03 Marzo 2014
CON HAMBRE, SIN PLATA. Ellen DeGeneres tuvo un ataque de hambre y pidió pizza al delivery. Cuando llegó la comida hizo una “vaquita” para pagar.
Y Hollywood lo hizo de nuevo. Mejor dicho, Ellen DeGeneres lo hizo de nuevo. Ella fue la encargada de que las tres horas y media de ceremonia de premiación de los Premios Oscar apenas se notaran. La parafernalia de la velada estuvo cargada de emoción, recuerdos, buena música y -lógicamente- el toque humorístico llegó de la mano de la conductora y comediante que supo armar su propio show.
Con una escenografía de reflectores retros, emulando los eternos faros de los estrenos hollywoodenses, DeGeneres empezó burlándose de la gala de siete años atrás, cuando presentó el Oscar por primera vez. “Tanto ha cambiado...”, comenzó la rubia anfitriona. “Di Caprio está nominado, Blanchett está nominada, Scorsese está nominado”, comenzó a enumerar, al tiempo que guardó un silencio irónico a la espera de sonrisas cómplices que comprendieran su tono burlón. Ahí fue cuando se dirigió a Jennifer Lawrence y dijo que por suerte nadie recordaba su problema del año pasado, cuando tropezó con su vestido al subir las escaleras para recibir el premio. Explosión de risas, incluída Lawrence. Este año la actriz de 23 años repitió el desliz, aunque la desafortunada caída se produjo cuando se bajaba de la limusina que la llevó al Dolby Theatre de Los Ángeles. “Si vuelves a ganar haremos que recibas el Oscar desde tu asiento, no queremos más accidentes”, sentenció DeGeneres.
Los chistes de la conductora no estuvieron dirigidos únicamente para la actriz de “Los Juegos del Hambre”. Luego de enumerar a los principales postulados, se despachó lanzando un halago hacia las virtudes de Jonah Hill (“El lobo de Wall Street”) para decirle: “hacía buen rato que no veía algo así en una actuación” (refiriéndose a la escena en la que Hill se masturba en pantalla).
Entre los presentadores de las distintas categorías, aparecieron Samuel L. Jackson, Jamie Foxx, la bella Kerri Washington, Harrison Ford, Jim Carrey, Bill Murray y hasta invitaron a Kim Novak (81 años), quien fuera una de las musas del enorme Alfred Hitchcock, entre otros.
La noche estuvo condimentada con las presentaciones de Pharrel Williams (cantó el tema “Happy”, postulado por la película “Mi villano favorito 2”), Idina Menzel (“Let it go”, de “Frozen”, a la postre el vencedor), Karen O (“The moon song”, de “Ella”) y U2 (“Ordinary Love”, de “Mandela: la larga marcha a la libertad”). Además, Bette Midler se lució al homenajear a las figuras fallecidas durante el último año. La ovacionaron de pie. Ese fue uno de los momentos más emotivos de la ceremonia. Hubo aplausos y mucha emoción mientras desfilaban por la pantalla las imágenes de Philip Seymour Hoffman, Joan Fontaine, Shirley Temple, Peter O’Toole y Paul Walker, entre muchos otros.
No faltaron los cortos compilados con diferentes héroes de películas del pasado, ni los cambios de atuendo de la presentadora, quien usó tres conjuntos de pantalón y chaqueta y hasta un vestido de hada. Claro que este particular disfraz tenía una explicación: Whoopi Goldberg había presentado el tributo a los 75 años del estreno de “El mago de Oz”. Pink cantó el clásico tema de la película, protagonizada por Judy Garland. Los hijos de Garland -con Liza Minnelli a la cabeza- estaban en la platea y fueron muy aplaudidos.
Paolo Sorrentino, director de la extraordinaria “La grande bellezza” (ganadora del Oscar a la Mejor Película no hablada en inglés) dio la nota. Reveló que su trabajo está inspirado por Federico Fellini, Martin Scorsese y nuestro Diego Maradona. Claro, la afición del director y guionista italiano se reparte entre el cine y el Nápoli, club en el que brilló Maradona.