Tres que valen por cinco se trepan a la Cumbre de la risa VIII

Karim Araujo, Marcos Ontivero y Miguel Martín, juntos en un show de carcajadas

PROMETEN ROMPERLA. El cordobés, el porteño y el tucumano, con Juancito y Elisabeth, confrontan tonadas y estilos de humor. la gaceta / foto de analía jaramillo PROMETEN ROMPERLA. El cordobés, el porteño y el tucumano, con Juancito y Elisabeth, confrontan tonadas y estilos de humor. la gaceta / foto de analía jaramillo
06 Abril 2014
Porteño “tranqui”
- Yo me llamo Elisabeth Jameson (pronuncia con acento norteamericano y aclara cómo se escribe el apellido). Soy de EE UU, de New Jersey. Como estudiaba castellano y traductorado vine por un intercambio cultural, conseguí trabajo, me quedé quedando y ahora soy una inmigrante. No soy morena; soy negra, africanamerican.

- Yo soy Juancito, de Córdoba, así que esta noche somos dos los cordooobeses en el show. Soy colorao de verdad. Soy boludo profesional, me pagan por decir boludeces.

- ¡Juan, portate bien! ¡te están haciendo una entrevista! Explicá lo que hacés.

-Bueno, soy imitador de cantantes y humorista.

“En realidad los tres hacemos imitaciones de cantantes, pero no servirían si no tuvieran un sustento humorístico”, explica Karim Araujo, con Elizabeth y Juancito sobre sus rodillas.

“Soy cantante y actor; al fusionar el canto y la actuación cumplo mis dos sueños”, declara, con suave tonada porteña, Araujo, de Lanús pero habitante de la Capital. A los 14 años descubrió el don de ventrílocuo que le permite dar vida a sus dos compañeros de trabajo.

Araujo habla de la paradoja de que para hacer humor profesional hay que ser muy serios. “Una cosa es ser el gracioso entre los amigos y otra es trabajar ante el público; es una ardua tarea porque siempre buscamos ideas nuevas”, apunta.

De Córdoba, sin escalas
Un negro le dice a otro: -¿te acordás de mi tío, ese que tenía pata de palo, ojo de vidrio, peluquín, prótesis en la cadera, clavo en la rodilla, silla de ruedas, marcapasos y cinturón gástrico?

- ¿Qué le pasó? ¿se murió?

- ¡No! se sentó en la vereda, pasó el camión de la basura y se lo llevó a la mierda.

Marcos Ontivero (El Negro) carga con el legado de todo humorista cordobés. “Es la chapa; hay que defenderla, hay que mostrarla en el escenario y también en la vida. No es cuestión de andar todo el día riéndose, sino de tomarse las cosas positivamente. Lo importante es que a los cordobeses nos reconozcan por el humor y la alegría”, sintetiza.

Luis Sandoval conducirá, en el teatro Alberdi, las dos funciones de la Cumbre de la Risa VIII, donde Araujo y Ontivero juegan de visitantes. De local, nada menos que el desopilante Oficial Gordillo, el polesía que encarna el tucumano Miguel Martín.

“La idea de las cumbres es reunir el humor de diferentes provincias, y que el público tenga la posibilidad de disfrutar de cada registro. Cada uno de nosotros tendrá una rutina de 30’ a 40’ y al final nos juntaremos en escena -explica Ontivero en cordobés-. En mi caso son cuentos, anécdotas, historias que cierran en una parte musical, con un humor de observación, cotidiano, para toda la familia”.

De Tucumán, sin dudas
Mi hija de 13 años se ha puesto de novia. Viene el otro día y me dice: “mi novio es fierrero. Me ha dicho que tengo una carrocería hermosa, unos paragolpes tremendos y un chasis único´”. ¿Ah, sí? Decile que si te quiere levantar el capot para medirte el aceite yo le voy a cortar el caño de escape.

“Esta es mi tercera cumbre, así que estoy choriando chistes a mansalva. Les robo a todos los humoristas, pero les aviso. Creo que mi próximo show va a ser de covers de chistes afanados”, advierte, en tucumano básico, Martín. Karim replica: “vos me los sustraés pero no sabés a quién se los copié yo”.

Sobre su aspecto de tipo serio, Martín confiesa: “en mi familia yo soy el menos gracioso. Cuando llego a mi casa, a mi esposa le pido silencio absoluto porque hablo todo el día. Hasta alcanzame el sifón le digo por señas”. Y sobre la cumbre, dice: “para mí es un aprendizaje juntarme con colegas de este nivel”.


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