La muerte de Jesús Castro: "No sé qué hacer, cómo seguir, él era todo"

El joven, de 21 años, falleció ayer a la mañana después de agonizar tres días en la terapia intensiva del hospital Padilla. Familiares y amigos volvieron a protestar ayer en la esquina de Corrientes y Ejército del Norte. Un padre dolido. Video.

CONGOJA Y DOLOR. Los familiares de Castro están abatidos por la tristeza al conocer la fatídica noticia del fallecimiento del muchacho. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO CONGOJA Y DOLOR. Los familiares de Castro están abatidos por la tristeza al conocer la fatídica noticia del fallecimiento del muchacho. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
06 Febrero 2014
La vida de Jesús Alfredo Castro se apagó. El joven de 21 años fue víctima de un asalto en la madrugada del domingo pasado, cuando dos asaltantes le dispararon un tiro en la cabeza para robarle la moto en Juan José Paso al 300, en barrio El Bosque. 

Ayer, a las 9.30, sus familiares confirmaron el fallecimiento y media hora después, junto con un grupo de vecinos cortaron el tránsito en avenida Ejército del Norte y Corrientes exigiendo justicia por el asesinato.

Alejado de los manifestantes, con su rostro sumergido en dolor, estaba Jorge Castro, padre de la víctima. “Mi hijo está en paz porque siempre fue una buena persona, un buen pibe”, dijo. 

“Le doy gracias a Dios por la fuerza que me está dando para seguir adelante”, añadió.

Justicia 

El hombre estaba en otro lugar cuando esa madrugada funesta lo llamó un familiar para darle la noticia. “Manejé 23 horas sin saber qué le había pasado a Jesús”, comentó. La palabra “justicia” la repite cada segundo. “No puede ser que haya ocurrido el domingo y hoy no haya ningún responsable”, se quejó. 

Mayra Estefanía Cáceres, esposa de Castro, tiene la mirada perdida. Su cuerpo refleja un cansancio extremo. Sus lágrimas recorren las mejillas. No tiene fuerzas para nada. “Estoy sin palabras. Era una persona única. Ahora no sé qué hacer, cómo voy a seguir. Él era todo”, se lamentó.

Sin paz

“Él está en paz, pero hasta que dé con los responsables yo no voy a tener paz”. Estas palabras nacen de Yanina Castro, una de las tres hermanas del joven. Se muestra fuerte y no deja traslucir su dolor. “Yo lo tuve en mis brazos después de que recibió el balazo. Tenía la mirada perdida y se quejaba”, recordó. “La policía llegó a los 20 minutos y la ambulancia a los 40. Me da bronca que estaba rodeada de 15 policías que no hacían nada. Me sentí burlada”, dijo.

“Estamos perdiendo gran parte de nosotros. El día a día va a ser extrañarlo y su hija tendrá que aprender a crecer sin él”, indicó.

“Le pido al gobernador (José Alperovich) que se haga cargo. No voy a recuperar la vida de mi hermano pero hay que prever todo esto (por el asalto) y colocar más cámaras de seguridad”, solicitó. 

“Los que le dispararon a Jesús no tienen cabeza. La Justicia que no los ampare. No tienen perdón para nuestra familia, si no, que Dios los perdone”, finalizó.

Sospechosos

En la marcha, protagonizada por unas 50 personas, se respiraba bronca. La sospecha de que los posibles autores sean del barrio Juan XXIII era el comentario de todos. “La Policía ya sabe quiénes fueron. Se llaman ‘Jesusito’ y ‘Garrón’. ¿Qué esperan para detenerlos?”, plantearon dos amigos de Castro. 

Otra coincidencia entre los amigos del joven fue la calidad de persona que era. “Era una excelente persona, un buen amigo”, indicaron.

En la noche del martes, familiares, amigos y vecinos de Castro se enfrentaron con la Policía mientras manifestaban frente a la Casa de Gobierno. Los incidentes comenzaron después de las 20, cuando surgió una versión de que el joven había fallecido. En el encontronazo resultó dañado un vehículo de Defensa Civil que estaba estacionado sobre 25 de Mayo. También se derribaron algunas vallas frente al palacio gubernamental. Según coincidieron algunos testigos, un grupo de unos 20 policías realizó disparos con balas de goma para dispersar a los manifestantes. 

La noche trágica

Ese domingo, en Juan José Paso al 300, a unos metros de la esquina con San Juan, la víctima charlaba con su esposa. 

“Primero escuchamos el ruido del escape de una moto. Después vimos que dos tipos se acercaban en una moto”, relató Cáceres ese día. Al verlos -eran dos chicos con gorras, de entre 25 y 26 años- Castro le gritó que se escondiera detrás de un árbol cercano. “Cuando vi que uno de ellos sacaba una pistola grité que no disparen”, indicó. 

Lamento, hambre de justicia, dolor y recuerdos es lo que cargan ahora los familiares del muchacho muerto.


Otros casos resonantes

LUIS DE LA VEGA (42)

El hombre estaba a cargo de la cantina de un complejo deportivo situado en la localidad de Bajo Grande, sobre la ruta 9. La noche del sábado 19 de octubre de 2013 había ido a dejar a unos empleados al barrio El Parque cuando lo abordaron dos individuos en moto para robarle la billetera. Los ladrones le pegaron un tiro en el estómago y el comerciante murió antes de llegar al hospital.

DANILO CORBALÁN (1)

David Corbalán y Mariana Bazán volvían a su casa de El Chañarito después de haber estado vendiendo choripanes en la puerta de la “Expo”, el 11 de septiembre de 2013. Llevaban en la moto a su hijo Danilo, que iba dormido. Pero un delincuente intentó robarles a la altura del Canal Sur. David quiso esquivarlo y el individuo arrojó un machetazo que hirió en la cabeza al bebé. Murió pocos días después.

GONZALO BARRIONUEVO (23)

El estudiante de Educación Física fue asesinado cuando caminaba por Buenos Aires al 1.000, la tarde del 26 de abril de 2012. Dos individuos que circulaban en una moto lo abordaron para robarle el celular, la mochila y las zapatillas. Un tercer delincuente, que estaba de campana, lo ejecutó de un disparo en el pecho. Cayó muerto a la vereda con sus pies descalzos.

CONSTANZA “CONTY” GONZÁLEZ (14)

La adolescente, que vivía en Alderetes, volvía de un cumpleaños de 15 la madrugada del 15 de enero de 2012. Bajó de un taxi en la puerta de su casa y tocó el timbre. Mientras sus padres caminaban hacia la puerta, un delincuente intentó robarle la cámara de fotos. Le disparó en la cabeza con una “tumbera” y huyó del lugar sin llevarse nada. Sus padres la encontraron muerta.

IVÁN SENNEKE (19)

El joven estudiante de Medicina conversaba con una amiga a pocos metros de su casa, el 10 de noviembre de 2011 en Rivadavia al 2.200, la noche que lo mataron. Dos asaltantes se acercaron para robarle la mochila, Iván no se resistió pero de todas maneras le dispararon. El joven recibió un empujón que lo dejó de rodillas en el piso, entonces le pegaron un tiro en la cabeza. Falleció antes del amanecer.

ELDA HOVANNES (54)

La mujer fue asesinada en la puerta de su casa, en el barrio Ampliación Kennedy, cuando intentaba subir a un taxi. El 19 de julio de 2011, dos delincuentes que se movilizaban en una moto intentaron arrebatarle la cartera. Como Elda se resistió, la arrastraron 10 metros y le dispararon en la cabeza. Su cuerpo quedó tendido en la vereda, mientras los asaltantes se daban a la fuga.

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