11 Mayo 2014
BUENOS AIRES.- Antes de que la presidenta, Cristina Fernández, le replicara a la Iglesia en el acto de evocación del cura villero Carlos Mugica, el Episcopado había salido a contestarle a la Casa Rosada y a La Cámpora, en el marco del documento en el que advirtió que la “Argentina está enferma de violencia”.
“El jefe de Gabinete (Jorge Capitanich) habló antes de que saliera el documento, atajándose un poco pensando que era sobre la inseguridad, pero el documento va más allá del problema de la inseguridad y el clima de paz y de concordia en el país sí es cuestión del Gobierno nacional”, alertó el vocero de la Conferencia Episcopal, Jorge Oesterheld.
En cuanto a la reacción de La Cámpora, que rechazó el texto de la Iglesia al señalar que violencia en el país hubo en los años 1955, 1976, 1989 y 2001, Oesterheld respondió: “desgraciadamente ya lo sabemos, en muchas épocas de este país ha habido clima de violencia, pero ahora estamos hablando de éste”.
“No sé cómo es la repartija de responsabilidades en cuanto a la seguridad y las responsabilidades de las policías, pero el clima general de paz es responsabilidad del Gobierno nacional”, insistió en remarcar el portavoz eclesiástico, en declaraciones a radio Mitre. De esta manera, contestó expresamente a las declaraciones de Capitanich, quien antes de la difusión del documento de la Iglesia, reiteró que la lucha contra el delito “no le compete” a la Casa Rosada, sino a las provincias.
El vocero de la Conferencia Episcopal se explayó luego sobre el espíritu del texto difundido el viernes y manifestó que en el país “hay mucha mentira dando vuelta y eso genera mucha violencia”.
“Hay un clima de violencia alarmante; es cierto que todos somos responsables pero hay quienes son más responsables que otros, y cuanto más autoridad y poder se tiene mas responsable uno es de estas cosas”, expresó. Para la Iglesia, dijo Oesterheld, “hay una clase dirigente que no está muchas veces a la altura de las circunstancias y de las necesidades enormes (de la sociedad), porque no estamos hablando de cosas menores, hablamos de la vida de la gente, de la dignidad”.
Por otra parte, resaltó que si bien en las sociedades “siempre hay confrontación, el tema es si esa confrontación se la utiliza o si se la soluciona”.
“Utilizar la confrontación con fines políticos o de otro tipo genera más desasosiego y más violencia. Sobre todo, si eso va unido a la mentira; cuando uno siente que le mienten todo el tiempo, la reacción es de violencia y de indefensión”, afirmó. El vocero y sacerdote advirtió: “miente mucha gente, el Gobierno, mienten muchas veces los políticos, los medios de comunicación; hay mucha mentira dando vuelta y eso genera mucha violencia”.
Por una salud completa
Los referentes de “La Cámpora” Eduardo “Wado” de Pedro y José Ottavis fueron los que salieron al cruce del documento. Ottavis señaló que “la Argentina no está enferma. Sí vivimos una Argentina enferma de violencia en el 55, en el 76, en el 89 y en el 2001”. “Seguramente al país le faltan cosas para tener una salud completa. Pero después de haber superado todo eso, es bueno acordarse lo que es de verdad una Argentina enferma de violencia, para no volver a cometer esos errores”.
De Pedro dijo que “no se puede decir que la Argentina está enferma de violencia, como si esto fuera el 55 o el 2000, cuando estábamos todos en la calle”. Agregó que “la Asignación Universal, como otras medidas, son medidas para que nuestro pueblo sea más digno. Hay cuestiones que faltan, pero la violencia tiene que ver con un montón de cosas, como ocurre en Estados Unidos”. (DyN-Parlamentario.com)
“El jefe de Gabinete (Jorge Capitanich) habló antes de que saliera el documento, atajándose un poco pensando que era sobre la inseguridad, pero el documento va más allá del problema de la inseguridad y el clima de paz y de concordia en el país sí es cuestión del Gobierno nacional”, alertó el vocero de la Conferencia Episcopal, Jorge Oesterheld.
En cuanto a la reacción de La Cámpora, que rechazó el texto de la Iglesia al señalar que violencia en el país hubo en los años 1955, 1976, 1989 y 2001, Oesterheld respondió: “desgraciadamente ya lo sabemos, en muchas épocas de este país ha habido clima de violencia, pero ahora estamos hablando de éste”.
“No sé cómo es la repartija de responsabilidades en cuanto a la seguridad y las responsabilidades de las policías, pero el clima general de paz es responsabilidad del Gobierno nacional”, insistió en remarcar el portavoz eclesiástico, en declaraciones a radio Mitre. De esta manera, contestó expresamente a las declaraciones de Capitanich, quien antes de la difusión del documento de la Iglesia, reiteró que la lucha contra el delito “no le compete” a la Casa Rosada, sino a las provincias.
El vocero de la Conferencia Episcopal se explayó luego sobre el espíritu del texto difundido el viernes y manifestó que en el país “hay mucha mentira dando vuelta y eso genera mucha violencia”.
“Hay un clima de violencia alarmante; es cierto que todos somos responsables pero hay quienes son más responsables que otros, y cuanto más autoridad y poder se tiene mas responsable uno es de estas cosas”, expresó. Para la Iglesia, dijo Oesterheld, “hay una clase dirigente que no está muchas veces a la altura de las circunstancias y de las necesidades enormes (de la sociedad), porque no estamos hablando de cosas menores, hablamos de la vida de la gente, de la dignidad”.
Por otra parte, resaltó que si bien en las sociedades “siempre hay confrontación, el tema es si esa confrontación se la utiliza o si se la soluciona”.
“Utilizar la confrontación con fines políticos o de otro tipo genera más desasosiego y más violencia. Sobre todo, si eso va unido a la mentira; cuando uno siente que le mienten todo el tiempo, la reacción es de violencia y de indefensión”, afirmó. El vocero y sacerdote advirtió: “miente mucha gente, el Gobierno, mienten muchas veces los políticos, los medios de comunicación; hay mucha mentira dando vuelta y eso genera mucha violencia”.
Por una salud completa
Los referentes de “La Cámpora” Eduardo “Wado” de Pedro y José Ottavis fueron los que salieron al cruce del documento. Ottavis señaló que “la Argentina no está enferma. Sí vivimos una Argentina enferma de violencia en el 55, en el 76, en el 89 y en el 2001”. “Seguramente al país le faltan cosas para tener una salud completa. Pero después de haber superado todo eso, es bueno acordarse lo que es de verdad una Argentina enferma de violencia, para no volver a cometer esos errores”.
De Pedro dijo que “no se puede decir que la Argentina está enferma de violencia, como si esto fuera el 55 o el 2000, cuando estábamos todos en la calle”. Agregó que “la Asignación Universal, como otras medidas, son medidas para que nuestro pueblo sea más digno. Hay cuestiones que faltan, pero la violencia tiene que ver con un montón de cosas, como ocurre en Estados Unidos”. (DyN-Parlamentario.com)
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