14 Marzo 2014
UN PERFIL MEDIÁTICO. Cada tanto, Oyarbide aparece envuelto en alguna polémica judicial o política. AGENCIA DYN
BUENOS ARES.- La suerte y el futuro judicial del juez Norberto Oyarbide descansa en manos del Consejo de la Magistratura de la Nación, ya que ante el cuerpo se presentaron denuncias contra el magistrado, en especial pedidos de juicio político.
Al cierre de esta edición, el Consejo de la Magistratura, reunido en plenario, analizaba si admitía las denuncias ingresadas en las últimas horas contra el juez federal, con pedidos de juicio político. (Ver “Cano pidió...”)
El plenario comenzó a la mañana. Y con la propuesta del presidente del órgano, Alejandro Sánchez Freytes, se pasó a un cuarto intermedio hasta las 17.
Sin embargo, apenas iniciado el plenario, consejeros oficialistas y opositores encendieron el debate respecto a las denuncias que ingresaron al Consejo, en las últimas horas, contra Oyarbide.
Como de ambos lados coincidieron en la “entidad” que tenía el tema, y luego de un intenso debate, se resolvió que el plenario del Consejo se constituya en Comisión de Acusación y Disciplina para determinar si se admite la denuncia contra Oyarbide.
En concreto, ingresaron al Consejo tres denuncias: del senador-consejero Mario Cimadevilla (UCR), que calificó de “disparate” la actitud de Oyarbide y lo acusó de actuar como “juez del poder” y “encubridor”; de legisladores de UNEN y el expediente de la Cámara Federal porteña.
Empresario amigo
El financista Guillermo Greppi, quien fue beneficiado por Oyarbide al suspender el allanamiento a su empresa, dio detalles del operativo policial que generó un enorme revuelo político, luego de que se conociera que el juez ordenó frenar el procedimiento tras recibir un llamado telefónico de Carlos Liuzzi, funcionario de Gobierno que está ligado a Carlos Zannini, uno de los hombres más influyentes del kirchnerismo.
“Lo que hicieron parecía un asalto o un saqueo: rompieron las puertas y apuntaron a la gente con armas”, recordó el presidente de la mutual Propyme. “Llamé a Liuzzi para pedirle ayuda, como a un 911, no para que frene el allanamiento”, explicó.
En declaraciones a “Radio Mitre”, Greppi detalló que durante el allanamiento -investigada por una causa de lavado de dinero- la policía “pidió $ 3 millones para irse del lugar”. “Discutimos y la violencia fue cada vez peor, por eso pedí ayuda”, apuntó.
“Me decían ‘si no me das la plata, hijo de puta, te llevo todo. Te voy a quebrar, te hago mierda le empresa”, precisó el financista. “Yo quería hablar por teléfono, pero un policía le dijo a mi abogado: ‘Aunque me llame el Papa, yo no respondo a nadie, sólo al juzgado’. Entonces lo llamé a Liuzzi”, repasó.
Sobre su relación con el segundo de Zannini, Greppi contó: “Lo conozco hace 30 años por un amigo en común. Él no paró el allanamiento, sólo llamó a Oyarbide y le dijo ‘están saqueando a un amigo mío, fijate qué pasa’. Nada más”. (DyN-Télam-Infobae.com)
Al cierre de esta edición, el Consejo de la Magistratura, reunido en plenario, analizaba si admitía las denuncias ingresadas en las últimas horas contra el juez federal, con pedidos de juicio político. (Ver “Cano pidió...”)
El plenario comenzó a la mañana. Y con la propuesta del presidente del órgano, Alejandro Sánchez Freytes, se pasó a un cuarto intermedio hasta las 17.
Sin embargo, apenas iniciado el plenario, consejeros oficialistas y opositores encendieron el debate respecto a las denuncias que ingresaron al Consejo, en las últimas horas, contra Oyarbide.
Como de ambos lados coincidieron en la “entidad” que tenía el tema, y luego de un intenso debate, se resolvió que el plenario del Consejo se constituya en Comisión de Acusación y Disciplina para determinar si se admite la denuncia contra Oyarbide.
En concreto, ingresaron al Consejo tres denuncias: del senador-consejero Mario Cimadevilla (UCR), que calificó de “disparate” la actitud de Oyarbide y lo acusó de actuar como “juez del poder” y “encubridor”; de legisladores de UNEN y el expediente de la Cámara Federal porteña.
Empresario amigo
El financista Guillermo Greppi, quien fue beneficiado por Oyarbide al suspender el allanamiento a su empresa, dio detalles del operativo policial que generó un enorme revuelo político, luego de que se conociera que el juez ordenó frenar el procedimiento tras recibir un llamado telefónico de Carlos Liuzzi, funcionario de Gobierno que está ligado a Carlos Zannini, uno de los hombres más influyentes del kirchnerismo.
“Lo que hicieron parecía un asalto o un saqueo: rompieron las puertas y apuntaron a la gente con armas”, recordó el presidente de la mutual Propyme. “Llamé a Liuzzi para pedirle ayuda, como a un 911, no para que frene el allanamiento”, explicó.
En declaraciones a “Radio Mitre”, Greppi detalló que durante el allanamiento -investigada por una causa de lavado de dinero- la policía “pidió $ 3 millones para irse del lugar”. “Discutimos y la violencia fue cada vez peor, por eso pedí ayuda”, apuntó.
“Me decían ‘si no me das la plata, hijo de puta, te llevo todo. Te voy a quebrar, te hago mierda le empresa”, precisó el financista. “Yo quería hablar por teléfono, pero un policía le dijo a mi abogado: ‘Aunque me llame el Papa, yo no respondo a nadie, sólo al juzgado’. Entonces lo llamé a Liuzzi”, repasó.
Sobre su relación con el segundo de Zannini, Greppi contó: “Lo conozco hace 30 años por un amigo en común. Él no paró el allanamiento, sólo llamó a Oyarbide y le dijo ‘están saqueando a un amigo mío, fijate qué pasa’. Nada más”. (DyN-Télam-Infobae.com)