11 Julio 2014
REUTERS
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- Los nervios y la emoción de los penales en la definición frente a Holanda no permitieron que todos pudieran observar lo que realmente sucedía luego de que Sergio Romero contuviera el envío de Ron Vlaar.
Por la alegría de comenzar la definición atajando la primera pelota, tanto “Chiquito” como el resto de los argentinos no se percató de lo que hubiera podido cambiar la historia del partido que le dio a Argentina la clasificación a la final.
La, caprichosa, volvió al arco. Ahí la duda surgió sobre si entró o no y si fue en la misma acción. De acuerdo a las cámaras, y a pesar del reclamo de los holandeses, se ve como el balón sale despedido, toca en el hombro de Vlaar y luego marcha mansa hasta detenerse antes de pasar toda la línea.
Sí, un pequeño susto que de haber sido real no se sabe cuál sería hoy el final de la historia.
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