En Atlético no se juega de memoria

Poner una formación idéntica en dos fechas consecutivas es un lujo que Atlético sólo se pudo dar una vez en el campeonato. Todavía estaba Ricardo Rodríguez, que a pesar del honor (o el azar) que le significó hacerlo tuvo los mismos problemas y dudas que Diego Erroz y Héctor Rivoira para la conformación de un 11 que se mantenga en el tiempo.

Erroz nunca pudo hacerlo en sus 16 partidos al mando del equipo y el “Chulo” tampoco, en los seis que lleva dirigidos, incluido el solitario debut por la Copa Argentina. Lesiones, suspensiones, decisiones tácticas, bajos (y altos) rendimientos, rotación... Todo forma parte del abanico de argumentos por los que ninguno pudo hallar un equipo que salga “de memoria”, como dice el dicho futbolístico. En este caso, por ejemplo, los buenos niveles de Diego Barrado y Alfredo Carrizo lo convencerían para volver a cambiar la formación que derrotó a Villa San Carlos, el sábado.

Así lo demostró en el equipo que paró en la práctica de ayer en el Monumental. Los que perderían sus lugares serían David Valdez y Nahuel Roselli, aunque el “Chulo” no tiene recriminaciones para nadie. “Siempre dieron todo, están trabajando muy bien. Salvo el partido contra Huracán, que no estuvimos a la altura, no tengo nada para decirles”, dice Rivoira.

Quizás por eso, no tenga problemas en seguir probando. Incluso dentro del entrenamiento, puso a Diego Jara y Guillermo Acosta por Víctor Píriz Alves y Carrizo, respectivamente.

Las fechas 7 y 8, ante Patronato y Brown (A), vieron como “RR” puso a dos equipos iguales. Para volverlo a ver, parece que falta un tiempo. Pero mientras funcione así, el equipo de memoria puede esperar.