15 Junio 2014
Sobreseyeron a dos adolescentes que estaban sospechados de haber robado en un country
Habían sido señalados por algunos vecinos luego de que ingresaran ladrones a cinco viviendas del barrio privado “Jockey Club” No encontraron elementos que permitieran sostener las sospechas sobre los chicos. Los hechos ocurrieron el año pasado
CINCO ROBOS EN UNA NOCHE. Los vecinos del “Jockey Club” sufrieron la inseguridad en julio del año pasado. la gaceta / foto de héctor peralta
Dos chicos que estaban sospechados de haber robado en varias casas del country “Jockey Club” fueron sobreseídos por la Justicia, al no haber elementos que permitan relacionarlos con los hechos. Ambos residen en ese barrio y habían sido vinculados con los robos ocurridos en cinco viviendas (sólo dos propietarios hicieron la denuncia), la madrugada del 7 de julio de 2013.
Fuentes judiciales comentaron que la decisión fue notificada a mediados de la semana pasada a los abogados de los adolescentes. El defensor de uno de ellos, Juan Pablo Terraf, había pedido el sobreseimiento ante la ausencia de elementos que justifiquen seguir manteniendo la sospecha. La causa era investigada por la Fiscalía de Instrucción de la III° Nominación, subrogada durante junio por Guillermo Herrera.
La investigación se había iniciado luego del robo que sufrió el comerciante Federico Ruiz, quien había salido con su familia la noche del sábado 6 de julio, regresando durante la madrugada del domingo. Ruiz descubrió que habían violentado una de las puertas de su casa y que le habían sustraído alrededor de $ 20.000 y U$S 30.000, según consta en el expediente judicial.
Los habitantes del country “Jockey Club” venían sufriendo varios robos y, a pesar de que se intensificaban las medidas de seguridad, los hechos no cesaban. Eso llevó a los investigadores a poner la mirada en el interior del barrio privado y se sospechó que los menores podrían estar involucrados, luego del hallazgo de dos bicicletas que habían sido robadas del patio de una casa, y que estaban escondidas en unos arbustos del country. La jueza Mirta Lenis de Vera ordenó allanamientos en las casas de los adolescentes, donde secuestraron prendas de vestir y calzados.
Otros casos sin resolver
El robo que había sufrido Ruiz no había sido el único ocurrido esa noche. A Javier José Nougués le habían sacado $ 2.000 que tenía en un vestidor, en tanto que en otras tres viviendas habían robado elementos que se encontraban en los patios (entre ellos las dos bicicletas).
Los testimonios de algunos habitantes del barrio habían señalado a los adolescentes. Fuentes tribunalicias comentaron que los vecinos habían asegurado verlos pasar por las cercanías de las casas robadas. Sin embargo, esa versión no fue corroborada por las cámaras de seguridad del barrio. Además, en las pericias que se realizaron a las ropas de los menores no se encontró ningún elemento que pudiera vincularlos con los robos, y las plantas de los calzados no coincidían con las huellas que habían recolectado los investigadores.
Ante esto, el abogado Terraf pidió que se dicte el sobreseimiento. “Si bien es cierto que al menor no le fue imputado ningún hecho, había que despejar todo manto de duda que se generó en su persona al mencionarlo en la causa”, explicó el defensor. Efectivamente, los adolescentes nunca fueron imputados por los robos, ya que a medida que avanzó la investigación no se encontraron pruebas que permitan afianzar las sospechas iniciales.
El pedido de sobreseimiento de la Fiscalía fue avalado por el Juzgado de Menores. “Desde que comenzó la investigación aportamos los elementos suficientes para demostrar la absoluta inocencia del menor. Los diversos testimonios que hay en la causa son pruebas contundentes que hicieron que tanto el fiscal como el juez requieran y dicten el sobreseimiento”, afirmó Terraf.
La investigación por los robos, en tanto, no fue cerrada. La Justicia cuenta con las marcas de pisadas que dejaron los ladrones, y con unas 11 huellas digitales que fueron recolectadas en las casas de Ruiz y de Nougués. Sin embargo, no hay ningún sospechoso.
Fuentes judiciales comentaron que la decisión fue notificada a mediados de la semana pasada a los abogados de los adolescentes. El defensor de uno de ellos, Juan Pablo Terraf, había pedido el sobreseimiento ante la ausencia de elementos que justifiquen seguir manteniendo la sospecha. La causa era investigada por la Fiscalía de Instrucción de la III° Nominación, subrogada durante junio por Guillermo Herrera.
La investigación se había iniciado luego del robo que sufrió el comerciante Federico Ruiz, quien había salido con su familia la noche del sábado 6 de julio, regresando durante la madrugada del domingo. Ruiz descubrió que habían violentado una de las puertas de su casa y que le habían sustraído alrededor de $ 20.000 y U$S 30.000, según consta en el expediente judicial.
Los habitantes del country “Jockey Club” venían sufriendo varios robos y, a pesar de que se intensificaban las medidas de seguridad, los hechos no cesaban. Eso llevó a los investigadores a poner la mirada en el interior del barrio privado y se sospechó que los menores podrían estar involucrados, luego del hallazgo de dos bicicletas que habían sido robadas del patio de una casa, y que estaban escondidas en unos arbustos del country. La jueza Mirta Lenis de Vera ordenó allanamientos en las casas de los adolescentes, donde secuestraron prendas de vestir y calzados.
Otros casos sin resolver
El robo que había sufrido Ruiz no había sido el único ocurrido esa noche. A Javier José Nougués le habían sacado $ 2.000 que tenía en un vestidor, en tanto que en otras tres viviendas habían robado elementos que se encontraban en los patios (entre ellos las dos bicicletas).
Los testimonios de algunos habitantes del barrio habían señalado a los adolescentes. Fuentes tribunalicias comentaron que los vecinos habían asegurado verlos pasar por las cercanías de las casas robadas. Sin embargo, esa versión no fue corroborada por las cámaras de seguridad del barrio. Además, en las pericias que se realizaron a las ropas de los menores no se encontró ningún elemento que pudiera vincularlos con los robos, y las plantas de los calzados no coincidían con las huellas que habían recolectado los investigadores.
Ante esto, el abogado Terraf pidió que se dicte el sobreseimiento. “Si bien es cierto que al menor no le fue imputado ningún hecho, había que despejar todo manto de duda que se generó en su persona al mencionarlo en la causa”, explicó el defensor. Efectivamente, los adolescentes nunca fueron imputados por los robos, ya que a medida que avanzó la investigación no se encontraron pruebas que permitan afianzar las sospechas iniciales.
El pedido de sobreseimiento de la Fiscalía fue avalado por el Juzgado de Menores. “Desde que comenzó la investigación aportamos los elementos suficientes para demostrar la absoluta inocencia del menor. Los diversos testimonios que hay en la causa son pruebas contundentes que hicieron que tanto el fiscal como el juez requieran y dicten el sobreseimiento”, afirmó Terraf.
La investigación por los robos, en tanto, no fue cerrada. La Justicia cuenta con las marcas de pisadas que dejaron los ladrones, y con unas 11 huellas digitales que fueron recolectadas en las casas de Ruiz y de Nougués. Sin embargo, no hay ningún sospechoso.
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Guillermo Herrera
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