¿Por qué rompiste el anhelo de millones de argentinos? Con una humillante derrota partiste antes de tiempo y dejaste a toda una patria futbolera con las ganas.

Los amantes de la celeste y blanca tenían un sueño: enfrentar a Brasil en la final para protagonizar el segundo Maracanazo de la historia y dejarte con las manos vacías. Por eso aún recorren la Galería de la Veneración de Famaillá para pedirles ayuda a cada uno de los santos que se encuentran allí y lograr llegar al duelo decisivo venciendo como sea a la poderosísima Holanda.

Sí, es cierto, tenés más Mundiales ganados, pero levantar la Copa en tu casa, en tu templo de fútbol, es un hecho histórico que no se olvida nunca. Es tener el as de espadas pegado en la frente para toda la vida.

Amigo brasileño: alentaste a Bosnia, Irán, Nigeria, Suiza, Bélgica y hoy estabas dispuesto a teñirte de “naranja”. Abandonaste, hermano -como les gusta llamarnos- de la peor manera. Te sacaron a bailar y desapareciste de la faz de la tierra. También es cierto que la Selección aún no ganó nada, pero por más que lo hiciera, el gustito no será el mismo. Lamentable.

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