06 Mayo 2014
Resulta difícil hallar un estudiante de alguna de las carreras que dicta la Facultad de Ciencias Económicas -Contador Público Nacional, Licenciado en Administración de Empresas y Licenciado en Economía- insertado formalmente en el mercado laboral. Los hay; pero en general se desempeñan en alguna pasantía, que no les ocupa más de cuatro horas. Obviamente, la retribución por esa tarea no les alcanza para costear sus estudios.
De allí que algunos estudiantes pidan a las futuras autoridades de esa unidad académica -el viernes se votará decano; de acuerdo con las elecciones de consejeros directivos, se prevé que José Luis “Pío” Jiménez resulte electo- que busquen la forma de flexibilizar las asistencias; es decir, que al menos algunos cursados no sean obligatorios.
“Cuando uno llega a 5° año, asistir a clases ya no es un requisito para aprobar la materia. Entonces, los estudiantes pueden buscar un trabajo. Pero de 1° a 4° año resulta imposible, porque el sistema de asistencias es muy rígido”, afirmaron Érika Gómez y Marina Velázquez. En el mismo sentido opinó Raúl Rivadeneira. “En general, el alumno que quiera estudiar aquí debe tener la certeza de que su familia podrá ‘bancarlo’; al menos hasta que avance en la carrera, porque no tendrá tiempo para trabajar en algo que le dé un sueldo para vivir”, manifestó.
Si bien no refutan a sus compañeros, en lo que respecta a la obligatoriedad de la asistencia, Mariano, Julieta y Dana consideraron que muchos docentes dan posibilidades a los alumnos. “Un mismo profesor a veces atiende más de una comisión; entonces, si vos no pudiste asistir a la clase que te correspondía, podés hablar con él, ir a la otra comisión y él te pone presente, como si hubieses asistido a la comisión que te corresponde”, contó Mariano. Aclaró que esta metodología no está incluida formalmente en los reglamentos del cursado; pero insistió en que en los hechos puede llegarse a este tipo de acuerdos con los docentes.
Otro punto que, a criterio de los estudiantes, las próximas autoridades deberían atender pasa por mejorar el sitio web, mediante el cual se llevan a cabo diversos trámites administrativos. “La página se satura, y eso complica las posibilidades de inscribirse en las mejores comisiones. No sé a qué se debe, y creo que en otras facultades también pasa; pero sería bueno que se lo arregle”, dijeron Velázquez y Gómez. Esta vez, Mariano acordó enteramente con ellas. “No lo advertí como problema, porque ya estamos acostumbrado a que en los momentos en que más se lo utiliza el sitio se clave. Esperemos que con la implementación de SIU Guaraní (software de gestión que funciona en varias facultades de la Universidad Nacional de Tucumán) esto mejore”, anheló.
Velázquez y Gómez también pidieron que el próximo decano se pronuncie en favor de un boleto estudiantil: “sabemos que no depende del Decanato, pero creo que estaría bueno que las autoridades defiendan la implementación del boleto”.
De allí que algunos estudiantes pidan a las futuras autoridades de esa unidad académica -el viernes se votará decano; de acuerdo con las elecciones de consejeros directivos, se prevé que José Luis “Pío” Jiménez resulte electo- que busquen la forma de flexibilizar las asistencias; es decir, que al menos algunos cursados no sean obligatorios.
“Cuando uno llega a 5° año, asistir a clases ya no es un requisito para aprobar la materia. Entonces, los estudiantes pueden buscar un trabajo. Pero de 1° a 4° año resulta imposible, porque el sistema de asistencias es muy rígido”, afirmaron Érika Gómez y Marina Velázquez. En el mismo sentido opinó Raúl Rivadeneira. “En general, el alumno que quiera estudiar aquí debe tener la certeza de que su familia podrá ‘bancarlo’; al menos hasta que avance en la carrera, porque no tendrá tiempo para trabajar en algo que le dé un sueldo para vivir”, manifestó.
Si bien no refutan a sus compañeros, en lo que respecta a la obligatoriedad de la asistencia, Mariano, Julieta y Dana consideraron que muchos docentes dan posibilidades a los alumnos. “Un mismo profesor a veces atiende más de una comisión; entonces, si vos no pudiste asistir a la clase que te correspondía, podés hablar con él, ir a la otra comisión y él te pone presente, como si hubieses asistido a la comisión que te corresponde”, contó Mariano. Aclaró que esta metodología no está incluida formalmente en los reglamentos del cursado; pero insistió en que en los hechos puede llegarse a este tipo de acuerdos con los docentes.
Otro punto que, a criterio de los estudiantes, las próximas autoridades deberían atender pasa por mejorar el sitio web, mediante el cual se llevan a cabo diversos trámites administrativos. “La página se satura, y eso complica las posibilidades de inscribirse en las mejores comisiones. No sé a qué se debe, y creo que en otras facultades también pasa; pero sería bueno que se lo arregle”, dijeron Velázquez y Gómez. Esta vez, Mariano acordó enteramente con ellas. “No lo advertí como problema, porque ya estamos acostumbrado a que en los momentos en que más se lo utiliza el sitio se clave. Esperemos que con la implementación de SIU Guaraní (software de gestión que funciona en varias facultades de la Universidad Nacional de Tucumán) esto mejore”, anheló.
Velázquez y Gómez también pidieron que el próximo decano se pronuncie en favor de un boleto estudiantil: “sabemos que no depende del Decanato, pero creo que estaría bueno que las autoridades defiendan la implementación del boleto”.