06 Junio 2014
LA GACETA
El segundo panel del Precoloquio Idea para la Región NOA tuvo disertantes vinculados con la economía y abordó la problemática de la integración internacional. Todos coincidieron en la importancia del Estado para revertir la situación de la región.
Juan José Soler, presidente de Cerámica Norte, conoce bien la región. Su empresa se ha fijado la meta de producir, en 2015, 100 millones de ladrillos huecos por año. Desde 2014, con una importante inversión en su planta, ya produce 70 millones de esas piezas. Dice que es optimista sobre estas metas, aunque reconoce que hay que implementar muchos cambios. "Es necesario un norte fuerte, dinámico, con una matriz competitiva", dijo. También, convertir el norte en un polo productivo, con inversiones de alto impacto y planificación estratégica.
Su optimismo tiene como base los avances que ya se han hecho: mejoras en muchas rutas (como la 81, que une Salta con Formosa y la 16, que va a Chaco), los distintos gasoductos que impulsan el desarrollo minero, el mejor anillado energético de la región.
Soler también observa que hay mucho potencial con los hidrocarburos en Salta, porque la provincia posee la misma plataforma que el sur de Bolivia y no están agotados los recursos. "Los que nacimos, vivimos y producimos en el norte estamos convencidos de que si da invertir en el norte es cosechar salud , inclusión social y dignidad, no solo para los que vivimos en la región sino para todos los argentinos", concluyó.
La importancia del Estado
Tanto Rogelio Frigerio, presidente del Banco de la Ciudad de Buenos Aires, como el economista Eduardo Levy Yeyati hablaron sobre la necesidad de un Estado sólido e inteligente.
Frigerio dijo que es necesario recrear el Estado y concretar un alivio fiscal, porque más gasto público no significa mayor ingerencia, y remarcó que algunas de sus intervenciones no han sido buenas. “El metrobus costó 20 días de déficit de Aerolíneas argentinas", indicó.
En este sentido, Levy Yeyati dijo que, en el país, el desarrollo de las regiones es dispar y que la única forma de mermar esa brechas es con una buena política pública. “La política pública iguala, equipara o reduce los desniveles en la cancha geográfica", dijo, y se explayó en la necesidad de generar infraestructura, trazar políticas para diversificar los productos de exportación y tener mayor acceso al financiamiento multilateral. Sobre este tema el economista dijo que organismos como el BID se quejan constantemente por la falta de iniciativas de privados. "Un poco de creatividad abre puertas de financiamiento", dijo y ejemplificó: una autopista realizada por una empresa privada, con el aval del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La dirigencia
Por su parte, Gustavo Marangoni, presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires, reflexionó sobre las condiciones del desarrollo y ubicó en primer lugar de su análisis el rol de la dirigencia y el establishment. “Mientras contemos con un grupo de dirigentes optimista, tenemos la primera condición necesaria para el desarrollo”, opinó el politólogo, que se definió a sí mismo como uno de ellos y señaló a Daniel Scioli como quien marcó en él esa línea de pensamiento. “Después de tantos años de trabajar con él no se puede ser otra cosa que optimista”, dijo, y subrayó la necesidad de crear un clima de confianza y predictibilidad política y económica. “Tenemos que encontrar un contexto, un nuevo punto de equilibrio entre el estado y el mercado. En los híbridos está el camino”, apuntó.
Marangoni también dirigió la atención hacia el próximo año electoral como oportunidad para generar debate y competencia interna, mientras que señaló que el contexto internacional favorable permite avanzar hacia la integración. “Hay una buena demanda de los productos, los precios y bajas tasas de interés, el mundo está a favor nuestro, y nosotros tenemos herramientas para ir adelante”, dijo. En la agenda de lo pendiente, el politólogo marcó la necesidad de mejorar la calidad de las inversiones y la infraestructura.
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