el área operativa está trabajando para revertir los problemas. En cambio, cuestionó a autoridades de la comuna. “La madre del delegado Luis del Campo, Nora del Campo, encargada del área social, increpó al personal que había dado a conocer la situación. La enfermera Nélida Bravo sufrió una suba de presión e hizo la denuncia policial. Le pido al Ministerio de Salud que no permita que el personal sea maltratado”, repudió.

Comentarios