Juicio por Mercedes: Tres testigos avalaron la coartada de un imputado

Uno de los acusados afirmó que estaba comiendo un locro cuando desapareció la niña.

24 Abril 2014
En el almuerzo por el día del Trabajador de 2012, Marcos Rubén Longo asegura haber estado comiendo un locro en la casa de la hija de Manuel Villagra, su amigo, en la zona sur de la ciudad. Cuando regresó a su barrio, Mercedes Figueroa ya había desaparecido y estaban todos los vecinos buscándola. Esa es la coartada del hombre, que está imputado por el crimen de la menor de seis años cuyo cuerpo fue hallado al día siguiente.

Villagra, su hija Daniela Barros y Juan Carlos Godoy avalaron ayer a la mañana la versión que había dado el acusado en el juicio oral. Villagra afirmó que regresaron a Villa Muñecas a la tarde y que supieron por unos niños que buscaban a Mercedes. “Longo y Godoy siguieron tomando vino en mi casa, y el primero se quedó dormido en una silla”, manifestó el testigo.

Pasadas las 20, Villagra despertó a Longo y le dijo que se fuera a su vivienda. Esta parte de la declaración motivó que el fiscal de Cámara Carlos Sale pidiera un careo entre el testigo y el imputado, ya que este había declarado que apenas supo que Mercedes estaba desaparecida, salió en su carro a buscarla.

En el careo, Longo aclaró que cuando salió de la casa de Villagra supo que la niña no aparecía, y se sumó a la búsqueda. De esa manera, superó la contradicción entre ambas declaraciones. Barros (en cuya casa se habría realizado el locro) y Godoy (uno de los asistentes a ese evento) avalaron lo relatado por el primer testigo.

El juicio continuaba anoche con la incorporación de la prueba instrumental. Los jueces Pedro Roldán Vázquez, Alfonso Zóttoli y Eduardo Romero Lascano, adelantaron que el lunes podrían tener lugar los alegatos de los abogados y la sentencia.

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