Nuevos profesionales de la energía cósmica

Las terapias de armonización energética son cada vez más comunes. Ya hay médicos que las aplican

TERAPIA DE SONIDOS. Adriana Martínez hace sonar el gong, instrumento oriental cuya vibración actúa a niveles profundos de la conciencia para conseguir la alineación de la energía. la gaceta / fotos de diego aráoz TERAPIA DE SONIDOS. Adriana Martínez hace sonar el gong, instrumento oriental cuya vibración actúa a niveles profundos de la conciencia para conseguir la alineación de la energía. la gaceta / fotos de diego aráoz
No practican la magia ni el esoterismo, no predicen el futuro ni tienen dones especiales. Pero calman dolores, mejoran el ánimo, previenen enfermedades y ayudan a vivir mejor. Son los que trabajan con la energía de las personas, los que intentan activar chakras dormidos o tranquilizar otros excesivamente activos, para devolverles la armonía que nunca debieron haber perdido. Estos “enfermeros” de la energía cósmica han comenzado a salir discretamente a la sociedad, casi con timidez a ofrecer sus terapias, muchas veces a riesgo de ser tratados con incredulidad o acusados de chantaje. No son muy jóvenes. En su mayoría son profesionales de otros campos del saber que, en su derrotero en busca de respuestas, han descubierto que el hombre no es sólo materia y que la armonía no es sólo individual, sino también planetaria y universal.

Linda Flomembaum es master en Reiki. Me pide que deje los zapatos a la entrada y que me acueste en la camilla y cierre los ojos. En la habitación hay un suave perfume con notas orientales y música japonesa. A un costado, una lámpara de sal del Himalaya ioniza el ambiente y transmuta la energía negativa en positiva. Siento apenas las palmas de sus manos en mi coronilla. Ahora percibo un calor intenso sobre los párpados. Mi cuerpo se afloja. Instintivamente comienzo a respirar profundo. Escucho el débil deslizamiento de sus pies alrededor de la camilla. Vuelvo a sentir calor esta vez en las plantas de los pies. Mi mente vaga y por momentos me duermo, hasta que escucho la voz suave de Linda: “¿cómo te sentís? “Bien, sólo sentí una pequeña molestia en mi rodilla derecha y recordé que allí me duele cada vez que hago gimnasia”. “¿Ves? La energía es inteligente, va donde la necesitás”, dice. Me levanto lentamente como quien despierta de una siesta.

-“¿Corrés riesgo con una persona que tiene energía negativa?” -“No, sólo soy un canal de la energía universal, tampoco doy de mi energía”, sonríe.

De manera subterránea, recomendados por el boca a boca, cada vez son más los trabajadores de la energía vital universal. Por ejemplo, sólo la Fundación Tucumana de Reiki ha formado a 3.000 tucumanos. ¿Cuántos más hay que utilizan piedras, sonidos, colores, aromas, flores …?

La sociedad asimila lentamente estas nuevas propuestas, a regañadientes de la ciencia que desconfía de todo lo que no pueda medir ni traducir en una fórmula. Con todo, en Madrid, España, el reiki se practica en 12 hospitales, y en Inglaterra y en Alemania el reiki está contemplado en el sistema de seguridad social. Quizás confiada en este antecedente, Linda, que es voluntaria de la Sala Cuna, lo aplica en bebés que lloran mucho para poder calmarlos.

Hay quienes inician una profunda reeducación de su vida, a través del yoga, que significa “unión” de la persona con el universo y consigo misma. Otros prefieren el Tai Chi, un arte marcial basado en la filosofía del Yin y el Yang. Pero para los que no tienen tiempo, el método Ireca del italiano Instituto de la Energía Cósmica Aplicada, produce cambios en cinco minutos.

Ana Lía Camacho, médica homeópata, usa el método Ireca con sus pacientes para mejorar su calidad de vida. La ventaja es que uno lo puede aplicar a otro y a sí mismo. Está convencida de que la enfermedad es consecuencia de un desequilibrio de la energía vital. Pero no quiere crear falsas expectativas: “esta terapia acompaña, jamás reemplaza al tratamiento médico”.

Luisa María Méndez, contadora pública nacional, confiesa que no comienza su mañana sin sus cinco minutos de terapia que la preparan para enfrentar cualquier chubasco del día.

Ahora probemos: me siento en una silla, con la espalda libre, cierro los ojos, dejo los brazos a los costados y los pies uno al lado del otro. Con ambas manos Luisa recorre los siete chackras sin tocarme. La yema de los dedos son los conductores de la energía. Abro los ojos y me siento bien. Nada más. “A veces parece que no pasa nada, pero los centros quedan abiertos y la energía sigue fluyendo”, promete. Con indisimulado orgullo me cuenta que el método Ireca ya fue aplicado en la cárcel de la ciudad de Concepción, con internos y policías, y que todos quedaron relajados y tranquilos.

La belleza integral
Las terapias holísticas han llegado al spa. Cecilia Carrizo El Alí no ve “defectos” en las personas sino “desarmonías” y siempre se pregunta por su origen. Su spa “Ser con estilo” es una suerte de “consultora” - dice ella - donde además del tratamiento específico se aplican terapias vibracionales (música), reiki y reflexología (con masajes en los pies para equilibrar la energía) porque la belleza es integral (cuerpo, mente y espíritu) e incluye la salud.

Sonidos que armonizan
Parece un templo budista, los zapatos quedan en la puerta. Un aroma a incienso se mezcla con el del té de canela, jengibre y cardamomo que me sirven en un cuenco de porcelana china. Una música hindú muy suave envuelve el ambiente, exquisitamente decorado con piedras semipreciosas y objetos de la India. Gustavo Escalante, ataviado con un pantalón hindú, se sienta en posición de loto y explica de qué se trata la terapia de armonización con sonidos. A un costado se ven tres cuencos de cuarzo blanco, un pequeño cuenco tibetano, un gong enorme y un didjeridoo, instrumento de viento muy antiguo. Con un palillo que termina en una punta de lana, Gustavo recorre el borde exterior de los cuencos blancos, haciéndolos vibrar con notas larguísimas que se alejan. Los tibetanos parecen campanas. La resonancia es envolvente. Ha comenzado un concierto que se siente en la frente como un cosquilleo, que obliga a cerrar los ojos y a respirar en forma profunda y relajada.

“El sonido modifica nuestras ondas cerebrales, ayudándonos a entrar en otros niveles de conciencia, donde son posibles los estados de sanación porque nos devuelve la vibración natural es decir, nos armoniza”, explica Gustavo. Lo mismo nos producen los cantos gregorianos, dice.

En su espacio “Alas de luz”, Adriana Martínez está rodeada de piedras energéticas, aromas orientales, una lámpara de sal del Himalaya, instrumentos ancestrales y, en la pared, una colorida psicografía (dibujo con sentido profético) de ángeles con ojos que son como ventanas para mirar hacia adentro. Me acuesto en la camilla (no necesito descalzarme), cierro los ojos y me entrego a la sinfonía de estímulos sutiles que me llegan por todos los sentidos. “Somos seres en constante vibración, nuestras emociones vibran. La terapia de sonidos nos conecta con el origen de nuestra desconexión y nos lleva a reencontrarnos con la paz interior”, anuncia con voz suave esta ex docente de la carrera de Locución de la UNSTA. Sus estudios de neurolingüística le condujo a su propio método de desarrollo personal. El gong me despierta. Abro los ojos pero mi cuerpo sigue totalmente relajado. Siento que he dormido una noche entera. Y así, un poco flotando, vuelvo a casa con la sensación de haber hecho la nota más placentera de mi vida.

Reiki
Una forma sencilla de transmitir energía

Reiki significa energía vital universal. “Rei” es universal e ilimitado y “ki”, la fuerza enérgica vital que fluye a través de los seres vivos, explica Linda Flomembaum, master en Reiki Usui y Reiki Karuna y de la Fundación Tucumana de Reiki. Con reiki se pueden tratar personas, animales o plantas.

Método Ireca
Más calidad de vida en sólo cinco minutos

“Que una persona maneje una herramienta para mejorar su calidad de vida, es muy útil, sobre todo cuando su utilización nos insume cinco minutos al día”, dice la médica homeópata Ana Lía Camacho, docente del sistema IRECA. La CPN Luisa María Méndez, también capacitadora, explica que este método permite canalizar la energía cósmica con fines terapéuticos a través de los centros energéticos del cuerpo humano.

Sonidos que armonizan
Todos vibramos, el universo vibra

“No podemos tener una vida emocional saludable si no hay equilibrio en nuestra energía. Nuestras emociones vibran y el entorno es receptivo. Al estabilizarnos, nos armonizarnos”, explica Adriana Martínez, master en sonido energético y creadora de la terapia de desarrollo personal basado en la neurolingüística. En la foto, Gustavo Escalante ejecuta una sinfonía con instrumentos ancestrales, entre ellos, el gong.

Un spa de la belleza interior
Tratar a la persona como un todo

“Si no trabajamos nuestro ser interno y no tratamos el motivo por el cual se altera la estética, un tratamiento por más eficaz que sea no se sostiene en el tiempo”, advierte Cecilia Carrizo El Alí, directora del spa “Ser con estilo”. Los orientales consideran que cuando se altera un centro energético se desequilibra el cuerpo físico y puede provocar enfermedades. Hay que trabajar pensando en la persona como un todo, dice.

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