08 Mayo 2014
“Van a ser boleta si siguen llamando a declarar”, fue la amenaza a dos fiscales
Giannoni recibió un llamado telefónico en el que le advirtieron que la matarían a ella y a López Ávila si prosiguen con una investigación. Los representantes del Ministerio Público creen que estaría relacionado con la causa por la sedición policial de diciembre
PREOCUPADA. Giannoni dijo que no quiere naturalizar las amenazas. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO (ARCHIVO)
Los fiscales de Instrucción Adriana Giannoni y Diego López Ávila fueron amenazados el martes a la noche a través de un llamado telefónico, en el que les advirtieron que los matarían si seguían citando personas a declarar en la Justicia.
Aunque quien realizó la amenaza no hizo referencia a un caso en particular, los fiscales sospechan que el intento de amedrentamiento estaría relacionado con la investigación que llevan adelante por la sedición policial de diciembre, en la que serían imputados más de 50 efectivos (ocho personas se encuentran detenidas con prisión preventiva).
Giannoni y López Ávila denunciaron el hecho al ministro fiscal Luis De Mitri y al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Gandur, para que se realice una investigación por las amenazas y se asegure su integridad física y la de sus familias.
Las amenazas
El martes a la noche, Giannoni se encontraba en su casa cuando sonó el teléfono celular que le provee el Poder Judicial. Los tres primeros llamados no fueron atendidos por la fiscala (según la nota que presentaron al ministro fiscal, fueron realizadas a las 20.43 los dos primeros y a las 20.44 el tercero).
La cuarta vez que el celular sonó, Giannoni atendió. “Santiagueña hija de mil puta te vamos a matar, vas a ser boleta”, le dijeron. La fiscala le pidió a quien había realizado la amenaza que le reiterara lo dicho, argumentando que no lo había podido escuchar bien.
“Sí entendés lo que te digo; te vamos a matar a vos y a López Ávila. Van a ser boleta si siguen llamando a declarar”, fue la respuesta del amenazador. La fiscala, entonces, le pidió que le precisara a qué declaraciones se refería. “No te hagás la pelotuda”, le dijo el hombre, y cortó la llamada.
La comunicación fue realizada a las 20.45 y tuvo una duración de 42 segundos. Giannoni se comunicó con López Ávila para ponerlo al tanto de la situación, y el fiscal le comentó que él no había recibido ninguna llamada amenazante.
Los fiscales comenzaron a atar cabos para comprender el contenido de la amenaza, y tuvieron en cuenta que el 28 de abril se publicó una nota en LA GACETA en la que se informaba que la investigación por la sedición avanzaba y que en los próximos días llamarían a declarar en calidad de imputados a unos 50 efectivos que fueron registrados en filmaciones.
“Tal información hace suponer que las amenazas de muerte realizadas en forma anónima fueron efectuadas coactivamente para evitar que (los fiscales) efectivicen la realización de dichas indagatorias”, consideraron Giannoni y López Ávila en la denuncia que presentaron a De Mitri.
El ministro Fiscal subrogante, Carlos Sale, dispuso inmediatamente que la causa sea investigada por el fiscal de Instrucción de la V° Nominación, Washington Navarro Dávila, pese a que la fiscala que se encuentra de turno es María de las Mercedes Carrizo.
En enero
Precisamente, Carrizo tiene en su fiscalía la causa por las amenazas que a principios de enero de este año recibieron Giannoni, Alberto Lebbos, Ángel “Mono” Ale y periodistas. A todos ellos les llegaron mensajes de texto amenazándolos para que dejaran de “meterse con la Policía”.
La investigación no tuvo grandes avances, ya que la línea telefónica desde la que habían enviado los mensajes amenazantes estaban a nombre de una persona inexistente.
Expuestos
Los fiscales dialogaron ayer con LA GACETA, y expresaron que las amenazas no evitarán que continúen con la investigación. “Esto sólo logra que pongamos más empeño para que sigamos trabajando en esta causa”, manifestó López Ávila.
“No quiero naturalizar en mi vida las amenazas. Sé que por el cargo que ocupamos estamos expuestos a cosas de este tipo, pero no quiero que las amenazas formen parte cotidiana de mi vida”, expresó la fiscala Giannoni.
Ambos consideraron que estas amenazas demuestran la necesidad de que el Poder Judicial cuente con un cuerpo de investigadores propio, que no dependa de la Policía. “Estamos investigando a la fuerza con los mismos informes que nos envían ellos. ¿Hasta cuándo vamos a seguir esperando que el Poder Judicial tenga una Policía Judicial?”, agregó López Ávila.
Fuentes judiciales comentaron que el presidente de la Corte Suprema se puso en contacto con los fiscales. Gandur les habría garantizado que las amenazas se investigarán hasta llegar a los responsables de las mismas.
Aunque quien realizó la amenaza no hizo referencia a un caso en particular, los fiscales sospechan que el intento de amedrentamiento estaría relacionado con la investigación que llevan adelante por la sedición policial de diciembre, en la que serían imputados más de 50 efectivos (ocho personas se encuentran detenidas con prisión preventiva).
Giannoni y López Ávila denunciaron el hecho al ministro fiscal Luis De Mitri y al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Gandur, para que se realice una investigación por las amenazas y se asegure su integridad física y la de sus familias.
Las amenazas
El martes a la noche, Giannoni se encontraba en su casa cuando sonó el teléfono celular que le provee el Poder Judicial. Los tres primeros llamados no fueron atendidos por la fiscala (según la nota que presentaron al ministro fiscal, fueron realizadas a las 20.43 los dos primeros y a las 20.44 el tercero).
La cuarta vez que el celular sonó, Giannoni atendió. “Santiagueña hija de mil puta te vamos a matar, vas a ser boleta”, le dijeron. La fiscala le pidió a quien había realizado la amenaza que le reiterara lo dicho, argumentando que no lo había podido escuchar bien.
“Sí entendés lo que te digo; te vamos a matar a vos y a López Ávila. Van a ser boleta si siguen llamando a declarar”, fue la respuesta del amenazador. La fiscala, entonces, le pidió que le precisara a qué declaraciones se refería. “No te hagás la pelotuda”, le dijo el hombre, y cortó la llamada.
La comunicación fue realizada a las 20.45 y tuvo una duración de 42 segundos. Giannoni se comunicó con López Ávila para ponerlo al tanto de la situación, y el fiscal le comentó que él no había recibido ninguna llamada amenazante.
Los fiscales comenzaron a atar cabos para comprender el contenido de la amenaza, y tuvieron en cuenta que el 28 de abril se publicó una nota en LA GACETA en la que se informaba que la investigación por la sedición avanzaba y que en los próximos días llamarían a declarar en calidad de imputados a unos 50 efectivos que fueron registrados en filmaciones.
“Tal información hace suponer que las amenazas de muerte realizadas en forma anónima fueron efectuadas coactivamente para evitar que (los fiscales) efectivicen la realización de dichas indagatorias”, consideraron Giannoni y López Ávila en la denuncia que presentaron a De Mitri.
El ministro Fiscal subrogante, Carlos Sale, dispuso inmediatamente que la causa sea investigada por el fiscal de Instrucción de la V° Nominación, Washington Navarro Dávila, pese a que la fiscala que se encuentra de turno es María de las Mercedes Carrizo.
En enero
Precisamente, Carrizo tiene en su fiscalía la causa por las amenazas que a principios de enero de este año recibieron Giannoni, Alberto Lebbos, Ángel “Mono” Ale y periodistas. A todos ellos les llegaron mensajes de texto amenazándolos para que dejaran de “meterse con la Policía”.
La investigación no tuvo grandes avances, ya que la línea telefónica desde la que habían enviado los mensajes amenazantes estaban a nombre de una persona inexistente.
Expuestos
Los fiscales dialogaron ayer con LA GACETA, y expresaron que las amenazas no evitarán que continúen con la investigación. “Esto sólo logra que pongamos más empeño para que sigamos trabajando en esta causa”, manifestó López Ávila.
“No quiero naturalizar en mi vida las amenazas. Sé que por el cargo que ocupamos estamos expuestos a cosas de este tipo, pero no quiero que las amenazas formen parte cotidiana de mi vida”, expresó la fiscala Giannoni.
Ambos consideraron que estas amenazas demuestran la necesidad de que el Poder Judicial cuente con un cuerpo de investigadores propio, que no dependa de la Policía. “Estamos investigando a la fuerza con los mismos informes que nos envían ellos. ¿Hasta cuándo vamos a seguir esperando que el Poder Judicial tenga una Policía Judicial?”, agregó López Ávila.
Fuentes judiciales comentaron que el presidente de la Corte Suprema se puso en contacto con los fiscales. Gandur les habría garantizado que las amenazas se investigarán hasta llegar a los responsables de las mismas.
NOTICIAS RELACIONADAS