Hoy vale la pena hacerse un par de preguntas en voz alta antes de las 13. Por las dudas, les damos una ayudita:

¿A quién le puede importar que Carlos Tévez no esté en Brasil?

¿De qué sirve renegar si Lionel Messi sigue sin cantar el himno?

¿Qué pecado comete Gonzalo Higuaín al comerse los postres de todo el plantel y por eso está más gordito?

¿Qué tiene de malo que las mujeres imploren para que Ezequiel Lavezzi convierta un gol, se saque su camiseta para mostrar su pancita marcada y los tatuajes?

¿Cómo desaprovechar dos milagros mundiales como que Sergio Romero demostró tener manos y que Marcos Rojo, con el correr de los partidos, se haya transformando en una pieza clave en la Selección?

¿Qué interesa si Federico Fernández y Fernando Gago están dando lástima y son los talones de Aquiles del equipo de Alejandro Sabella?

Si terminó el ejercicio mental piense que Argentina tiene la gran chance de cortar la racha de 24 años -seis Mundiales si prefiere- sin avanzar a una semifinal. Es demasiado tiempo. Por ese motivo y mucho más: ¡Vamos Argentina!

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